(CNN) – La comunidad internacional expresó su indignación ante un fallo judicial en Sudán de dar muerte en la horca a una mujer que está por dar a luz a su segundo hijo.

La mujer, que es hija de un musulmán, dijo que no renunciará a su fe cristiana, que abrazó al casarse con un cristiano.

Un juez preguntó a Meriam Yehya Ibrahim preguntó si volvía al Islam y ella respondió “soy cristiana”, se le condenó a muerte.

El caso ha despertado también indignación en Oriente Medio. Estados Unidos, Reino Unido, Holanda y Canadá se expresaron formalmente en contra de la medida.

En Sudán dicen que hay que esperar las apelaciones legales y que sólo se le podrá ejecutar cuando termine de mamar el hijo que está esperando.

“El hecho de que una mujer pueda ser condenada a muerte por su elección religiosa, y a ser azotada por casarse con un hombre supuestamente de otra religión es abominable ni siquiera debería ser considerado”, dijo en una declaración Manar Idriss, investigador en Sudán de Amnistía Internacional.

Esposo: “No sé qué hacer”

Horas después de que un tribunal sudanés condenó a muerte a su esposa embarazada luego que ella se negara a retractarse de su fe cristiana, su marido le dijo a CNN que se siente impotente.

“Estoy tan frustrado. No sé qué hacer”, dijo Daniel Wani a CNN este jueves. “Sólo estoy rezando”.

Su esposa, Meriam Yehya Ibrahim, de 27 años, fue declarada culpable por un tribunal de Jartum esta semana por apostasía, o la renuncia a la fe.

Ibrahim es cristiana, dijo su esposo. Pero el tribunal considera que ella es musulmana.

Su equipo legal dice que planea apelar el veredicto, que atrajo rápidamente la condena de las organizaciones de derechos humanos en todo el mundo.

Según Amnistía Internacional la mujer también fue condenada a 100 azotes por adulterio, debido a que su matrimonio con un hombre cristiano es considerado nulo bajo la ley musulmana.

Ibrahim tiene 8 meses de embarazo y actualmente se encuentra en custodia con su hijo de 20 meses de edad, según Amnistía Internacional, organización que la considera una prisionera de consciencia.

“Ella es muy fuerte y muy firme. Tiene muy claro que ella es cristiana y que ella va a salir un día”, dijo el abogado Mohamed Jar Elnabi a CNN.

Ibrahim nació de un padre sudanés musulmán y una madre etíope ortodoxa. Su padre se fue de casa cuando ella tenía seis años, e Ibrahim fue criada por su madre en el cristianismo.

Sin embargo, como su padre era musulmán, los tribunales consideraron que Ibrahim también lo era, lo que significaría que su matrimonio con un hombre que no es musulmán es nulo.

El tribunal, que la declaró culpable a principios de esta semana, le dio hasta el jueves para retractarse de su fe cristiana, algo que ella se negó a hacer, según su abogado.

Durante la audiencia de sentencia de este jueves, un jeque dijo al tribunal “qué peligroso es un crimen como éste para el Islam y la comunidad islámica”, dijo Elnabi.

Ibrahim respondió: “Yo soy cristiana y voy a seguir siendo una cristiana”.