(CNN Español) – A medida que pasan los días sin tener noticias de su paradero, se radicalizan las protestas de los que exigen que los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala regresen a casa.

Unos 600 maestros incendiaron la sede del Congreso de Guerrero y de la Contraloría de la Secretaría de Educación en la ciudad de Chilpancingo.

Un grupo antimotines intentó sin éxito dispersar a los maestros

Mientras crecen las protestas por la desaparición de los 43 normalistas, el gobierno mexicano, ha solicitado ayuda a organismos internacionales, para que colaboren con las investigaciones.

Por su parte, el gobierno de México anunció un acuerdo de asistencia técnica para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos colabore en la investigación.

La cooperación fue solicitada por los familiares de las víctimas.

El papel del los forenses argentinos

Luis Fondebrider, presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense —que participa en la investigación— dijo que su grupo de trabajo no tiene ningún acuerdo con gobierno de México y no hay ningún condicionamiento por parte de las autoridades.

Fondebrider dijo que en este momento el equipo se concentra en la identificación genética de los fragmentos y señaló que con cenizas “ya es imposible recuperar material genético”.

El líder forenese argentino descartó que los restos hallados en fosas y que les fueron entregados a su equipo sean de los normalistas.

“Hace 10 años trabajamos en México; estamos acostumbrados a estas situaciones complejas”, manifestó.

Y concluyó diciendo que su equipo estará “el tiempo que sea necesario para dar respuesta a los familiares”.

Crisis

El embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora, dijo este miércoles a CNN que la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa es “una gran crisis política para México”.

“Estamos todos indignados por estos acontecimientos brutales y el único sentimiento que podemos tener es compartir el pesar y el dolor de las familias por estos estudiantes todavía desaparecidos”, dijo Medina Mora en entrevista exclusiva con Christiane Amanpour.

Durante 47 días, este caso ha sido objeto de gran preocupación, no sólo en México, sino también en el Vaticano.

El papa Francisco recordó este miércoles, durante la habitual audiencia general en la Plaza de San Pedro, a los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos y supuestamente asesinados en el estado de Guerrero.

El pontífice manifestó su dolor por “lo que legalmente es una desaparición pero saben que es el asesinato de los estudiantes”.

Esas muertes atroces “hacen visible la realidad criminal que existe detrás del tráfico y comercio de las drogas”, manifestó en su saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Argentina y México.