Por Teo Kermeliotis, para CNN

(CNN) – Nos ha pasado a todos. Te despiertas, comes un bocado, das sorbos de café y luego, lleno de energía y de optimismo renovado, inicias el día convencido que hoy finalmente será el día más productivo que alguna vez hayas tenido.

Y luego tienes que viajar para ir al trabajo. Trenes retrasados, buses abarrotados, el tráfico totalmente paralizado -todo está allí para drenar tu energía y te impiden obtener esa promoción que sientes que tienes bien merecida.

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¿Pero si pudieras evitar las calles abarrotadas y a los conductores de mal genio de una vez por todas para simplemente surcar los cielos en menos de 60 segundos?

Esa es la propuesta presentada por Eduardo Galvani, un artista visual brasileño y creador del Fly Citycopter, un concepto de vehículo aéreo urbano diseñado para ayudar a las personas que viajan cada día de su casa a su trabajo a pasar zumbando con más facilidad y de forma más ambientalista.

La visión futurista de Galvani requiere un helicóptero personal súper ligero que sería capaz de despegar, volar y aterrizar en el modo de autopiloto. Hecho de carbono, aluminio y titanio, el Citycopter usaría una combinación de ventiladores y motores impulsados por electricidad para llevar dos personas a una velocidad máxima de 130 millas (209 kilómetros) por hora. Además, las células solares empotradas en el exterior del avión le permitirían generar energía durante el vuelo y le ayudarían a reducir la contaminación urbana.

“Para la mayoría de los humanos, un vehículo aéreo personal aún es como un sueño lejano”, dice Galvani, de 36 años. “Pero cuando piensas sobre esto, y mentalmente unes algunas piezas, puedes darte cuenta que los materiales y tecnologías que en realidad están disponibles hacen posible que podamos crear esta nueva realidad, donde un helicóptero personal puede ser más eficiente, económico, seguro y fácil de pilotar que un helicóptero corriente, y una forma inteligente de transporte”.

Cierto, todavía hay muchas cuestiones prácticas que necesitan ser resueltas antes que podamos mandar a volar nuestras depresiones para ir y venir del trabajo. Sin embargo, dice Galvani, él espera que su concepto inspire a gente creativa a reunirse y desarrollar maneras más limpias -y más emocionantes- de transporte urbano.