Por Aaron Smith, CNNMoney
(CNNMoney) – Las ventas de silenciadores están en auge, aquellos dispositivos cilíndricos usados para amortiguar los disparos.
El mercado civil de silenciadores aumentó un 37% en el 2013, cuando el número total se disparó a casi medio millón, según el registro de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés). Eso comparado con 360.000 en el 2012 y 285.000 en el 2011.
Los silenciadores son tan populares que hay una espera de nueve meses para conseguir un registro aprobado por la ATF, según Ben Shim, instructor certificado de armas de fuego y analista de la industria de armas de Grupo Capital CRT en Stamford, Connecticut.
“La gente ha enloquecido comprando armas, pero por el momento ya terminaron de comprarlas, por lo que compran accesorios”, dijo Shim.
Muchos propietarios de armas se apresuraron a comprar rifles de asalto después de la masacre en Newtown, temiendo que se promulgara una prohibición de armas. Ahora, dice Shim, esos propietarios están adaptando sus armas con “una vertiginosa variedad de accesorios”. Los accesorios incluyen silenciadores, linternas, miras laser, culatas, empuñaduras de pistola y sistemas de riel para adherir incluso más accesorios.
“La plataforma de armas AR-15 es muy modular”, dijo Shim, refiriéndose a un tipo de rifle usado por los militares de Estados Unidos. “Es como Barbie para los hombres”.
Los silenciadores se adhieren al extremo de un cañón del arma y se pueden utilizar con una variedad de pistolas y rifles. Se refieren más exactamente a supresores, ya que “el ruido de un cartucho cargado cuando es disparado nunca es silencioso, solo se suprime o disminuye”, dijo el analista de la industria de armas, Brian Rafn de Morgan Dempsey Capital Management en Milwaukee.
La popularidad de los supresores está impulsada en parte por la ventaja que ofrecen a los cazadores, dijo Rafn, porque le permitan “al cazador hacer múltiples disparos sin espantar a la caza”.
El agente especial de la ATF, Tim Graden, dijo que los silenciadores se clasifican como armas de fuego por parte del gobierno federal, a pesar que el silenciador en sí no puede disparar una bala. La comprobación básica de antecedentes para la mayoría de las armas requiere que el comprador presente un documento de identificación con foto al vendedor y envíe un formulario a la ATF de forma electrónica. La aprobación suele tardar unos 20 minutos. Pero la compra de un silenciador obliga al solicitante a enviar por correo o fax una foto y sus huellas dactilares a la ATF y a pagar un impuesto de 200 dólares, llevando el proceso de aprobación entre 9 a 10 meses.
Eso es porque los silenciadores están regulados por la Ley Nacional de Armas de Fuego, que fue aprobada en 1934 en respuesta a la violencia de las pandillas, según la ATF. Pero siguen siendo legales en 39 estados, incluyendo 29 estados donde están permitidas para la caza, de acuerdo con la Asociación Americana del Silenciador.
“La mayoría de gente simplemente no sabe que puede comprar una”, dijo Jason Schauble, director de finanzas de SilencerCo en West Valley City, Utah. “Tenemos una campaña completa llamada ‘los silenciadores son legales’”.
Advanced Armament Corp., de Lawrenceville, Georgia, utiliza el lema “Silenciar no es un crimen”.
Los supresores son tan caros que pueden costar más que las armas a las que están adheridos. SilencerCo vende su supresor menos costoso, el Harvester para rifles de caza por 750 dólares. Su silenciador más costoso, el Saker, cuesta 1.300 dólares.
Los supresores son para “el comprador de armas graduado”, dijo Schauble, un veterano de la guerra de Irak y exconsejero delegado de TrackingPoint, un fabricante con sede en Texas de rifles con mira inteligente que cuestan más de 20.000 dólares.
“Tenía 50 armas antes de comprar mi primer silenciador”, dijo.