Por James Masters
(CNN) — Él era la estrella de futbol que llegó a simbolizar una de las razones por las que muchos afirmaban que Qatar no debía de tener el derecho a organizar el Mundial de 2022.
Este viernes, un año después de que regresara a París tras su salida cuidadosa de Qatar, Zahir Belounis se tomará un momento para recordar la aterradora experiencia de estar atrapado dentro de su departamento de Doha durante meses.
“No puedo olvidar lo que pasó… mi cabeza todavía está en ese lugar”, dijo a CNN el exfutbolista franco-argelino, Belounis.
“Nunca hice nada mal, pero mi vida estaba arruinada ¿y para qué? Quizá no entiendo la seriedad de lo que logré al salir y poder contar mi historia. No solo se trata de mí; se trata de todas las personas como yo que también sufren”.
El año pasado, el 28 de noviembre, Belounis se reunió con su madre y familia después de regresar a Francia junto con su esposa Johanna y dos hijas pequeñas.
Belounis se convirtió en el rostro de la lucha contra el “kafala”; el sistema que vincula a los empleados con un empleador específico dentro de Qatar.
Ferozmente criticado por grupos de presión como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, el “kafala” fue etiquetado como un facilitador de la esclavitud moderna, aunque recientemente Qatar dijo que progresa para reformar el sistema.
Varado en Qatar después de una disputa de pago de 18 meses con el club de futbol, El Jaish, Belounis finalmente pudo dejar el Estado del Golfo después de una larga campaña de grupos de derechos humanos y gente en redes sociales.
Belounis, quien acumuló su cambio en las divisiones más bajas del futbol francés y suizo, se mudó a Qatar en 2007 e inicialmente disfrutó del éxito.
En 2010, le ofrecieron un nuevo contrato por cinco años y firmó el acuerdo con la ambición de llevar a El Jaish a la primera división de la nación, lo que logró al año siguiente.
Pero una vez que El Jaish ascendió, Belounis fue pasado a la banca y le dijeron que no jugaría de nuevo. Luego empezó el problema con su contrato; el club solo le pagaba una pequeña cantidad de lo que le debía hasta que dejaron de pagarle completamente.
Durante 18 meses luchó por alimentar a su familia, contactando desesperadamente al gobierno francés y al presidente François Hollande para pedir ayuda mientras que también envió una carta abierta a Pep Guardiola y Zinedine Zidane, dos de los hombres más famosos en el futbol.
La Asociación de Futbol de Qatar negó las acusaciones de Belounis, al señalar que le ayudó a recuperar salarios no pagados de un club anterior en el país y dijo que el jugador no presentó una queja contra El Jaish.
En conversaciones telefónicas con CNN antes de dejar Qatar, el futbolista confesó que conducía ebrio y tenía pensamientos suicidas.
Incluso ahora, aproximadamente 12 meses después, sigue siendo un tema difícil, para él y para su familia. “Como madre, no hay nada peor en la tierra que ver a tu hijo gritar pidiendo ayuda, llorando en el teléfono, escuchándolo en la televisión, en el radio”, dijo a CNN la madre de Zahir, Fouzia.
“Por supuesto estaba consciente de que no estaba capturado por algún grupo terrorista, pero sentía algo así todos los días.
“Lo peor fue el artículo en el que decía que era suicida, pero quiero olvidar ese día, me persigue hasta este día”.
Una fotografía de Belounis saliendo de la zona de llegadas en el aeropuerto Charles de Gaulle y yendo casi inmediatamente a los brazos de su madre, se volvió viral en línea, mientras los dos se abrazaban y las cámaras destellaban.
“Recuerdo esa noche”, dijo Belounis. “Estaba solo en el baño y solo recuerdo pensar, ‘regresé a la casa de mi madre como un niño’.
“Tenía a mi esposa y a mis hijas, y aquí estaba, de vuelta en casa. No estaba bien. Era un adulto forzado a gatear para regresar con mi madre; era vergonzoso”.
Belounis sufrió de ansiedad mientras luchaba para ajustarse a su nueva libertad encontrada.
“Cuando llegó a París, era como un animal traumado, aterrado por todo”, dijo su hermano Mahdi a CNN. “Era casi imposible hacer que sonriera o se riera”.
