Por Delia Gallagher, CNN
(CNN) – Un nuevo informe del Vaticano, que utiliza un lenguaje sorprendentemente abierto, dice que la iglesia debe acoger y apreciar a los homosexuales, y ofrece una solución para los católicos que se vuelven a casar y para los divorciados que quieren recibir la Comunión.
En una conferencia de prensa que se realizó el lunes para presentar el informe, el cardenal Louis Antonio Tagle, de Filipinas, dijo que los cleros católicos que se reúnen ahí se han enfocado en gran medida en el impacto que la pobreza, las guerras y la inmigración tiene sobre las familias.
Pero el nuevo lenguaje propuesto sobre los homosexuales y los matrimonios civiles representa un “terremoto pastoral”, dijo un periodista veterano del Vaticano.
“En cuanto a los homosexuales, fueron al extremo de plantear la pregunta de si la iglesia podía aceptar y valorar su orientación sexual sin comprometer la doctrina católica”, dijo John Thavis, ex jefe de la oficina de Catholic News Service en Roma.
El reverendo James Martin, autor y sacerdote jesuita, llamó “revolucionario” al lenguaje utilizado en el informe sobre los homosexuales y las lesbianas.
“La forma en que la Iglesia Católica habla de la gente gay ha cambiado de forma impresionante”.
“El sínodo decía que los homosexuales tienen ‘dones y talentos para ofrecerle a la comunidad cristiana’. Esto es algo que hasta hace unos años hubiera sido impensable”, agregó Martin.
El Catecismo Católico dice que los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados” y pide que los gays y las lesbianas vivan en castidad. Durante el tiempo del papa Benedicto XVI, la iglesia había intentado purgar a los hombres con “tendencias homosexuales profundamente arraigadas”.
Pero el papa Francisco, aunque apegado a la enseñanza católica, ha utilizado un tono más suave; como todos saben, en 2013 dijo: “¿Quién soy yo para juzgar?” a los gays y a las lesbianas. El informe que fue publicado el lunes, un resumen de las discusiones que durante una semana se llevaron a cabo a puerta cerrada con casi 200 obispos, cardenales y sacerdotes, juntamente con el papa Francisco, continúa con esa tendencia.
Las discusiones continúan esta semana y se emitirá un informe final cuando concluyan las mismas.
El objetivo de esta reunión, oficialmente llamada “sínodo extraordinario de los obispos sobre la familia”, es presentar propuestas de trabajo para una reunión más amplia, que se llevará a cabo en octubre del 2015.
Este es un resumen de hacia donde podría dirigirse la iglesia en cuanto a temas polémicos.
Gays y lesbianas
El informe firmemente vuelve a declarar que la posición de la Iglesia Católica es que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y, por lo tanto, “las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser consideradas en el mismo nivel que el matrimonio entre un hombre y una mujer”.
Sin embargo, señala que existen ejemplos de buenas relaciones homosexuales “en la que la ayuda mutua hasta el punto del sacrificio constituye un apoyo valioso en la vida de la pareja”.
El informe dice lo siguiente:
“Los homosexuales tienen dones y cualidades que ofrecerle a la comunidad cristiana. ¿Somos capaces de acoger a estas personas, garantizándoles un espacio fraterno en nuestras comunidades? A menudo desean encontrar una iglesia que les ofrezca un hogar acogedor. ¿Son nuestras comunidades capaces de proporcionar eso, al aceptar y valorar su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?” .
El informe añade que la Iglesia debe prestar “especial atención a los niños que viven con parejas del mismo sexo, haciendo hincapié en que las necesidades y los derechos de los más pequeños siempre deben ser la prioridad”.
Por último, el informe lamenta cualquier presión externa de “organismos internacionales” que hacen que las “regulaciones inspiradas en la ideología de género” sean un requisito previo para la ayuda financiera.
Comunión
Respecto al tema que se ha debatido con vehemencia sobre la Comunión para los católicos que se vuelven a casar y los divorciados, el informe del sínodo ofrece una solución de la “vía de la penitencia” o un período de reflexión y penitencia que permitiría que las parejas en un segundo matrimonio puedan recibir la comunión.
Esta solución, indica, no debe ser una “posibilidad general”, pero una que podría aplicarse en ciertos casos. Correspondería al obispo local tomar la decisión.
El documento indica que esto solo era una posible solución y que el problema requiere más estudio.
Anulaciones
“La aceleración del procedimiento” de concesión de anulaciones fue solicitado por muchos, según el informe. El sínodo sugirió diversas formas de hacer que las anulaciones sean “más accesibles y flexibles”.
Anticoncepción
Las discusiones del sínodo reiteraron “la correcta instrucción sobre los métodos naturales” que la iglesia recomienda en relación al control de la natalidad.
Al citar los factores económicos que a veces contribuyen a la decisión de no tener hijos, el sínodo, no obstante, afirma que “ser abiertos a la vida es una exigencia intrínseca del amor conyugal”.
La cohabitación y el matrimonio civil
Las discusiones del sínodo hicieron énfasis en la “realidad positiva” de los matrimonios civiles y la convivencia que, aunque no es lo ideal para el matrimonio cristiano, aun así contienen “elementos constructivos”.
Muchas parejas que optan por vivir juntos, de acuerdo con el sínodo, lo hacen por razones económicas.
“La simple cohabitación a menudo es una elección inspirada por una actitud general, la cual se opone a las instituciones y a los compromisos definitivos, pero también puede ser mientras esperan una existencia segura (un trabajo estable e ingresos)”.
“En otros países las uniones de hecho son muy numerosas… porque casarse es un lujo; así que, esa pobreza material anima a la gente a vivir en unión de hecho”.
En estos casos, el sínodo dice: “La iglesia está llamada a ser la casa de los Padres, con las puertas siempre abiertas… donde hay un lugar para todo el mundo, con todos sus problemas”.
Daniel Burke de CNN contribuyó con este reportaje