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Por Chris Murphy, CNN

(CNN) – Estar motivado para la Ryder Cup no fue problema para Rory McIlroy.

Habiendo jurado antes del torneo que sería el talismán de Europa, el cuatro veces campeón de los majors no tuvo otra opción que anotar y anotó.

Cuando Estados Unidos amenazó con establecer un punto de apoyo en los partidos individuales del domingo liderando en cinco partidos, el número 1 del mundo destrozó de forma brutal a Rickie Fowler.

El estadounidense –quien se convirtió en el tercer jugador de golf de la era moderna en estar entre los cinco primeros en cada uno de los cuatro majors del 2014– fue dejado cinco abajo luego de seis hoyos y derrotado en el hoyo 14.

Esa derrota encendió a los compañeros de McIlroy, quienes lograron ganar la tercera Ryder Cup consecutiva por un margen de cinco puntos, 16,5-11,5.

“Fue muy fácil poder levantarme hoy”, le dijo McIlroy a CNN.

“Probablemente lo más emocionado que he estado por jugar 18 hoyos de golf desde hace mucho tiempo. Significó mucho para mí. No sé por qué”.

“Ganar como parte de un equipo, estar con este grupo de chicos durante toda la semana, quería salir y mostrar un buen rendimiento para ellos, conseguir azul en el tablero desde el inicio, lograr un poco de impulso para nosotros y yo podía hacerlo”, dijo el actual número uno del mundo.

El fin de semana de McIlroy iba mejorando al pasar las horas. Una derrota en el “fourballs” del viernes por la mañana junto a Sergio García de España fue seguida por medio punto arrebatado en el último hoyo en los “foursomes” de la tarde.

El sábado por la mañana se logró otra media, esta vez con su compañero Ian Poulter antes de que McIlroy se reuniera con García para una victoria sobre Jim Furyk y Hunter Mahan.

Pero fue en los partidos individuales que McIlroy sobresalió, impulsando a su equipo hacia la línea de meta y manteniendo su récord de 100% en la batalla bienal contra los norteamericanos.

“Esta ha sido una victoria fantástica, en cuanto al hecho de que tomamos el control casi desde el inicio y pudimos hacer el trabajo”, explicó.

“Tal vez no fue tan emocionante como la de Medinah hace un par de años, pero aun así es igual de satisfactorio volver a ganar la Ryder Cup”, añadió McIlroy en referencia a la sorprendente victoria de Europa en 2012. “Esta es mi tercera victoria y se siente fantástico”.

El equipo de Estados Unidos ganó las dos sesiones de fourballs por 5-3, pero el juego cambió durante los partidos foursomes, donde los jugadores toman tiros alternos, a favor de Europa, ganando la sesión con un margen contundente de 7-1.

“Si ves la alineación de nuestro equipo tenemos una gran cantidad de buenos golpeadores, una gran cantidad de jugadores sólidos, un montón de jugadores que hacen varios fairways y un montón de greens que es lo que necesitas hacer en los foursomes”, dijo McIlroy.

“Si ves al equipo de Estados Unidos, ellos tienen algunos jugadores que son más agresivos, los jugadores que hacen golpes largos, podrían no hacer muchos fairways, pero están acostumbrados a jugar así”.

“Parece que nos unimos un poco mejor, en cuanto a nuestros juegos hicimos pareja de una mejor manera, creo que por eso lo hicimos tan bien en los foursomes”.

McIlroy fue influyente al asegurarse que Paul McGinley ser el capitán y el irlandés resultó ser popular entre su equipo.

McGinley, quien ganó las tres veces que participó como jugador en la Ryder Cup, hizo énfasis en sus jugadores desde el momento en que llegaron a Gleneagles que estos eran momentos que debían valorar y disfrutar.

Eso conmovió a los miembros de su equipo, quienes estuvieron mucho más relajados durante la semana que sus primos estadounidenses.

“Estoy muy orgulloso de ellos”, le dijo McGinley a CNN, cuyo blazer estaba empapado en champán.

“Una cosa es tener un plan, como el que yo tenía, otra cosa es ejecutarlo –eso es lo difícil– pero más que nada, hacerlo con una sonrisa en tu rostro. Hablamos acerca del tema el lunes, quería que los jugadores lo disfrutaran”, dijo McGinley.

“Estos son grandes momentos de tu vida, en tu carrera, no dejes que se te vayan a causa de los nervios, aprovecha y disfruta cada momento, incluso si pierdes. Hay algo grande en la Ryder Cup que ningún otro torneo tiene”.

“Es importante que ganáramos y muchas decisiones fueron correctas, decisiones bien pensadas en varias ocasiones, pero hice mucho trabajo preliminar, mucha investigación, mucho instinto; me he estado preparando para este trabajo durante muchos años”.

McGinley, a quien regañaron con cariño durante la conferencia de prensa del equipo por usar un chaleco, creó una atmósfera que motivó al equipo europeo para que aceptara su condición de favoritos.

Y sus celebraciones con los jugadores una vez que se confirmó la victoria destacaron la unidad en su campamento, en marcado contraste con los estadounidenses, ya que Phil Mickleson criticó la capitanía de Tom Watson en su conferencia de prensa.

Cuando le pidieron que resumiera su experiencia en una palabra, McGinley dijo: “Unidad”. Si con el resto de jugadores con los que he jugado, pudiera lograr la unidad que tengo con los muchachos con los que estuve esta semana, eso significaría mucho.

“En 30 años, cuando sean viejos y tengan el cabello gris, y se reúnan entre ellos en algún evento social y digan ‘¿Te recuerdas de Gleneagles?’ y se den un abrazo de hombres, habré alcanzado mi objetivo”.