Por Krupskaia Alis
(CNN Español) – ¿Existe algo parecido a un efecto dominó tras un temblor intenso? ¿Tienen relación los recientes sismos ocurridos en Chile con el de Nicaragua, registrado este jueves? ¿Se puede esperar que por este motivo también se produzca un temblor en México?
La respuesta es no.
En entrevista con CNN en Español, Raúl Valenzuela, Investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que la actividad que se ha presentado en éstos países tiene causas diversas. Empezando por su origen.
En Chile, los sismos recientes se relacionan a la acumulación de energía en las placas tectónicas de América del Sur y Nazca, mientras que en el caso de Nicaragua, proceden de la placa del Caribe y de Cocos.
Lo que sí puede ocurrir es que los efectos de un sismo registrado en determinado punto pueden llegar a tener alguna alteración en lugares muy próximos a donde se produjo el primer movimiento.
Ahora bien, indica Valenzuela, que México esté a una mayor distancia geográfica de la actividad ocurrida en Chile y Nicaragua, no quiere decir que no temblará.
“México es un país sísmicamente activo, tiembla y seguirá temblando; no hay que sorprenderse. Pero si un sismo se llegara a producir en México, sería independiente a los ocurridos en la región”.
Y si temblará en México, ¿cuándo podría suceder? Eso es algo que hasta ahora no puede predecirse, afirma el experto.
Lo que sí se sabe, dice, es que de manera general todos los sismos van a tener réplicas y que éstas serán de menor grado al primer movimiento de mayor intensidad.
Las placas tectónicas, señala, están en constante movimiento y el momento en el que se registra una actividad —volcánica o sísmica— es cuando una placa se junta con la otra.
“De manera repentina y muy rápido, un lado de la falla se mueve y eso es lo que genera la onda sísmica. El epicentro es donde empieza la ruptura y la intensidad estará determinada por el tamaño de la falla donde se produce”.
Valenzuela señala además que entre menos profundo sea el sismo —como el ocurrido en Nicaragua— y más cercano el epicentro a las áreas pobladas, la tendencia es que va a producir más daños.
Lo importante, dice, es no dejar llevarse por rumores y tomar en cuenta que en los países con alta sismicidad siempre va a temblar, independientemente de lo que ocurra en otras partes del mundo.