Por Susanne Gargiulo, para CNN
(CNN) – Así que, aquí está este mono, viviendo en la jungla.
Todos los días se levanta, da un paseo por el bosque, se balancea en unas cuantas cuerdas, saluda a sus compañeros monos en el abrevadero, saborea unos cuantos bananos, y luego, se sienta para resolver algunos negocios de monos en la copa de un árbol bañada por el sol.
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Más tarde, se aleja para tomar una siesta detrás de un arbusto, escuchando el sonido de los pájaros y el goteo de un arroyo cercano.
Éste, se dice a sí mismo mientras se queda dormido, es el ambiente perfecto para un mono como yo.
Resulta que este también puede ser el ambiente perfecto para ti.
Los psicólogos ambientales señalan que un creciente volumen de investigaciones muestra que los ambientes que conectan a la gente con la naturaleza, favorecen más el rendimiento cognitivo, el bienestar y a la reducción del estrés, entre otras cosas.
Leight Stringer, directora de innovación e investigación de HOK, una empresa mundial de diseño, arquitectura, ingeniería y planificación, dice que bien vale la pena replicar este vínculo instintivo entre los humanos y otros sistemas vivientes, (a lo que frecuentemente se refiere como diseño biofílico) dentro de los ambientes interiores.
“La vegetación literalmente te relaja físicamente”, dice. “Incluso con una planta artificial, tu espíritu vuelve a la sabana”.
Ver una planta verde podría hacer más que eso. Un estudio de las universidades de Múnich y Rochester muestra que contemplar lo verde antes de una tarea creativa puede mejorar el rendimiento creativo.
Otro estudio mostró que las personas que trabajan en una habitación sin ventanas y con plantas, trabajaban de manera más eficiente, su presión sanguínea era más baja y se sentían más atentas que las personas que trabajaban en la misma habitación sin plantas.
Según Judith Heerwagen, psicóloga ambiental, existen sólidos patrones transculturales universales subyacentes en lo que nos parece hermoso y placentero. Estos han evolucionado desde sus preferencias primitivas, las cuales mantuvieron a nuestros ancestros seguros y saludables durante siglos en la evolución humana.
Es probable que esta preferencia primitiva sea la razón por la que la luz del día, la cual regula nuestros ciclos diarios de vigilia y sueño, sea otro factor importante. Un estudio de la Universidad Nortwestern encontró que las puntuaciones de los trabajadores que se mantienen en ambientes sin ventanas, eran significativamente menores en cuanto a temas como medidas de calidad de vida, vitalidad y función durante el día. Otro estudio relacionaba una mejor iluminación del lugar de trabajo a un 15% de reducción del ausentismo en los ambientes de oficina.
Todo esto no vale nada, en una época en la que los ambientes de las oficinas están cambiando de manera radical. Los ambientes abiertos, el nuevo sistema de “hot desking” y otras tendencias están desterrando a los cubículos y las oficinas.
En un estudio que abarcó a 42.000 trabajadores de oficinas, los investigadores encontraron que las oficinas grandes de espacios abiertos no mejoraban la satisfacción ni la comunicación en el trabajo, sino que mostraron que eran perjudiciales debido al ruido incontrolable y la pérdida de privacidad, y fueron “claramente superadas” por las oficinas privadas cerradas.
“El problema con los espacios abiertos es que somos una especie social y estamos muy interesados en lo que otros, así como nosotros, están haciendo”, dice Sally Augustin, psicóloga ambiental y autora de “Place Advantage: Applied Psychology for Inner Architecture”. “Así que, sin importar cuánto deseemos ‘comportarnos’, simplemente nos distraemos, y cuando la gente se distrae no tiene toda su capacidad de procesamiento mental disponible para la tarea que está realizando”.
La buena noticia es que aun cuando trabajes en una oficina de espacios abiertos y sin ventanas, Augustin dice que hay muchísimas cosas que puedes hacer para mejorar tu ambiente y tener éxito.
Regla número uno: toma el control de tu ambiente. “Nos sentimos mucho más relajados si controlamos nuestro ambiente físico”, dice Augustin. “Así que, toma el control. Empieza ajustando la silla de tu escritorio, intenta sentarte con tu espalda contra una pared, estantería o cualquier otra cosa. Como personas primitivas, a nosotros nos gusta saber que nadie puede estar espiándonos desde atrás”.
Controla cuántos estímulos te están alcanzando. Las escenas y sonidos al azar, como el ruido, el parloteo, los timbres de los teléfonos y más, pueden tener un impacto serio en tu rendimiento. Los empleados reportan mejoras de hasta un 38% en el rendimiento de tareas simples, y un 27% en tareas complejas cuando el ruido se apaga a través de un ruido blanco. “El ruido blanco realmente ayuda, y puedes descargar pequeñas aplicaciones para usarlas como sonidos de fondo”, dice Stringer.
Si no puedes ver un árbol o la naturaleza, opta por algo ficticio. “Mucha gente utiliza imágenes de la naturaleza en las paredes”, dice Stringer, “y esas cosas realmente ayudan desde una perspectiva mental”.
Si el espacio donde te encuentras es demasiado caliente o frío, lleva un calentador o un ventilador. Un estudio de Leiden Institute for Brain and Cognition determinó que trabajar en tu temperatura preferida puede mejorar tus habilidades cognitivas y memoria de trabajo.
Despeja tu espacio. “El desorden es muy estresante para los seres humanos”, dice Augustin, “pero no saques todo, ya que eso es igual de molesto. Deja algunos objetos personales y cosas que son significativas para ti”.
Realiza tu reunión mientras dan un paseo. En un estudio realizado por Hartig, la gente que salió a dar un paseo en un entorno predominantemente natural tuvo un mejor rendimiento en varias tareas que requieren concentración, en comparación con aquellas personas que caminaban en un entorno en el que predominaban los edificios y construcciones, o que leían en silencio una revista en el interior. “Ambos van hacia la misma dirección, ustedes están en el mismo equipo; necesitan hacer que se eleve la adrenalina y que la sangre circule para que logren estar pensando ahora mismo de forma más creativa”, dice Stringer.
Y si necesitas inspiración, ve a dar un paseo al zoológico. Según Heerwagen, durante las últimas décadas los zoológicos han cambiado radical y exitosamente sus diseños con el propósito de modelar la naturaleza. ¿Cuáles son las tres principales lecciones a aprender? Ve más allá de la sobrevivencia hacia el bienestar, construye sobre las preferencias primitivas y las conexiones con la naturaleza, diseña teniendo en mente tanto los sentidos como el cuerpo.
Solo considera la naturaleza, dice Augustin. “Como seres humanos, estamos acostumbrados a vivir en entornos donde los colores más oscuros se encuentran debajo de los pies; los colores con intensidad media son los árboles y los arbustos; y los colores más claros se encuentran sobre nosotros, como por ejemplo el cielo. Por lo tanto, un lugar donde todo es blanco, por ejemplo, sería algo extraño para nosotros como especie”.