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Por Hilary Whiteman y Chieu Luu, CNNMoney

(CNN) — Algunos manifestantes y la policía se enfrentaron este martes por la noche en Hong Kong, cuando el movimiento prodemocracia trató de recuperar una calle clave.

La policía trató de bloquear su retorno a la avenida Lung Wo, donde se ubica la sede del gobierno, una vialidad clave para el acceso vehicular a las oficinas del gobierno central.

Una pelea llevó a las autoridades a desplegar un equipo de la policía antidisturbios con máscaras, toletes y gas pimienta. La policía atravesó un túnel para llegar a los manifestantes, pero ellos lograron flanquear la policía. Los agentes fueron rodeados en el túnel.

Un equipo de CNN vio que algunos manifestantes resultaron golpeados por la policía, y al menos una persona fue rociada con gas pimienta. Los manifestantes se defendieron con sombrillas.

Después de 30 minutos en un punto muerto, la policía se vio obligada a retirarse, lo que siguió a una reacción de manifestantes que gritaban con los puños en el aire.

Fue una victoria estratégica sorprendente para los manifestantes, que retomaron la avenida y establecieron nuevas barricadas.

Más temprano, la policía había desmantelado algunas vallas y cuerdas que eran utilizadas para unir vallas metálicas, carteles, barreras de madera y cajas de reciclaje que bloquean el tráfico a través de Admiratly, una vía principal en Hong Kong.

No había ninguna señal de resistencia mientras los policías se llevaban las barricadas en camiones.

Los activistas prodemocracia han acampado en la zona por más de dos semanas para presionar al gobierno a cambiar la forma en que se elige a su gobierno.

El lunes, los enfrentamientos estallaron cuando un grupo de opositores a los manifestantes trataron de derribar las barricadas. Los acusaban de dañar su sustento.

La policía intervino formando una cadena humana para mantener a los dos lados separados. Con el tiempo los opositores a las protestas se retiraron.

En el momento álgido de las protestas, que comenzaron a finales de septiembre, decenas de miles de manifestantes se reunieron en las calles para exigir una mayor participación en la elección de gobernantes.

El tráfico en las otras partes de la ciudad se ha obstruido debido a los cierres de vialidades, cancelaciones de rutas de autobús y tranvía, y la circulación entorpecida alrededor del sitio de protesta.

Mientras que el número de manifestantes disminuyó hacia el final de la semana pasada, retomó su fuerza el fin de semana, cuando los líderes de la protesta pidieron refuerzos.

El discurso de Leung

El fin de semana, el jefe del Ejecutivo local, C. Y. Leung, emitió su primer discurso en directo desde que los manifestantes bloquearon las principales rutas por la ciudad. En declaraciones a la estación local TVB, Leung dijo que las protestas no eran una “revolución”, sino un “movimiento de masas que se ha salido de control”.

Dijo que los líderes estudiantiles tenían “casi cero posibilidades” de mover al gobierno en Beijing a su postura sobre cómo es elegido líder de Hong Kong. Añadió que no accedería a las demandas de los manifestantes que piden su renuncia, porque su renuncia “no va a resolver el problema”.

En respuesta a los comentarios, los tres grupos principales que impulsan la campaña dijeron que era el gobierno el que estaba fuera de control, “un gobierno que dispara gas lacrimógeno a ciudadanos desarmados y termina unilateralmente el diálogo con los estudiantes”.

El 28 de septiembre, la policía disparó 87 rondas de gas lacrimógeno contra la multitud después de que los manifestantes no aceptaron dispersarse.

Carta abierta a China

El fin de semana, los líderes estudiantiles de grupo de protesta Scholarism y la Federación de Estudiantes de Hong Kong escribieron una carta abierta al presidente de China, Xi Jinping, instándole a considerar cuidadosamente su causa.

“Sólo habrá más ciudadanos desilusionados con nuestras instituciones corrompidas, marchando y protestando, siempre y cuando no haya democracia genuina en este lugar”, escribieron.

La carta dijo que la ocupación “definitivamente no es una revolución o algo parecido, sino más bien un movimiento por la democracia”, en referencia a la expresión “revolución de los paraguas” que fue acuñada después de que los manifestantes utilizan sombrillas para protegerse del gas pimienta y gases lacrimógenos.

La vista desde China

Xi no ha comentado sobre las protestas, pero los censores chinos han estado ocupados bloqueando los informes del movimiento, incluyendo el acceso al sitio de Instagram.

Un comentario publicado en un medio controlado por el Estado, el Diario del Pueblo de China, tituló el lunes: “¿Por qué EU está tan interesado en la revolución?”, y acusó al gobierno estadounidense de interferir en los asuntos de Hong Kong.

“Es poco probable que Estados Unidos admita la manipulación del movimiento de ocupación, al igual que no admitirá la manipulación de otras fuerzas contrarias a China. Ve las actividades como justificadas por la ‘democracia’, ‘libertad’, ‘derechos humanos’ y otros valores”, decía.

Dijo que la corriente principal de los medios estadounidenses había mostrado “interés excepcional” en las protestas y había tratado de presentarlas como la versión de Hong Kong de una “revolución”, en referencia a los movimientos prodemocracia en todo el mundo, incluyendo la “primavera árabe” y la “Revolución Naranja” de Ucrania.

Wilfred Chan, Anjali Tsui y Vivian Kam contribuyeron con este reporte.