Por Moni Basu y Faith Karimi
Ferguson, Missouri (CNN) – La tensa calma se acrecentaba con cada tic-tac del reloj la noche del martes. Pero al final, Ferguson se salvó de otra noche de daños severos como los infligidos el día anterior.
Hubo menos arrestos y menos casos de vandalismo. Y aunque había mucha ira entre sus residentes, se canalizó en los cantos y el no caos.
“Nosotros quizás no éramos optimistas, pero estábamos al menos esperanzados en que tendríamos una noche mejor de la que tuvimos”, dijo el jefe de policía del condado de St. Louis, Jon Belmar.
Desde luego, hubo algunos incidentes desagradables.
Algunos manifestantes ruidosos volcaron una patrulla brevemente, rompieron las ventanas y le prendieron fuego. La policía actuó rápidamente para apagarlo.
El olor del spray de pimienta llenaba el aire. Ardían los ojos. Las gargantas se irritaban.
En otros lugares, los vándalos rompieron ventanas y destrozaron negocios, y la policía del condado de St. Louis dijo que los manifestantes lanzaron botellas de “lo que parece ser la orina” de ellos.
Un coche fue incendiado en un estacionamiento cerca del monumento de Brown, y algunos disparos esporádicos en la zona fueron repelidos por la policía, dijo Belmar.
Los oficiales dijeron que se incautaron de un cóctel molotov e hicieron 44 arrestos -mucho menos que la noche del lunes- cuando la ira y la consternación por la decisión de un gran jurado de no procesar a un policía blanco por la muerte de un adolescente negro desarmado llevaron a la violencia en la ciudad.