Por Richard S. Ehrlich, para CNN

(CNN) – Casi 70 años después de que el ejército de Estados Unidos lanzara una bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, lo que puso fin a la Segunda Guerra Mundial, el sitio de la devastación sigue siendo uno de los atractivos turísticos más populares del país.

Y parece que se está haciendo más popular.

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Según un reciente informe en el Japan Times, las visitas al Monumento Conmemorativo de la Paz de Hiroshima por parte de turistas extranjeros, alcanzaron un récord máximo de 200.086 en 2013.

Funcionarios locales confirman que el sitio conmemorativo está atrayendo a un creciente número de turistas para estudiar los restos quemados, dolorosos testimonios de testigos y sombras humanas que quedaron permanentemente visibles después de la destrucción incandescente causada por la explosión de la bomba atómica.

Varios factores se encuentran detrás de la continua atracción que el sitio tiene sobre los viajeros.

Algunas personas describen a Hiroshima como un apasionante, educativo y emotivo ejemplo del “turismo oscuro”, “turismo de dolor” o “turismo de campo de batalla”, que incluye los campos de concentración nazi en Europa, la prisión de tortura y campos de asesinato de Camboya, los puertos de esclavos al Oeste de África y la zona 0 del 11 de septiembre de Manhattan.

La mayoría de los turistas ven con asombro la Cúpula Genbaku de la Bomba Atómica de Hiroshima, un sitio que fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1996.

La estructura que ahora es icónica, diseñada en 1915 por un arquitecto checo, era el Salón para la Promoción Industrial de la ciudad.

Cuando Estados Unidos lanzó la bomba el 6 de agosto de 1945, explotó justo sobre el edificio, pero no lo destruyó por completo porque la explosión inmediata y el calor amortiguaron el aire en la zona cero.

TripAdvisor dice que el Monumento de la Paz es una de las principales atracciones de Japón

Más o menos 363.000 turistas visitaron la ciudad de Hiroshima en 2012, según las estadísticas más recientes.

Turistas estadounidenses componen la gran mayoría, seguidos por australianos y chinos, según estadísticas de la ciudad y la prefectura que la rodea.

Innumerables japoneses también lo visitan.

“El nombre ‘Hiroshima’ ha sido bien conocido entre los países extranjeros por su historia, y recientemente el efecto de boca a boca de los visitantes le añade realismo”, dijo a CNN el representante de la Oficina para Convenciones y Visitantes de Hiroshima, Taeko Abe, en un correo electrónico. “En años recientes, la información de boca a boca del Internet y demás, ha tenido una fuerte influencia”.

“Por ejemplo, el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima estuvo en primer lugar … en la lista de ‘los lugares turísticos más populares en Japón para turistas extranjeros’ del sitio de viajes TripAdvisor por dos años consecutivos”.

El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima y la Cúpula de la Bomba Atómica encabezaron una lista de TripAdvisor realizada en 2012 sobre los 20 destinos de viaje para visitantes extranjeros en Japón.

El Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima ocupa el puesto número 2 (detrás de la “isla santuario” de Miyajima, también en la prefectura de Hiroshima) en la lista actual del sitio de las 20 atracciones que no te puedes perder en Japón, otorgada por turistas entrantes.

Exhibiciones de pesadilla  

La bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima por un bombardero estadounidense B-29.

La explosión arrasó con casi todo en un rango de 10 kilómetros cuadrados (6 millas cuadradas) en el área del centro de la ciudad, donde entre 60.000 y 80.000 personas perdieron la vida.

El envenenamiento por radiación con el tiempo enfermó a más personas, lo que llevó a un cálculo de 135.000 muertos en total.

Del otro lado del río Motoyasu, que fluye frente a la Cúpula de la Bomba Atómica, el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima exhibe muestras evocadoras, entre ellas un triciclo destrozado y fundido en el que un niño de cuatro años iba durante la explosión que le quitó la vida.

Fotografías y documentales, dibujos de pesadilla hechos por sobrevivientes, explicaciones científicas de la explosión, además de otros artefactos como vidrio fundido y ropas carbonizadas, insinúan lo inimaginable.

“Este museo fue establecido por la ciudad de Hiroshima para trasladarle al mundo la realidad del ataque con una bomba atómica, y para contribuir a la abolición total de armas nucleares y a la comprensión de una paz mundial duradera”, dijo a CNN Kenji Shiga, director del Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, en un correo electrónico.

