Por Kevin Conlon y Catherine E. Shoichet, CNN
(CNN) — Arnold Abbott entregó cuatro platos de comida a personas sin hogar en un parque del sur de Florida en Estados Unidos. Entonces la policía impidió que el hombre de 90 años sirviera otro plato.
“Un oficial dijo: ‘deja ese plato ahora’; como si tuviera un arma”, contó Abbott.
A Abbott y dos pastores en Fort Lauderdale, Florida, los acusaron de alimentar en público a personas sin hogar este domingo, debido a que un nuevo decreto en la ciudad prohíbe el intercambio público de alimentos, reportó la filial de CNN, WPLG.
Ahora enfrentan una posible condena en la cárcel y una multa de 500 dólares, dijo WPLG.
A pesar de algunas críticas de los defensores de las personas sin hogar, los funcionarios de la ciudad prometieron que harán cumplir las nuevas reglas.
“No dejaremos de hacer cumplir la ley solo porque hay atención de los medios. Hacemos cumplir las leyes aquí en Fort Lauderdale”, dijo el alcalde Jack Seiler a WPLG.
Defendió la ley en una entrevista con el diario Sun-Sentinel.
“No estoy satisfecho con tener un ciclo de personas sin hogar en la ciudad de Fort Lauderdale”, dijo Seiler. “Ofrecerles una comida y mantenerlos en ese ciclo en la calle no es productivo”.
Pero Abbott, quien ayuda a alimentar a las personas sin hogar en el área por medio de su organización sin fines de lucro, Love Thy Neighbor, desde 1991, dijo que las autoridades apuntan a los residentes más vulnerables de la ciudad.
“Estos son los más pobres de los pobres. No tienen nada. No tienen un techo sobre la cabeza”, dijo. “¿Quién puede rechazarlos?”.
Recientemente, la ciudad aprobó restricciones para el intercambio de alimentos.
“La ciudad aprobó un decreto que nos requería tener un baño portátil. Es ridículo. Todo fue diseñado para que Fort Lauderdale se deshiciera de sus personas sin hogar”, dijo Abbott. “La policía me dijo que cualquiera que tocara un pan… cualquiera que estuviera involucrado, sería arrestado”.
Es una batalla que Abbott ha luchado antes. En 1999 demandó a la ciudad por prohibirle alimentar a personas sin hogar en la playa; y ganó, según WPLG.
Dijo que la amenaza de cargos no detendrá que lo haga de nuevo.
“No tengo miedo de la cárcel. No busco ir, pero si tengo que hacerlo, iré”, dijo.
Este miércoles, Abbott dijo que estará en la playa de Fort Lauderdale, listo para servir otra comida.