Por Jacque Wilson y Val Willmingham
(CNN) — A continuación presentamos un resumen de cinco estudios médicos publicados esta semana que podrían darte una nueva perspectiva de tu salud, mente y cuerpo.
Recuerda, la correlación no es causa; así que si en un estudio se encuentra una conexión entre dos cosas, no siempre significa que una causa la otra.
Los antibióticos podrían dañar el metabolismo de los niños
Revista: Cell
Si a los ratones pequeños se les da antibióticos a principios de su vida, tienen mayor probabilidad de tener obesidad, según lo que se encontró en un nuevo estudio del Centro Médico NYU Langone de Estados Unidos. Los investigadores descubrieron que cuando les daban antibióticos a los ratones durante una parte crítica del desarrollo temprano, las bacterias o microbios en las tripas de los ratones eran reprogramados.
Los científicos dicen que interrumpir la composición bacteriana del tracto gastrointestinal podría afectar la forma en que el metabolismo del cuerpo funciona. Un ritmo metabólico lento podría llevar a la obesidad, debido a que el cuerpo no quema calorías tan rápidamente.
Lee: ¿Cuánto tomar antibióticos y cuándo no?
“Encontramos que cuando perturbas los microbios a principios de la vida entre los ratones y después dejas los antibióticos, los microbios se normalizan pero los efectos en el metabolismo son permanentes”, dice el autor principal, el médico Martin Blaser, director del Programa Microbioma Humano de NYU y profesor de Microbiología en la Escuela de Medicina NYU. “Esto respalda la idea de una ventana del desarrollo en la que los microbios participan. Es un concepto novedoso, y proporcionamos evidencia directa a este”.
Los autores del estudio señalan que se necesita más evidencia para determinar si los antibióticos podrían llevar a la obesidad en humanos, y que los resultados del estudio no deben impedir que los médicos receten antibióticos a los niños cuando sea necesario.
La obesidad podría aumentar tu riesgo para múltiples cánceres
Revista: The Lancet
En uno de los mayores estudios hasta la fecha sobre la conexión entre el cáncer y la obesidad, los investigadores encontraron un vínculo entre un mayor índice de masa corporal y 10 tipos comunes de cáncer.
Los autores del estudio analizaron datos de más de cinco millones de personas mayores de 16 años que originalmente no tenían cáncer y después las siguieron durante un promedio de 7.5 años. Cada aumento de 4.9 kilogramos en su peso estaba más o menos asociado con un mayor riesgo de cáncer uterino, de vesícula biliar, riñón, cérvix y de la tiroides, y leucemia. El IMC también fue asociado positivamente con cánceres de hígado, colon, ovarios y de mama después de la menopausia, según el estudio.
“La cantidad de personas que tienen sobrepeso u obesidad aumenta rápidamente en Reino Unido y en todo el mundo”, dijo el autor del estudio, el médico Krishnan Bhaskaran, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres en Reino Unido. “Se reconoce que esto probablemente causa más diabetes y enfermedades cardiovasculares. Nuestros resultados muestran que si estas tendencias continúan, también podemos esperar ver más cánceres sustancialmente como resultado”.
Más ejercicio no siempre es mejor
Revista: Mayo Clinic Proceedings
Después de un infarto, los médicos generalmente alientan a los pacientes a ponerse en forma con la esperanza de revertir el daño, causado por las enfermedades cardiovasculares. Pero algunos sobrevivientes pueden hacerlo en exceso al intentar prevenir una recaída.
Los investigadores en la Clínica Mayo de Estados Unidos analizaron a más de 2,300 sobrevivientes de infartos durante un promedio de 10 años. Los sobrevivientes que hicieron ejercicio equivalente a un kilómetro de caminar o correr al día redujeron su riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares en un 21%, comparado con el grupo que se ejercitó menos. Los sobrevivientes que hicieron el equivalente de cinco a siete kilómetros al día redujeron su riesgo en un 64%. Pero los sobrevivientes que hicieron más de 7.2 kilómetros al día solo redujeron su riesgo en un 12%.
Los resultados sugieren que correr o caminar más de aproximadamente 48.2 kilómetros a la semana no tiene un beneficio añadido, según lo que dijeron los autores del estudio.
El médico Carl Lavie, un cardiólogo del Instituto Vascular y del Corazón John Ochsner en Nueva Orleans, llegó a esta conclusión: “Como dijo Hipócrates hace más de 2,000 años, ‘si pudiéramos darle a cada individuo la cantidad adecuada de nutrición y ejercicio, no muy poco y no demasiado, encontraríamos la forma más segura hacia la salud’”.
Los estadounidenses no son los únicos que comen demasiada sal
Revista: The New England Journal of Medicine
Después de analizar datos de encuestas y estudios de 187 países en todo el mundo, los investigadores saben que una cosa es segura: el consumo en exceso de sodio es un problema global.
Aproximadamente 1.65 millones de muertes cardiovasculares en 2010 fueron causadas por consumir demasiado sodio, concluyeron los autores de un estudio publicado el pasado jueves. Eso es casi 10% de todas las muertes vinculadas con enfermedades cardiovasculares.
De hecho, los investigadores dicen que un estimado del 99.2% de los adultos tiene una ingesta diaria promedio de sodio que excede la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de dos gramos al día. Mundialmente, el consumo promedio diario es de 3.95 gramos al día; cerca del doble de lo que se recomienda.
Demasiada sal puede aumentar la presión sanguínea, lo que lleva a un mayor riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Para consejos sobre cómo reducir tu ingesta de sodio, revisa el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Más alergias a alimentos fueron encontradas en niños de la ciudad
Revista: Journal of Allergy and Clinical Immunology
Los científicos saben que los niños de áreas urbanas tienen un mayor riesgo de asma y alergias ambientales. Pero en un nuevo estudio del Centro Infantil Johns Hopkins en Estados Unidos se sugiere que también tienen un mayor riesgo de alergias a alimentos que sus contrapartes.
Los investigadores analizaron a más de 500 niños de ciudades que viven en Baltimore, Boston, Nueva York y St. Louis, desde su nacimiento hasta los cinco años. Encontraron que uno de cada 10 niños eran alérgicos a los cacahuates, huevos y/o leche. Ese es el 10%; mientras que los científicos creen que aproximadamente el 6% de los niños en general en Estados Unidos tienen alergia a un alimento.
Los niños con alergias a alimentos también tenían mayor probabilidad de tener otro tipo de alergia.
“Nuestros resultados son una llamada de atención, al señalar una urgente necesidad para desentrañar las causas, contribuyentes y mecanismos que impulsan la alta prevalencia de alergias a alimentos entre un grupo que ya es vulnerable”, dice el autor principal, el médico Robert Wood, director de Alergia Pediátrica e Inmunología en Johns Hopkins.