(CNN Español) – Tras una década de crecimiento y transformaciones, el oficialismo de izquierda busca continuar en el poder con Tabaré Vázquez, mientras los movimientos de oposición pretendían recuperar la mayoría parlamentaria.

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Las encuestas de boca de urna indican que Tabaré Vázquez (Frente Amplio) y el centroderechista Luis Lacalle Pou (Partido Nacional) irán a segunda vuelta el 30 de noviembre. El resultado oficial de la primera vuelta se conocerá el lunes 27 de octubre.

El candidato que quedó en el tercer lugar, Pedro Bordaberry del Partido Colorado, anunció a través de Twitter que trabajará con Luis Lacalle, “sin pedir nada”, para conseguir los cambios que el país necesita.

Vázquez, quien fue presidente entre 2005 y 2010, lideró la votación. En su discurso en la noche del domingo dijo que asume “la responsabilidad para un nuevo gobierno progresista con todas mis fuerzas”.

El expresidente señaló que la mayoría parlamentaria del Frente Amplio no es para “imponer” sino para “convocar diálogo con más fuerza”.

Así se vivió la jornada, minuto a minuto:

Alrededor de 2,6 millones de uruguayos estaban llamados a las urnas para escoger presidente y vicepresidente del país, y para renovar completamente el Congreso, así como a los miembros de las 19 juntas electorales.

Durante la campaña hubo dos temas centrales en la elección: la propuestas para mejorar la seguridad y para mejorar la educación. En el caso uruguayo, la economía, que ha mejorado notoriamente durante la última década, no ha sido un tema de debate en esta campaña electoral.

En un país con poco más del 1% de analfabetismo y más del 80% de los niños y adolescentes en la educación pública, el problema principal está en la secundaria, donde la tasa de deserción es alta.

Los apellidos en la contienda electoral son viejos conocidos de la política uruguaya: el expresidente Tabaré Vázquez, el primer mandatario del partido izquierdista Frente Amplio, quien gobernó entre 2005 y 2010; Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, el hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle, quien gobernó de 1990 a 1995; y Pedro Bordaberry, del Partido Colorado, hijo del expresidente constitucional y luego dictador en la década del 70, Juan María Bordaberry.

En las elecciones anteriores hace cinco años, era el padre de Lacalle Pou el que disputaba el poder a la izquierda, también junto a pedro Bordaberry. En aquel caso, por mayoría ajustada, el ganador fue José Mujica.

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El escenario ahora parece ser aún más ajustado que la elección anterior.

Para Daniel Bouquet, politólogo de la Universidad de la República, “casi seguro hay balotaje: el Frente Amplio podría perder la mayoría legislativa por poco”. La segunda vuelta se realizaría el 30 de noviembre.

Los partidos luchan por muy pocos votos serían los que definirán las elecciones. Según los analistas, alrededor del 80% de los votantes ya tienen definido su voto. Y es el 20% restante el que definirá quién será el futuro presidente de Uruguay.

¿Qué pasará con las transformaciones progresistas? 

Durante el gobierno de José Mujica, Uruguay experimentó importantes transformaciones en su legislación social, como la legalización de la marihuana, la despenalización del aborto o la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.

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Una de las preguntas ahora ante las elecciones de este domingo es qué pasará en el próximo gobierno. Según analistas, el único derecho que podría caer es el de la marihuana si pierde el oficialista Frente Amplio.

El candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, no comparte algunos de los aspectos de esta ley aprobada en 2013, aunque defendió en su momento el autocultivo de cannabis. Por su parte, el candidato del partido colorado, Pedro Bordaberry, ha dicho que quiere que la ley sea derogada.

Cuando fue presidente, el izquierdista Tabaré Vázquez, ahora candidato del Frente Amplio, vetó en 2008 una ley que despenalizaba el aborto. Esa misma ley con algunas modificaciones fue aprobada en 2012 durante el período que ahora culmina Mujica. Sin embargo, según analistas, Vázquez no se vería tentado a volver a combatir una ley que no comparte.

La ley del aborto fue sometida a una consulta popular impulsada por un sector del Partido Nacional de Lacalle Pou, que fracasó en su intento de someterla a plebiscito.

En cuanto al matrimonio igualitario, aunque hay quienes se oponen, sobre ese tema parece haber consenso político.

La mayoría de estas transformaciones fueron gestadas y se les dio forma en el parlamento uruguayo. Por lo tanto, la clave de su futuro no estará tanto en la figura del próximo presidente de Uruguay que se elija este domingo, sino en los nombres de cada una de las bancas que se establecerán en el próximo Congreso.

Con información de Darío Klein