Por Felix Gussone, especial para CNN
Nota del editor: Felix Gussone es un practicante en la Unidad Médica de CNN. Es un recién graduado de la escuela de medicina en Múnich, Alemania.
(CNN) – Los médicos frecuentemente le dicen a sus pacientes que tienen que bajar de peso. Pero la mayoría no saben qué se siente tener sobrepeso, o lo que realmente se necesita para bajar de peso.
Yo sí. Entre mis diecisiete y diecinueve años, pasé de ser un adolescente con sobrepeso a ser un adulto delgado luego de bajar 45 kilos.
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Yo era un adolescente feliz y venía de una familia amorosa. La comida nunca fue un sustituto de felicidad en mi vida, y no tenía razón para comer a fin de sentirme mejor. A mi madre no le gustaba la comida rápida y siempre preparaba comidas saludables.
Sabiendo eso, parece absurdo que pesara 120 kilos a los 16 años.
La razón por la que subí de peso era simple: me encantaba la comida (¡y todavía es así!), comía demasiado y odiaba hacer ejercicio.
Bueno, eso no es del todo cierto. Mis amigos y yo éramos jugadores de fútbol apasionados… a veces incluso empezaba a sudar cuando mi juego de Xbox se volvía demasiado emocionante.
“Si no como comida rápida grasosa, si evito las gaseosas y los dulces, no voy a engordar”, solía pensar. Así que mientras mi hermano se comía dos papas, yo me comía cuatro. Él habría disfrutado de un vaso de leche en la mañana si yo no me hubiera acabado todo el litro. Le encantaba el pan con un poco de tocino; yo prefería mucho tocino con un poco de pan.
Si comes más calorías de las que tu cuerpo necesita, subirás de peso. Es así de simple. Constantemente nos dicen que debemos enfocarnos en lo que comemos, y sin embargo, nos olvidamos de pensar en qué tanto comemos.
Por supuesto, me molestaban por tener sobrepeso. Cuando estás gordo, eres un blanco. Luché con esto al principio, pero me acostumbré muy rápidamente. Eso era peligroso… acostumbrarte a que las personas te molesten significa que te acostumbras a ser de ese tamaño, así que no hay necesidad de cambiar.
Todavía estaría extremadamente obeso ahora si no fuera por un viaje que hice a París con la escuela en 2005.
Me gusta la comida francesa, y comía bastante. Pero en el viaje sufrí una intoxicación alimentaria y bajé 3 kilos. Esos 3 kilos fueron la chispa que comenzó el fuego.
Me di cuenta de que a veces hay que confirmar tu asistencia cuando la vida te envía una invitación para el cambio.
Al inicio pensé “Genial, bajé 3 kilos. Trataré de no volver a subirlas”.
Entonces me acordé de que había algo llamad ejercicio, y que los expertos decían que podría ayudarte a bajar de peso.
Así que empecé a usar la elíptica de mi madre. Me ejercitaba durante 15 a 20 minutos todos los días. También trataba de comer la mitad de lo que comía antes. En lugar de cuatro papas, me comía dos; en lugar de tomarme una botella de leche completa, me tomaba solamente la mitad.
Mi cuerpo respondió bien: en un lapso de dos años, había bajado 44,9 kilos.
(De haber sabido que al final iba a escribir una historia de pérdida de peso para CNN, habría bajado las 100).
Me di cuenta de que si tú y tu cuerpo ansían un cambio, la perdida de peso puede ser divertida, y no una carga.
Afortunadamente, nunca me he encontrado con el temible efecto de subir lo que había bajado. He mantenido mi figura más delgada durante siete años. Nunca dejé de ejercitarme. Cuando has llegado tan lejos, no quieres arriesgarte y volver a subir de peso debido a la pereza. Intencionalmente subí 10 kilos al ejercitarme en el gimnasio porque quería desarrollar músculo. Ahora, con 1,9 metros de altura peso 84 kilos. Mi índice de masa corporal es de 22.
Hay incontables libros sobre cómo bajar de peso. Todos los autores parecen tener invaluables consejos que hábilmente han convertido en efectivo. Pero al final, creo que la pérdida de peso es un simple intercambio:
Alimentas tu cuerpo con la cantidad adecuada de comida y ejercicio. A cambio, tu cuerpo quema grasa. Incluso tu billetera se pone un poco más ligera porque tienes que comprar ropa nueva.
Después de siete años de educación médica, he aprendido mucho sobre los peligros que el sobrepeso tiene en la salud. Me alegra haber aceptado la invitación que la vida me hizo a un cambio en la adolescencia. Ahora que soy médico y he estado en su lugar, espero poder ayudar a otras personas que luchan con su peso.