Por Jethro Mullen
(CNN) — En todos los salones de la escuela había extremidades mutiladas, envueltas en trapos ensangrentados.
El edificio estaba a cargo de la ONU y debía ser un refugio para los más de 3.000 civiles que huyen del letal conflicto entre Israel y Hamas en Gaza.
Sin embargo, los proyectiles cayeron durante la madrugada mientras quienes estaban dentro dormían; abrieron enormes agujeros en el techo y mataron a al menos 20 personas, según el Ministerio de Salud palestino.
“Vimos cuando cayeron los proyectiles y la metralla caía como si fuera lluvia”, dijo Sanaa abu Gerard, una mujer que atestiguó las explosiones.
“Estaba muy asustada y la escuela estaba llena de humo. Nos vertimos agua en los ojos tan solo para ver”.
El letal ataque del miércoles 30 de julio pone de relieve las crecientes preocupaciones de que en Gaza, donde los combates se desarrollan en las zonas densamente pobladas, parece que los refugios no son nada seguros.
Es la sexta vez que atacan a un complejo a cargo de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) en el conflicto actual, lo que agrava las dudas respecto a las tácticas que ambas facciones han usado en las zonas llenas de civiles.
“La gente que va a estos lugares espera que al ir allí estarán a salvo”, dijo Pierre Krahenbuhl, comisionado general de la UNRWA. “Esto confirma que al parecer no puedes estar a salvo en ninguna parte”.
‘Algo tan horrible’
La ONU cree que la artillería israelí disparó los proyectiles que cayeron en la escuela, localizada en el campamento de refugiados de Jabalya, en el norte de Gaza. Las fuerzas armadas de Israel están estudiando lo ocurrido y reconocieron que intercambiaron disparos con los militantes de la zona.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el ataque.
“Nada –nada– justifica algo tan horrible”, dijo.
Se esperaba que el Consejo de Seguridad de la ONU celebrara una reunión de emergencia por la mañana del jueves 31 de julio para abordar el ataque contra el refugio. Amnistía Internacional pidió que se lleve a cabo una investigación independiente de lo que describió como “un posible crimen de guerra”.
Se comunicaron las coordenadas de la escuela en varias ocasiones a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), incluso ocho horas antes de que la atacaran, señaló la ONU.
El teniente coronel Peter Lerner, vocero de las FDI, dijo que los israelíes estaban conscientes de que la gente se refugiaba en el edificio de la ONU y que “de ninguna manera eran un objetivo”.
“No hemos descartado que el mortero que cayó en el complejo haya pertenecido a Hamas”, dijo.
Sin embargo, Naciones Unidas culpa a Israel.
“Con base en los elementos iniciales, tras la primera evaluación tenemos indicios claros de que tres proyectiles cayeron en la escuela; tras analizar la metralla creemos que tenemos todos los argumentos para concluir que los proyectiles provinieron de la artillería israelí”, dijo Krahenbuhl.
Han atacado escuelas antes
El letal ataque a la escuela de Jabalya no es el primer caso en el que las instalaciones de la UNRWA se ven envueltas en el conflicto actual, en el que han muerto más de 1.300 personas en Gaza, en su mayoría civiles.
La organización, que ha ayudado a los refugiados palestinos de la región desde hace más de 60 años, señaló que actualmente alberga en sus edificios a unas 22.000 personas en condiciones de hacinamiento creciente. Eso equivale al 12% de la población de Gaza, que es de un millón 800.000 personas.
Los civiles de Gaza han tenido que huir de sus hogares en medio de los combates y ataques aéreos, aunque muchos de ellos dicen que sienten que no tienen a dónde ir en el pequeño y empobrecido territorio. Las instalaciones de la ONU han sido uno de los pocos lugares disponibles para buscar refugio.
La semana pasada murieron 16 personas en otro refugio de la ONU en el norte de Gaza. Las fuerzas armadas israelíes reconocieron que se equivocaron cuando dispararon un mortero al patio de una escuela durante un enfrentamiento con los militantes, pero señalaron que la explosión no pudo haber provocado muertes porque el patio estaba vacío.
Un equipo de CNN que visitó el refugio varias horas después del ataque con morteros vio indicios de que había habido heridos de gravedad en el patio.
La UNRWA señaló que siete de sus empleados han muerto desde el 7 de julio, un día antes de que Israel emprendiera su operación contra Hamas.
Las escuelas de la ONU también estuvieron bajo ataque en la incursión anterior de Israel en Gaza, en 2009: en uno de los casos, los proyectiles israelíes mataron a más de 40 civiles en los alrededores de una escuela. Israel anunció en ese entonces que Hamas estaba disparando desde la escuela, afirmación que la ONU cuestionó.
Escuelas vacías ahora son almacenes de cohetes
La ONU también acusó a Hamas de violar las reglas de guerra alalmacenar cohetes en otras tres escuelas de Gaza durante el conflicto actual. La ONU señaló que había abandonado las escuelas por temor a los intensos combates en las cercanías.
No se han encontrado armas en las escuelas de la ONU en las que se ha estado refugiando la gente o que han estado bajo control de la ONU, de acuerdo con John Ging, director operativo de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
El ataque a la escuela de Jabalya ha intensificado las críticas contra Israel por no tomar las medidas suficientes para evitar víctimas civiles en esta operación que tiene como objetivo impedir que Hamas siga lanzando cohetes y eliminar el sistema de túneles del grupo militante.
“Si el ataque contra esta escuela provino de la artillería israelí se trataría de un ataque indiscriminado y de un probable crimen de guerra”, dijo Philip Luther, director del programa Medio Oriente y Norte de África de Amnistía Internacional.
“Nunca debería usarse artillería contra objetivos en zonas civiles densamente pobladas y su uso en esos casos nunca debería considerarse un ataque ‘quirúrgico’”.
AI también llamó a Hamas y a otros grupos palestinos armados a “no poner en peligro a los civiles al almacenar municiones en instalaciones de la ONU y otros edificios civiles”.
‘Las zonas seguras no son zonas de combate’
Lerner, de las FDI, acusó a Hamas de explotar a los civiles y a las organizaciones humanitarias.
“Se esconden detrás de los emblemas de la ONU, se ocultan detrás de las ambulancias de la Cruz Roja y utilizan todo lo que pueden”, dijo. “En cambio, nosotros estamos advirtiendo a los civiles… Tratamos de limitar el impacto”.
Sin embargo, Israel está cada vez más presionado para redoblar sus esfuerzos.
Aunque reiteró que Israel tiene derecho a defenderse, el subsecretario de Prensa de la Casa Blanca, Eric Schultz, dijo: “también hemos dejado muy en claro que Israel tiene que hacer más para estar a la altura de sus propios estándares y limitar la cantidad de víctimas civiles”.
La vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf, respaldó el llamado.
“Hamas está tomando medidas que ponen en riesgo a los civiles. Sin embargo, creemos que los israelíes tienen que hacer más”, dijo.
Ban Ki-moon lo manifestó más sencillamente.
“Los albergues de Naciones Unidas deben ser zonas seguras, no zonas de combate”, dijo.
Con información de Karl Penhaul, Tim Lister, Chelsea J. Carter, Richard Roth y Samira Said