(CNN Español) – Con una misa solemne en la Basílica de San Pedro del Vaticano se abrió el domingo la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de obispos católicos sobre la Familia.
Un total de 253 sacerdotes debatirán sobre diferentes temas de importancia según la mirada de la Iglesia Católica, que hasta el momento habían estado excluidos de la agenda de discusión, entre los que se destacan aspectos civiles como la familia, los divorcios, las uniones entre personas del mismo sexo, los métodos anticonceptivos y el aborto.
La ceremonia, presidida por el papa Francisco, reunió en el templo vaticano a las autoridades eclesiásticas y demás participantes que formarán parte de esta asamblea sinodal en la que, además, se tratarán otros temas “urgentes” como la pobreza, la inmigración o la violencia.
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El papa Francisco instó a los participantes del sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia a hablar con libertad y decir todo lo que sientan, pero también respetando las opiniones de los demás. Esta reunión es una de las más esperadas por las cuestiones que se tratarán: los desafíos de la Iglesia sobre la familia.
Según el pontífice argentino, en el último consistorio, reunión de cardenales, uno de los prelados le escribió para decirle que algunos no “habían tenido el valor de decir todo lo que pensaban al creer que el papa pensaba de manera diferente a ellos”. Y por ello, indicó que “esto no está bien”, y que una verdadera “sinodalidad” es “hablar claro”.
Estos encuentros tocarán a su fin el domingo 19 de octubre con la beatificación del Papa Pablo VI, quien, además de concluir el decisivo Concilio Vaticano II, instituyó el Sínodo de Obispos.