Por Lars Hinnerskov Eriksen
(CNN) — Es el hogar de un sistema de sonido de Jamaica y de una resbaladilla con forma de elefante de Chernobyl.
Aquí encontrarás un ring de boxeo de Tailandia, equipo para ejercitarse de la playa de Santa Mónica, lámparas de luz de los Emiratos Árabes Unidos y columpios de Bagdad.
Si estás desde un móvil mira las fotos aquí
Eso es Superkilen, un parque urbano y zona de ciclismo en Norrebro, un vecindario bohemio de Copenhague, Dinamarca que se ha convertido en uno de los lugares más éticamente diversos de este país.
Este ecléctico lugar puede ser considerado como el espacio público más surreal del mundo.
Con casi un kilómetro de rutas para ciclistas, Superkilen es un ejercicio para crear comunidad que nació de la iniciativa de los residentes y de algunos de los arquitectos europeos más experimentales.
Existen tres zonas distintivas en este parque. Al inicio de la conocida como “El Parque Verde” se encuentra un palo de 14 metros de alto con una dona gigante y un señalamiento neón. Esto proviene de un restaurante en Pensilvania y se ve como algo por lo que Homero Simpson salivaría.
Un escenario que recuerda a las carreteras estadounidenses
Cuando se ve de lejos el letrero con la dona y los logos de las tiendas de ventas de autos parecería que se está en una carretera estadounidense.
Hacia el sur del paque podemos ver un toro de hierro, un tributo a la compañía española taurina Osborne. A éste le sigue una cancha de basquetbol dentro de una estructura con forma de tazón.
La cancha asemeja al estadio Lujino de Mogadiscio en Somalia, un lugar que en algún momento fue usado por el grupo Al-Shabaab para realizar asaltos a la residencia presidencial y que ahora sirve para entrenar a los equipos nacionales de basquetbol.
También hay objetos pequeños que son resaltados por la aplicación para smartphones del parque Superkilen. Estos son botes de basura del puerto de Blackpool en Inglaterra, drenajes de Suiza, una cubierta de Israel y siete estacionamientos para bicicleta de diferentes lugares de Europa.
Es un lugar multicultural.
Algunos de los objetos de Superkilen son originales mientras que otros son réplicas que cumplen con los requisitos regulatorios de parques y espacios públicos en Dinamarca.
Los objetos se eligieron luego de revisar ideas en algunas reuniones comunitarias. No se pidió a los habitantes que eligieran objetos de sus lugares de origen, algunos estuvieron inspirados en sus vacaciones, pero se buscaba mostrar la diversidad de un vecindario compuesto por más de 60 nacionalidades.
Exposición mundial
Superkilen es una colaboración del grupo artístico Superflex, compuesto por los arquitectos de Topotek 1 basados en Berlín y los daneses del grupo BIG-Bjarke Ingels.
Ingels ha sido la mente maestra detrás de algunos de los proyectos más ambiciosos en Copenhague, incluyendo una alberca pública en el puerto y el plan de convertir una zona de esquí en un incinerador.
“Con Superkilen tuvimos una manera de utilizar la diversidad de la población local” dijo Nanna Gyldholm Moller del grupo BIG-Bjarke Ingels. “Más que sólo tener la misma banca que verás en cualquier otro parque de Copenhague, ¿por qué no involucrar a los vecinos para traer los mejores objetos de alrededor del mundo y hacer una exposición internacional?”
Un buen ejemplo está en la parte final del “Parque Verde”, es un montón de pasto con un pedazo de piso rojizo. La tierra viene de diferentes pueblos de Palestina y fue traído por dos mujeres que viajaron al Medio Oriente.
“Nosotras recojimos la tierra para poder traer un pedazo de Palestina a Dinamarca”, dijo una mujer, Alaa, en un video que aparece en la app del parque.
Un grupo de niños pasea por un pedazo de asfalto pintado como cebra. Las rayas llevan a un cuadrado negro, la segunda parte del parque Superkilen.
Los vecinos primero se enojaron al saber que el pasto del parque sería cubierto ocn asfalto, pero el ‘cuadrado negro’ es el aspecto visual más emocionante del proyecto.