Por Holly Yan

(CNN) — A medida que los 36.000 maratonistas se preparan para salir a las calles de Boston este lunes, las autoridades tienen su propia tarea maratónica por delante: intentar mantener seguros los más de 42 kilómetros de curso.

Funcionarios dicen que han hecho todo lo posible para asegurarse de que no ocurra nada como los ataques del año.

Para empezar, las mochilas no serán permitidas en la carrera de este año, dijo Kurt Schwartz, director de la Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts.

Las bombas que mataron a tres personas e hirieron a otras 264 el año pasado fueron colocadas en mochilas.

La Boston Athletic Association (BAA), que organiza el maratón, invitó a los espectadores a dejar también las mochilas y bolsos de mano en casa.

No se permitirán contenedores con más de 1 litro de líquido, trajes que cubran la cara y la ropa abultada como chalecos con bolsillos.

Y grandes banderas o carteles que superen dimensiones de 11 por 17 pulgadas (27,5 por 42,5 centímetros) también están prohibidos en la salida y meta del maratón, el curso de la ruta, la villa de los atletas y las áreas donde se realizan eventos oficiales.

Los corredores no registrados y los ciclistas que tienen la intención de entrar en la carrera tampoco son bienvenidos este año.

“Somos conscientes de que mucha gente quiere participar de alguna manera en el maratón de Boston de este año como una muestra de apoyo”, dijo la BAA en un comunicado. “Pero le pedimos que aquellos que no son participantes oficiales que se abstengan de ingresar a la ruta por la seguridad de los corredores y de ellos mismos”.

El aniversario

En un homenaje para conmemorar el primer aniversario de los atentados, hubo un momento que evocó recuerdos de los ataques: mochilas sospechosas cerca de la línea de meta del maratón de Boston.

La policía detectó las bolsas en la calle Boylston, no muy lejos de donde dos bombas en ollas a presión explotaron hace un año. Un oficial vio a un hombre descalzo caminando bajo la lluvia y llevando una de las mochilas.

Cuando le preguntó lo que había en la mochila, el hombre le dijo al oficial que era una olla de arroz, según el superintendente de Policía de Boston, Randy Halstead.

Un escuadrón de bombas inspeccionó la bolsa y fue descartada una amenaza.

“En el proceso de verificar la seguridad, nos dimos cuenta de que había una segunda mochila a un lado”, dijo Halstead. “Nadie reclamó la propiedad de la misma. En ese momento, esa mochila fue determinada como segura”.

Una empresa masiva

El maratón de este año va a ser una empresa enorme. La carrera contará con 9,000 corredores más que el año pasado. Más espectadores que antes también estarán en la línea del curso, de acuerdo con la Asociación Atlética de Boston.

Teniendo esto en mente, la policía duplicará el número de oficiales de patrulla del año pasado, con 3.500 elementos dispersos entre la multitud. Serán ayudados por 100 cámaras de seguridad adicionales y perros detectores de bombas.

Las autoridades no han revelado cuánto costará la seguridad, pero todo apunta a que será un gasto “mucho mayor” que el año pasado.

Pero la carrera de este año también dejará millones de dólares. De acuerdo con la Oficina de Convenciones y Visitantes del Gran Boston, el maratón y los eventos relacionados traerán una derramada de 175 millones 800.000 dólares, la cantidad más alta para un maratón de Boston.