(CNN Español) – El domingo se celebró en Argentina el aniversario numero 204 de la llamada Revolución de Mayo y los 11 años de la llegada al poder del fallecido mandatario Néstor Kirchner.
Su viuda, la presidenta Cristina Fernández, participó de un Tedeum católico en la catedral de Buenos Aires, donde el arzobispo Mario Poli hizo un llamado al diálogo y posteriormente la presidenta, en un discurso en Plaza de Mayo, abogó por la unidad.
Fernández volvió a participar del Tedeum tras ocho años de ausencia por sus diferencias con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy el papa Francisco.
“Hoy, o se apuesta por el diálogo, o se apuesta por la cultura del encuentro o todos perdemos, todos perdemos”, dijo el arzobispo Poli.
En su discurso de Plaza de Mayo, la mandataria defendió el legado de los once años de los gobiernos kirchneristas y recogió el llamado de la Iglesia.
“La unidad nacional que quiero, la unidad nacional que necesitamos los argentinos es lograr que cada vez podamos entendernos más y mejor, a partir de la palabra e ideas claras, sin agresiones, sin descalificaciones y sobre todo sin discriminaciones”, dijo Fernández de Kirchner.
A juicio de algunos analistas, el gobierno entrará en una fase más conciliadora hasta que entregue el poder en diciembre de 2015 tras cumplir su segundo y último mandato que la constitución le permite consecutivamente.
Según una encuesta de Raúl Aragón y Asociados, la presidenta tiene una aprobación de un 34,8%, una cifra similar a los resultados que obtuvo su partido en las legislativas de 2013.