Por Tom McGowan
(CNN) — Es el mayor pecador del momento en el fútbol y el supuesto intento de morder el hombro de Giorgio Chiellini en un partido clave del Mundial generó un torrente de indignación de la congregación global del deporte contra Luis Suárez.
Aunque muchos buscaron condenar a un hombre que está envuelto en la tercera controversia por morder en su carrera, algunos observadores sintieron compasión por la estrella que está bajo ataque.
“En realidad siento compasión por él”, dijo Dan Abrahams, experto en psicología del fútbol y autor de Soccer Brain.
“Es uno de los mejores jugadores del mundo y obviamente tiene un problema”, dijo a CNN.
“Ese problema se presenta en el momento equivocado, en el lugar equivocado y tiene que aprender cómo manejarlo, pero eso es difícil de hacer”.
Suárez tiene un historial de morder en la cancha de fútbol.
Cuando jugaba con el club holandés Ajax en 2007 fue suspendido durante siete partidos por morder a un oponente, mientras tuvo una sanción de 10 partidos por una ofensa idéntica mientras jugaba con el Liverpool en abril de 2013.
Su mal temperamento, de acuerdo con Abrahams, es parte de una respuesta negativa a la frustración con la que probablemente ha lidiado durante la mayor parte de su vida.
Este es un jugador que a los 16 años le mostraron la tarjeta roja por golpear con la cabeza a un árbitro.
“Es una respuesta instintiva a la frustración”, explicó Abrahams.
“Racionalmente, es algo que pensarías que puede manejar y lidiar, pero así no es cómo funcionamos como seres humanos. Es algo con lo que tiene que lidiar y manejar durante el resto de sus días como jugador”.
Una crítica a Suárez es que sus indiscreciones pasadas sugieren que podría ser irremediablemente irreformable.
Su ofensa en Natal es la más reciente en una larga línea de incidentes desagradables que incluyen cumplir una sanción de ocho partidos por abusar racialmente de Patrice Evra del Manchester United en 2011.
Pero Abrahams insiste en que es demasiado simplista decir que Suárez es una estrella multimillonaria de deporte que debe tener mayor conocimiento.
“Esa no es la forma en la que nosotros como seres humanos o nuestro cerebro trabajamos”, afirma Abrahams, quien señala el hecho de que muchas personas tienen ciertos hábitos del comportamiento que preferirían no transmitir al público.
“El hecho de que sea de alto perfil no significa absolutamente nada. Es como decir que alguien que es rico nunca debería deprimirse, es como decir que alguien que es famoso nunca debería enojarse.
“Eso es ridículo. La fama no inmuniza a tu cerebro del estrés y tensión de la vida.
“Todos estamos sujetos a enojarnos cuando manejamos, por ejemplo, y eso es esencialmente lo que es. Es una forma de ira”.
La clave para romper con la tendencia de Suárez, el delantero del Liverpool, de morder a los oponentes podría estar en el campo de entrenamiento; un lugar donde Abrahams cree que el uruguayo podría beneficiarse de un poco de amor duro.
“Creo que la solución en realidad es bastante simple”, dijo.
“En su club local, ya sea que se quede en el Liverpool, si es Brendan Rodgers (el entrenador del Liverpool) y su equipo de entrenamiento, lo que necesitas hacer es ayudar a que Luis Suárez experimente la frustración y experimente una reacción y respuesta diferentes.
“Un ejemplo práctico de trabajo podría ser jugar un partido en espacios reducidos con Rodgers diseñando una situación donde Suárez se frustre.
“Por ejemplo poner a dos o tres jugadores del Liverpool sobre él y probablemente ser muy agresivo, haciéndole faltas y asegurándose de que cuando Suárez vaya a reaccionar, reaccione con una respuesta diferente.
“Ponerlo bajo ese estrés y tensión en cada sesión de entrenamiento. Hacerlo reaccionar y responder y después cambiar su respuesta de mala adaptación a adaptativo, para que no muerda, solo seguir con el partido”.
Luis Suárez se quedó fuera del Mundial, luego de que la FIFA lo suspendiera por nueve partidos y lo alejara durante cuatro meses de cualquier actividad relacionada con el fútbol.
La victoria de Uruguay este martes le ganó un lugar en la segunda ronda y un encuentro con Colombia este sábado a las 15:00 horas, tiempo de México.
Abrahams concuerda en que Suárez debía ser castigado, pero su observación principal es que debe mostrarse empatía a alguien que lucha con un problema profundamente arraigado.
“Solo creo que ayudarse es un reto enorme para él”, dijo. “Sé cuán duro puede ser cambiar y cuán duro puede ser manejarse.
“Imaginaría que el 99.9% de la población es muy mala para manejar su mentalidad diariamente.
“El hecho es que el deporte es ofrecido a la mirada de los medios. El mundo te observa, en realidad siento compasión por él”.