(CNN) — El transbordador que naufragó en la costa de Corea del Sur el 16 de abril, con cientos de pasajeros a bordo, se dirigía a Jeju, la isla más grande del país y una de sus nueves provincias.
El destino atrajo a 10 millones de visitantes en 2013, de acuerdo con estadísticas del gobierno. Más del 70% de ellos eran viajeros nacionales que buscaban conocer el Hawai de Corea del Sur.
La isla es reconocida por sus maravillas naturales, incluidas cascadas, playas con arena blanca y un volcán inactivo (que además es la montaña más grande del país) en el centro.
De abril a junio es la temporada de viajes escolares a Jeju, de acuerdo con funcionarios de turismo coreanos.
Las autoridades estiman que unos 300 estudiantes viajaban en el barco proveniente de Ansan para una excursión de cuatro días.
En 2007, la UNESCO incluyó a la “isla volcánica de Jeju y sus cuevas volcánicas” en su lista de Patrimonio de la Humanidad y destacó a Geomunoreum como “el mejor sistema de tubos de lava, con techos y pisos carbonizados multicolores, y paredes de lava color oscuro”.
En 2011, Jeju fue designada como una de las siete nuevas maravillas naturales del mundo.
La isla también es conocida como el hogar de las buzas haenyo, conocidas como las sirenas coreanas, un grupo de mujeres a menudo de la tercera edad que buscan conchas de abulón, erizos de mar, pulpos y algas.
El paisaje volcánico —el 90% de la superficie de Jeju es basalto— ha dado impulso a otras atracciones como las piedras de abuelos (dolharubang), estatuas gigantes similares a los moais de la Isla de Pascua.
Además, Jeju alberga el parque temático Loveland, dedicado al sexo y el erotismo.