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Por Wilfred Chan, CNN

Hong Kong (CNN) – Eran las 22:00 horas del domingo y se suponía que Michelle Li, una bailarina de 22 años, iba a estar en su cuarto haciendo tarea.

Pero leer en Facebook cómo la policía disparaba gas a los manifestantes prodemocracia en el centro de Hong Kong la agitó demasiado como para seguir estudiando. En minutos, siguió las publicaciones en línea hacia la protesta; y pronto también le dispararon gas lacrimógeno.

Solo mantuvo los ojos abiertos para ver su dispositivo móvil. “Mientras librábamos la batalla, nos gritábamos noticias entre sí”, dice a CNN. “Pero antes y después, actualizábamos a las personas en internet”.

Es una respuesta de alta tecnología a una situación de mucho estrés. Armados con teléfonos de alta gama en algunas de las redes móviles más rápidas del mundo, los jóvenes manifestantes de Hong Kong pueden organizarse a una velocidad tan rápida que las generaciones más viejas de activistas solo podían imaginarse.

“Internet es una razón crítica por la que estas protestas explotaron tan rápidamente y tan fuera de control”, dice Li. “Todos queremos noticias instantáneas y las personas están muy intranquilos”.

Casi una hora después de que a Li le rociaran gas lacrimógeno, muchos jóvenes, con smartphones brillantes, utilizaron aplicaciones de chat en grupo como WhatsApp y Firechat para establecer una protesta disidente aproximadamente cinco kilómetros al norte del distrito central de Hong Kong.

Justo antes de que el reloj diera la medianoche este domingo, al menos 1.000 manifestantes; muchos atendiendo a mensajes que fueron publicados en línea minutos antes, comenzaron a inundar la avenida principal en el distrito de compras Mong Kok de Hong Kong, dejando sorprendida y superada en número a la policía.

Después, en un movimiento coordinado, docenas de jóvenes estacionaron camionetas y camiones en una formación estrecha, rodeando con protección a los manifestantes.

La policía parecía incapaz de responder y se retiró de la escena. Junto con muchas otras partes de Hong Kong, Mong Kok permanece ocupada con manifestantes la noche de este lunes.

Confusión entre multitudes

Mientras los manifestantes desarrollan formas nuevas de organizarse en línea, se vuelve menos claro quién es el líder.

La noche de este domingo, líderes de protesta estudiantiles; incluido el estudiante de preparatoria Joshua Wong, pidieron a los partidarios ir a sus casas por seguridad, pero miles de manifestantes continuaron uniéndose a las protestas después de la medianoche.

Rumores de una ofensiva inminente también se añadieron a la confusión.

Un mensaje dirigido a CNN contenía una grabación de celular de un joven que afirmaba ser el hijo de un policía.

“Habrá entre 2.000 y 3.000 policías hoy”, decía la voz. “Por favor difundan esto, solo no citen mi nombre”.

Otra imagen brevemente generó pánico la noche de este domingo, que parecía mostrar vehículos militares chinos que se dirigían a la protesta. Luego resultaron ser fotos de una fecha no relacionada.

Para intentar calmar los nervios, un grupo de 11 estudiantes de periodismo en la Universidad de Hong Kong comenzaron una página de Facebook con actualizaciones minuto a minuto de las protestas que afirman haber verificado. La página, lanzada hace menos de 24 horas, ya tiene más de 70.000 seguidores.

“No muchos de nuestros amigos creen realmente lo que ven en televisión”, dice Gloria Cheung de 23 años, quien ayuda a dirigir la página de Facebook. “Pero hay muchos rumores que causan pánico en internet”.

“En estos momentos solo queremos verificar información, para que las personas no se confundan”. Sin embargo, los habitantes locales no son los únicos que buscan noticias.

Un grupo de voluntarios utilizó las redes sociales para traducir actualizaciones de protestas a trece idiomas, utilizando el hashtag #UmbrellaMovement; una referencia a las sombrillas utilizadas por los manifestantes de Hong Kong para protegerse del gas pimienta.

‘Lo que es aterrador es que no tenemos miedo’

A pesar de la sofisticación de sus herramientas y la eficiencia de sus acciones, estudiantes como Cheung y Li comparten un sentimiento de que el mundo que conocen se cae a pedazos.

“Es una impresión para mí y mis amigos”, dice Cheung. “Hemos vivido una vida tan normal, protegida y cómoda en Hong Kong. Nunca pensamos que habría explosiones de gas lacrimógeno”.

Li dice que es alarmante cuán rápido los jóvenes se han adaptado al caos como si fuera normal. Al principio, dijo que su grupo de amigos tenía miedo de ser arrestado, luego tenía miedo del gas pimienta y luego de que les echaran gas.

“Lo que es aterrador es que, cada vez más tenemos menos miedo; y la policía podría tener que desplegar armas más terribles para asustarnos”.

El temor a un derramamiento de sangre quizá es mayor en la generación mayor de Hong Kong, quienes todavía tienen fresco lo ocurrido en la Plaza Tiananmen.

Li reproduce un mensaje de voz en WhatsApp que le enviaron el domingo por la noche de parte de su exprofesora de preparatoria.

“Hola estudiantes, es su maestra. Estoy a salvo en estos momentos, por favor no se preocupen”, dice la mujer constantemente.

De repente, su voz se corta con emoción.

“Pero por favor, escúchenme, no salgan ya, son estudiantes de preparatoria. No deben enfrentarse a estas escenas, por favor vayan a casa”.

“Porque no quiero que les ocurra nada”, continúa entre llantos.

“Si están en la protesta ahora y pueden escuchar mi voz, por favor váyanse inmediatamente, porque no sabemos qué va a pasar después”.