La creciente popularidad del museo entre los turistas se debe en parte a la “mayor debilidad del yen y a varias actividades para promover el turismo llevadas a cabo por el gobierno local y nacional”, dijo Shiga.

“También consideramos la alta reputación de TripAdvisor, que atrae a muchos visitantes extranjeros, como una de las mayores razones para que más viajeros lleguen cada año”, dijo.

De devastación a esperanza  

El concepto de “paz” es una de las mayores atracciones de Hiroshima.

“La ciudad de Hiroshima ha logrado una notable recuperación de esa devastación, aunque la primera bomba atómica en la historia fue lanzada en Hiroshima en 1945, y ha buscado una paz mundial eterna para la humanidad”, dijo Abe, de la Convención de Hiroshima y Oficina de Visitantes.

“Los visitantes dicen que sienten su mensaje más poderoso, el de esperanza, y aprecian de nuevo la importancia de la paz”, dijo.

“La impresión que los visitantes se llevan de Hiroshima parece verse afectada por el hecho de si han tenido o no la oportunidad de reunirse y hablar con los lugareños”, dijo Abe.

Bruce Bottomley, de 45 años, un instructor de inglés de Canadá, ha visitado el Museo Conmemorativo, la Cúpula de la Bomba Atómica, y sitios relacionados durante varios viajes a Hiroshima.

“El recuerdo más fuerte que tengo es de los relojes que se detuvieron al momento en que explotó la bomba”, dijo. “Las loncheras de metal quemadas de los jóvenes estudiantes con el arroz petrificado todavía dentro es una imagen tranquila e impresionante”.

“No sé qué es, pero puedo sentirlo y percibirlo cuando estoy ahí. Los relatos de los sobrevivientes con fotografías son asombrosos e impresionantes hasta cierto punto”.

“No pude evitar pensar en mi abuelo y en lo que habría estado haciendo en Canadá cuando ocurrió esa destrucción tan trágica”, dijo Bottomley, quien también ha visitado el monumento a la segunda explosión de la bomba atómica en Nagasaki.

Hacer que el ataque sea ‘real’ para las nuevas generaciones  

“Visité Hiroshima en julio de 1998, durante mi primera visita a Japón”, dijo Evan Hayden, de 34 años, un diseñador gráfico estadounidense que da clases de inglés en Nagasaki.

“Mi grupo de estudiantes fue al Museo Conmemorativo, al Monumento de la Paz y al Parque Conmemorativo de la Paz. Vimos las grullas de papel [origami] mientras estuvimos ahí”.

“Hizo que el bombardeo fuera más real para mí y para mis compañeros de la escuela. Solo leer al respecto en libros de texto, y ver imágenes en televisión, hacía que el evento pareciera abstracto y remoto”.

“Fue profundo ver artefactos como un triciclo destrozado y carbonizado, al igual que las sombras de personas que fueron quemadas en el concreto a causa de la explosión”, dijo Hayden.

Historia difícil  

Aún hay un debate en torno a si Estados Unidos debería o no haber lanzado bombas en Hiroshima y Nagasaki.

“Por supuesto, estoy en contra del hecho de que hayan bombardeado Japón, pero al mismo tiempo, la guerra seguía en una dirección peligrosa y ni Estados Unidos ni Japón se estaban haciendo para atrás”, dijo Hayden. “Es una historia trágica”.

“El monumento de Hiroshima no es una opción divertida para hacer en las vacaciones, obviamente, pero es una experiencia importante de la que las personas pueden aprender mucho”, añadió.

Algunas personas permanecen renuentes a visitar el sitio.

“Si tengo la oportunidad, no se si lo visitaría o no”, dijo Maki Hakui, de 43 años, una editora y traductora japonesa que reside en Tokio.

“Debería ir como ciudadana japonesa, acompañada por mi hija. Honestamente, me siento muy renuente a ir, ya que sé que será una experiencia muy difícil para mí”, dijo.

Hoy en día, la Organización Nacional de Turismo de Japón describe al sitio donde fue lanzada la bomba atómica de Hiroshima simplemente como “un patrimonio cultural negativo que habla de los errores que ha cometido la humanidad”.