Por Brad Lendon, CNN
(CNN) – El mar de Aral fue alguna vez el cuarto lago más grande del mundo. Ahora gran parte de este cuerpo de agua es un vasto desierto tóxico entre la frontera de Kazajstán y Uzbekistán, dos antiguas repúblicas soviéticas de Asia central.
En imágenes recientemente divulgadas, el Observatorio de la Tierra de la NASA muestra la dimensión de la reducción en los últimos 14 años.
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El daño alcanzó su punto crítico este año, cuando el lóbulo oriental del sur del mar de Aral —que en realidad era el centro del lago original— se secó completamente.
Hasta los años 60, el mar de Aral era nutrido por dos ríos, el Amu Daria y el Sir Daria, que llevaban nieve derretida de las montañas del sureste, y la precipitación local. Pero en esa década, la Unión Soviética desvió agua de los ríos hacia canales como suministro para la agricultura en la región.
Con la pérdida de agua, el lago empezó a disminuir y sus niveles de salinidad a aumentar. Los fertilizantes y residuos químicos contaminaron el lecho del lago. A medida de que el lecho quedaba expuesto, los vientos movieron la tierra contaminada hacia tierras de cultivo circundantes, lo que significa que incluso más agua era necesaria para permitir que la tierra fuera apta para la agricultura, según dice el comunicado de la NASA.
El nivel del agua también ha cambiado el clima local. Sin el agua del lago para moderar las temperaturas, los inviernos se volvieron más fríos y los veranos más calientes, dijo el Observatorio de la Tierra.