Por Jessica Benavides Canepa
(CNN) — Las estaciones de metro tienen una mala reputación como lugares sucios y oscuros, donde los viajeros son muy propensos a contraer una enfermedad contagiosa mientras viajan en un tren.
Viajar en el metro no tiene por qué ser algo ser algo tenebroso.
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En varias ciudades, se han empezado a inaugurar nuevas estaciones de metro intrépidas, brillantes y coloridas, haciendo que ir mejilla a mejilla con 45 extraños en un tubo de metal, casi se sienta como algo que vale la pena.
Entre las más recientes se encuentra el Centro de Tránsito de la calle Fulton de Nueva York, que abrió sus puertas este mes. He aquí un vistazo a algunas de las mejores estaciones del mundo.
Centro de Tránsito de la calle Fulton (Nueva York)
Al ser más sombría que la mayoría, la red del metro de Nueva York sería un lugar de reunión ideal para los vampiros, si tan solo pudieran soportar los impredecibles servicios de fin de semana y ese extraño olor en Canal Street.
Sin embargo, las criaturas de la oscuridad harían bien en evitar el Centro de Tránsito de la calle Fulton recién inaugurado.
Este centro de nueve líneas de metro en el Bajo Manhattan se encuentra bajo un enorme óculo: un hermoso conducto cónico que lleva la luz muy por debajo del nivel de la calle.
Westfriedhof (Múnich)
Inaugurada en 1998 con poca fanfarria, esta estación, cuyo aspecto de otro modo sería ordinario, fue renovada solo tres años después.
En 2001, la plataforma de Westfriedhof fue mejorada desde el punto de vista estético por 11 enormes accesorios de iluminación en forma de cúpula que constantemente envuelven el entorno en tonos inquietantes de azul, amarillo y rojo.
Toledo (Nápoles, Italia)
Inaugurada en 2012, la estación de Toledo desafía su profundidad (a 50 metros, es una de las más profundas de Nápoles) con un diseño basado en torno a temas de la luz y el agua.
Una obra llamada “Paneles de luz”, de Robert Wilson, ilumina el pasillo de la estación que más abajo se encuentra.
Estación de trenes Fulton Center en el Bajo Manhattan.
Esta imponente estación tiene competencia: es parte de la red de la ciudad de las denominadas Metro Art Stations.
Komsomolskaya (Moscú)
La decoración de estilo barroco, los mosaicos históricos y los techos con lámparas de araña de la estación Komsomolskaya hacen que parezca un gran salón de baile.
Inaugurada en 1952 para aliviar la congestión de uno de los centros de transporte más concurridos de Moscú, la opulencia de los mosaicos fue inspirada por un infame discurso en tiempo de guerra, pronunciado por Stalin.
Olaias (Lisboa, Portugal)
En 1998, Lisboa fue la sede de una exposición mundial, en parte, para celebrar los 500 años de invenciones portuguesas.
Construida para ayudar a transportar a 11 millones de visitantes de la exposición, la estación es un espacio caprichoso y colorido que hasta al día de hoy se impone con su obra de arte moderno.
Formosa Boulevard (Kaohsiung, Taiwán)
Esta iglesia es parte estación de metro y parte caleidoscopio para los viajeros que se trasladan a diario. La estación gira en torno a una deslumbrante “cúpula de luz”, la cual al parecer es la obra de cristal más grande del mundo.
La cúpula, que consta de 4.500 paneles, es la obra de Narciso Quagliata, un diseñador italiano que la subtituló “Wind, Fire and Time”.
Dado el aspecto eclesiástico de esta instalación, no debe ser ninguna sorpresa que haya sido propuesta como lugar para celebrar bodas colectivas.
Westminster (Londres)
El metro de Londres podría ser el tatarabuelo de todas las estaciones de metro del mundo, pero Westminster, inaugurado unos días antes del nuevo milenio, definitivamente es uno de los que tienen el aspecto más futurista.
El austero diseño de concreto y acero inoxidable, de alguna manera logra una belleza funcional, más que oprimir a todos esos viajeros diarios que se apresuran para trasladarse hacia y desde sus oficinas.
Estación Khalid Bin Al Waleed (Dubái, Emiratos Árabes Unidos)
Los trenes sin conductor del nuevo sistema de metro de Dubái recién estrenado, podrían ser ligeramente desconcertantes, pero no tanto como las extrañas y a la vez hermosas medusas que cuelgan del techo de la estación Khalid Bin Al Waleed.
Estas exóticas lámparas tipo araña emiten un resplandor azul luminoso sobre la parada que se encuentra debajo del centro comercial BurJuman y le agregan un tema de agua que se complementa aún más con las imágenes de los tradicionales buscadores de perlas.
