Por Daniel Edwards, columnista de Bleacher Report
(Bleacher Report) – Una emocionante victoria 3-2 sobre Nigeria selló el lugar de Argentina en la cima del Grupo F el miércoles, garantizando a su vez que los hombres de Alejandro Sabella pasen al menos a los octavos de final de la Copa del Mundo en Brasil. Lionel Messi, en particular, fue devastador para la Selección, marcando dos veces para llevar a su equipo a la victoria.
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A pesar de haber ganado los tres partidos hasta el momento, este no es el momento para que el entrenador se sienta satisfecho consigo mismo. Todavía falta trabajo por hacer por parte de este equipo albiceleste, incluso si la actuación más reciente constituye una mejora a gran escala sobre lo que se había visto contra Bosnia-Herzegovina e Irán.
Desde una débil defensa a una tendencia a dejar a Messi encargarse del mundo solo, estas son las cosas que Sabella debe practicar en su lado para que puedan continuar su curso ascendente en la Copa del Mundo 2014.
Debilidades defensivas
Por momentos, es difícil sacar demasiadas conclusiones negativas de una victoria. Después de finalizar el Grupo F con un perfecto récord de tres victorias y nueve puntos, una hazaña igualada solo por Holanda y Colombia hasta el momento, la confianza debe ser alta en el campamento de Argentina.
Sin embargo, la facilidad de Ahmed Musa para arrasar a través del centro de la defensa, no se puede pasar por alto.
La estrella de Nigeria atacó al inicio de la primera y segunda mitad para empatar a su país, mientras la defensa albiceleste quedó en shock. Los defensas como Pablo Zabaleta y Federico Fernández han mostrado en varias ocasiones que un delantero rápido puede hacer daño detrás de ellos, y esto debe ser solucionado antes de los octavos de final.
Falta de atención
O quizá el doble de Musa se debió más a una falta de concentración después del reinicio de parte del equipo de Argentina, más que cualquier falta de estructura o talento entre los cuatro de la defensa. Es significativo que ambos goles ocurrieran al inicio del juego, poco después que Argentina tomara la delantera.
Si ese es el caso, entonces Sabella les debería de reprochar a sus jugadores tales errores elementales. Contra Nigeria, esos resbalones pueden ser compensados por uno o más goles; en contra de Brasil, Alemania o los Países Bajos, por mencionar algunos, el destino puede no ser tan complaciente.
Superar la Messi-dependencia
Las estadísticas pueden ser engañosas a veces. Pero en el caso de la campaña actual de Argentina en la Copa del Mundo, un dato sobresale de entre los demás. Los seis goles de la albiceleste hasta ahora la mayoría han venido principalmente de la inspiración de Messi.
En la cima, arrasando con cuatro goles durante la fase de grupos, La Pulga también proporcionó las esquinas que resultaron en un autogol ante Bosnia y el esfuerzo improvisado de Marcos Rojo para derrotar a Nigeria. Cada vez que el astro del Barcelona recupera el balón, hay una emoción palpable sobre lo que va a hacer a continuación.
Pero Argentina es mucho más que un diminuto No. 10. Los jugadores de clase mundial como Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Ángel Di María deben demostrar que están a la altura del desafío y que Messi no está solo en su búsqueda de llevar a su nación el tercer título de la Copa del Mundo.
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