(CNN) – Nunca supo el nombre de la mujer que mató 14 años atrás, cuando volvió a Arizona. Pero Matthew Gibson comenzó a recibir mensajes misteriosos, algunos iban firmados con el nombre de “Anita Townshed”. Y no pudo con la presión. Por eso el pasado mes de junio el hombre, de 55 años, condujo desde su casa en Carolina del Norte hasta llegar a Arizona. Allí, nada más entrar en el condado de Winslow, Arizona, acudió a la policía y confesó.
El diario Charlotte Observer desveló su historia el lunes, y entonces explicó que el nombre de la víctima de Gibson no era Anita, sino Barbara Brown. Y también que la policía no sabía nada acerca de Gibson.
“Creo que debido a que recientemente empezó a acercarse a la religión comenzó a sentirse culpable y quería hacer lo correcto”, dijo su abogado, Ron Gilleo.
Gibson nunca había tenido encontronazos con la ley, ni siquiera una multa de tráfico, dijo Gilleo.
“Podría haberse salido con la suya y nunca le habríamos descubierto”, dijo la detective de policía María García de Bullhead City.
Pero en lugar de eso, el hombre fue condenado a más de 10 años de prisión.
La historia comenzó en 1997, cuando la policía encontró el cuerpo de Barbara Brown en el río Colorado en Bullhead City, a unas 50 millas al sureste de Las Vegas.
Según el diario Charlotte Observer, Gibson dijo a la policía que había conocido a Brown una noche y los dos estuvieron en su caravana. La encontró “ruidosa y repulsiva”, dijo el diario, pero se negó a marcharse de allí.
Él utilizó una linterna grande para matarla a golpes, dijo García, puso su cuerpo en el maletero de su coche y la tiró en un parque. Tiró la linterna en una carretera cuando conducía rumbo a Las Vegas.
Unos meses más tarde, se marchó de Bullhead City, según la policía.
Por entonces, Gibson consumía drogas habitualmente, aunque el Observador informó de que Gibson se había desintoxicado hace unos años.
Entonces, este verano, los mensajes comenzaron a llegar.
Recibió mensajes de texto, dijo la policía, y aseguró a las autoridades que había recibido una llamada telefónica de Walmart diciéndole que la denuncia de Townshed estaba preparada. También recibió un anuncio de Walmart sin nombre o la dirección de retorno, según el diario.
Se sentía, según un informe de la policía, que tenía “algo pendiente en su cabeza”.
El 5 de junio, entró en el Departamento de Policía de Winslow y dijo que quería confesar un delito, de acuerdo con el informe de la policía.
La Policía de Bullhead City, alertados por colegas en Winslow, buscaron sus archivos y encontraron la muerte de Brown.
Consiguieron una orden para arrestarle. Se declaró culpable de homicidio la semana pasada y fue condenado a 10 años y medio de cárcel, dijo Gilleo.
“No tenía intención de matar a nadie” publicó el Observador citando a Gibson en una declaración a la policía. “Pero fue así, y yo como hombre aceptaré mi castigo”.
Gilleo dijo que su cliente siempre ha dicho que nunca quiso matar a Brown. “Él está muy arrepentido y siente que todo esto sucediera”.