T-Centralen (Estocolmo)
Sobre la superficie, la estación central de Estocolmo se ve como una parte bastante normal de un sistema de transporte rápido.
Sin embargo, cuando lo normal te empieza a aburrir, los cambios inesperados de color y forma revelan a un animal muy diferente.
Cuando los viajeros llegan a la plataforma de un llamativo color azul y blanco, la cual se asemeja a una cueva en T-Centralen, se recuerdan que efectivamente se han aventurado bajo tierra.
Varias estaciones (Pyongyang, Corea del Norte)
Existen muchas realidades nefastas para la vida en Corea del Norte, pero viajar en el metro de Pyongyang es muy poco probable que aparezca en los primeros puestos de esta nefasta lista, en particular por sus decoradas estaciones.
Estas paradas impecablemente limpias que se encuentran a un nivel profundo, son parte del sistema de dos vías del metro y han sido diseñadas como palacios para las personas.
Según se afirma, la red de metro de la ciudad inició como una instalación militar y todavía hay vías y estaciones utilizadas exclusivamente por los servicios de seguridad y funcionarios del gobierno.
Bockenheimer Warte (Fráncfort, Alemania)
Con el fin de que su discreto diseño minimalista haga que esta estación se destaque dentro de las demás estaciones de Fráncfort, el arquitecto Zbigniew Peter Pininski se superó a sí mismo con la fantástica entrada a la estación Bockenheimer Warte.
La representación de un vagón de tren que se estrella a lo largo de la acera, hace que los pasajeros queden impactados o perplejos, pero casi nunca indiferentes.
“Fosteritos” (Bilbao, España)
Con menos de 20 años de antigüedad, el metro de Bilbao es el tercero más grande de España.
Las entradas de vidrio curvas de muchas de las estaciones, cariñosamente apodadas “Fosteritos” en honor a su creador, Lord Foster, se consideran los principales ejemplos del estilo sumamente actual y moderno de la ciudad.
Las estructuras transparentes permiten que en el día entre mucha claridad y por la noche se iluminan.
Palais Royal - Musée du Louvre (París)
En una ciudad tan hermosa como París, esta entrada de la estación no convencional en la Place Colette aún se destaca.
Westfriedhof: Si tan solo la última remodelación que hiciste se viera así de bien.
La estación que fue terminada en el 2000, el año del centenario del metro de París, el “Kiosque des noctambules” (el “Kiosko de los noctámbulos”), diseñado por Jean-Michel Othoniel, entrelaza deslumbrantes cuentas de colores formando dos cúpulas protectoras.
Un diseño menos ostentoso sería eclipsado por la proximidad del Museo del Louvre y la arquitectura clásica que lo rodea.
Sin embargo, en este caso, le añade un toque de atrevida novedad.
Admiralteyskaya (San Petersburgo, Rusia)
La parada de metro más reciente prueba que el tanto el diseño clásico como el moderno pueden coexistir en armonía.
Después de muchos contratiempos, la estación finalmente abrió sus puertas en diciembre de 2011.
Los austeros techos curvos y una tenue iluminación complementan las tradicionales plataformas de mármol arqueadas en la estación con mayor profundidad de la red.
Plac Wilsona (Varsovia, Polonia)
Los soviéticos construyeron algunas estaciones de metro extraordinarias, pero este esfuerzo del 2005, que fue nombrado en honor al presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, mostró que una Polonia capitalista también podía mostrar algunos sitios atractivos.
A menos que, como pudiera parecer, en realidad haya sido construido por los ovnis.
Staromestska (Praga)
Todas las estaciones de la línea A de Praga se merecen un lugar en el salón europeo de la fama de las estaciones de metro por sus paredes en los túneles de metal con sus característicos hoyuelos, pero Staromestska es el más visitado y fotografiado.
Con un color diferente para cada estación, se ven como parte de la película distópica “La naranja mecánica”, pero el diseño como de plástico de burbuja en realidad fortalece el metal.
Universidad de Chile (Santiago de Chile)
El sistema del metro de Santiago, siempre limpio y eficiente, ha sido construido teniendo en mente el estilo, por lo que hay muchísimo que apreciar a lo largo de sus 108 estaciones.
Liderando el equipo, tenemos la parada de la Universidad de Chile, donde los gigantescos murales del artista Mario Toral cubren las paredes.
La escala épica de estas obras realizadas en acrílico y en óleo sobre lienzos, coincide con el tema que nos ocupa, los altibajos de la historia chilena.
Esto hace que el traslado diario al trabajo quede en perspectiva.
¿Cuál es la mejor parada de metro en la que alguna vez hayas viajado? Abre tu camino codeando a los demás hasta llegar al vagón, en el área de los comentarios más adelante.