Por Henry Hanks, CNN

(CNN) – Se suponía que iba a ser su escapada de cumpleaños, pero terminó siendo un viaje miserable.

En septiembre del 2012, Sarah Evans tomó dos semanas de descanso por su cumpleaños 30, para visitar Las Vegas con sus mejores amigos. Sin embargo, no pudo disfrutar debido a que los muslos le rozaban constantemente —”Me apliqué una botella completa de polvos Gold Bond”— y odiaba como se veía en cada una de las fotos.

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“Todas estas chicas se divertían en bikinis al lado de la piscina, y allí estaba yo, tratando de encubrirme y ocultarme”, recuerda.

Evans decidió allí y en ese preciso momento que iba a disfrutar de sus futuros cumpleaños.

La residente de 1.65 metros, de Shreveport, Luisiana, pesaba 112 kilos en ese entonces, lo que ella atribuye a una vida de malos hábitos alimenticios.

“Habiendo crecido en el Sur, comer grandes porciones en cada comida era algo inevitable”, dijo ella. “El desayuno incluía tocino, huevos, salchichas, panqueques y galletas. El almuerzo era una especie de comida rápida, y la cena incluía una comida de tres platillos, incluyendo buñuelos como aperitivos, pollo frito, col rizada, macarrones con queso y pan de maíz”.

Luego, por supuesto, había pudín de banano cremoso o pastel de manzana casero como postre.

Evans descargó la aplicación “Couch to 5K” y estableció dos objetivos: correr 5 kilómetros sin parar y perder de 12 a 18 kilos.

“Cuando empecé el programa, no podía correr más de 30 segundos”, escribió en su iReport. “Ahora estoy corriendo de dos a tres carreras de 5 km a la semana. En algún momento me enamoré de correr”.

Pronto añadió clases de CrossFit y otras formas de cardio en el conjunto, alcanzando su objetivo original y constantemente estableciendo nuevas metas, como tener menos de 200 kilos y mejorar su tiempo en la carrera de 5K.

De forma lenta pero segura, ella estaba recuperando su vida.

“Tratar de apegarme a esta rutina me ha enseñado sobre la importancia de alentarme a mí misma, porque al principio no tenía un sistema de apoyo”, dijo Evans.

Ella también se cambió a una dieta baja en carbohidratos. Ahora, normalmente come yogur, huevos duros y tocino de pavo para el desayuno; ensalada de pollo o atún para el almuerzo; carne, pescado con col rizada o de pollo al horno con verduras de color verde para la cena; y lonchas de queso, nueces o Jell-O como refrigerio.

Sin embargo, ocasionalmente tomará un fin de semana libre de la dieta.

“Es lo que haces constantemente lo que importa”, dijo.

En mayo de este año, Evans había bajado a 58 kilos, una transformación de 54 kilos.

A pesar de estar trabajando en eso durante casi dos años y superando sus metas, Evans dijo que todavía tiene días buenos y días malos.

“Todavía tengo mis demonios internos a los que aún debo superar, y a pesar de que he perdido peso, me miro en el espejo y veo defectos”, dijo.

Ella cree que correr ha sido clave para su éxito de pérdida de peso. Su rutina a menudo incluye irse a la cama a las 9 de la noche y levantarse a las 3:30 de la mañana para comenzar sus ejercicios de cardio y entrenamiento con pesas en el gimnasio. Luego corre o toma clases de fitness cinco noches a la semana.

“Todos tenemos cosas que en secreto queremos probar, pero quizás no tenemos coraje o bien no tenemos con quien hacerlo, o no podemos hacerlo físicamente”, dijo. “Siempre quise correr 5K, pero no podía caminar una milla sin quedarme sin aliento. ¡Ahora me encanta correr! No tengo que preocuparme por respirar fuerte luego de 30 segundos”.

¿Qué la hace seguir adelante? Que la gente la detenga para decirle que ella los ha inspirado para ponerse en forma.

Recientemente comenzó su propio programa llamado S.T.I.R., que significa “Stand Think Initiate Run”. Ella dice que es una cuestión de “aprender a vivir la vida con y a propósito”. Ella a menudo contacta a su grupo S.T.I.R. para hacerles saber cuándo y dónde se va a correr, para animarlos a llegar.

“He tenido sobrepeso toda mi vida. Ni en un millón de años hubiera pensando que podría ser activa, no digamos inspirar a la gente a hacer actividad física”.

Una de esas personas es su compañera de carreras de Couch-to-5K, Casey Toups, quien al principio de sus carreras se quedaba con Evans en la parte de atrás del grupo para motivarla a seguir adelante. Ahora, después de ver el progreso de Evans en las carreras, Toups dice que los papeles se han invertido.

“Ella se ha convertido en una persona a la que veo para motivarme continuamente para mantener el ritmo”, dijo. “Su historia y progreso me han inspirado, y sé que va a inspirar a otros también”.

Evans ha recibido un gran aumento de confianza por el hecho de perder los kilos de más.

“Quiero ir a todos y a cualquier lugar. Cualquier motivo para comprar un traje nuevo e ir de compras”, dijo. “Si te sientes bien en el exterior, te sientes bien el interior”.

Ella tiene grandes planes para su cumpleaños 32 en septiembre. Ella quiere recrear algunas de las fotografías de su miserable cumpleaños 30 -esta vez con su nuevo y mejorado yo.