Incapaz de establecerse en París, Belounis se mudó a Málaga en el sur de España donde encontró trabajo en el restaurante de su amigo; como mesero.
“En la vida tienes que trabajar”, dijo. “Mi amigo quería ayudarme y estoy muy agradecido con él.
“Al principio fue difícil porque estaba acostumbrado a la buena vida, a ser un futbolista profesional.
“Pero ahora he aprendido el oficio y respeto el trabajo de un mesero. Aprendí sobre el restaurante y estoy agradecido, aunque nunca esperaba terminar mi carrera así”.
La semana pasada, Qatar regresó a los titulares después de ganar el derecho de organizar el Mundial de Atletismo de 2019.
La decisión se encontró con críticas de grupos de derechos humanos que no están felices con el tratamiento de trabajadores migrantes en el Estado del Golfo.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Sociales y de Trabajo del país insistió en que la nación progresa y espera que se implementen reformas laborales en los próximos meses.
“Una nueva ley de patrocinio, actualmente bajo revisión, que reemplazará al anticuado sistema ‘kafala’, se anunciará el próximo año”, se dijo en el comunicado.
“También trabajamos en leyes para cubrir a los trabajadores domésticos.
“Como en cualquier país del mundo, el cambio no ocurre de la noche a la mañana. Cambios significativos como estos toman más tiempo para implementarse de lo que algunos podrían querer, pero tenemos la intención de efectuar un cambio significativo y duradero para el beneficio de todos aquellos que viven y trabajan en Qatar.
“Nuestros planes pasan por un proceso legislativo y esperamos anunciar sobre la nueva legislación para principios del próximo año”.
Aunque Belounis dice que está alentado por estos desarrollos, está ansioso por atestiguar más progreso.
Según un reporte de DLA Piper y confirmado por el gobierno, 964 trabajadores de Bangladesh, India y Nepal murieron mientras vivían y trabajaban en el país en 2012 y 2013.
La Confederación Sindical Internacional estimó que 4,000 trabajadores podrían morir mientras trabajan en proyectos para el momento en el que comience el Mundial de 2022.
Según el gobierno de Qatar, hay más de 1.4 millones de trabajadores extranjeros que actualmente piden su cambio en el país.
“El sistema de Qatar no es un sistema humano”, dijo Belounis.
“Creo que no tienen elección más que hacer cambios ahora.
“La última vez que escuché hablar al Emir, dijo muchas cosas buenas pero queremos ver acción. Tenemos que hacer algo más que hablar.
“Soy víctima del sistema ‘kafala’ y las reglas necesitan cambiarse para que nunca ocurra de nuevo”.
Belounis todavía espera noticias del ministerio de justicia francés en su acusación por salarios no pagados en contra del club de Qatar, El Jaish, aunque insiste en que es una lucha que no solo se trata del dinero.
“Esto se trata de derechos humanos. Espero un día ver justicia y que los cataríes salgan en público y admitan que cometieron un error.
“Quiero una disculpa. Es lo único que terminará con este episodio”.
“Zahir está listo para luchar incluso si tenemos que ir ante la Corte Europea”, dijo Mahdi. “Esto no solo se trata de Zahir, se trata de cientos y miles de personas que están en la misma posición en la que él alguna vez estuvo.
“Es el símbolo de este desastre humano”.
Mientras tanto, la madre de Zahir está muy consciente del tormento emocional que experimentó su hijo.
“Puedo verlo en sus ojos, porque conozco a mi hijo. Y sentía que estaba destruido internamente y frágil.
“Perdí al niño lleno de alegría. Lo conocía de antes. Tomará tiempo, pero lo recuperaré. Estoy segura”.
En cuanto a Zahir, todavía tiene regresiones; las noches de sueño en el piso de su casa en Qatar, llorar mientras abrazaba a sus hijas, tener fresca la mente.
Incluso ahora, la imagen de sus dos hijas preguntándole, “¿qué tienes papi?” lo persigue.
La depresión que lo llevó a considerar el suicidio podría haberse ido pero los recuerdos no.
“Sé que ya va a pasar un año desde que regresé pero solo quiero estar solo”, dijo.
“Recuerdo decirle a mis hijas que ‘papá no tiene fuerza para luchar’ pero aquí estoy.
“Estoy orgulloso de lo que me pasó y ser el primero en destacar este problema.
“Quizá no me he percatado completamente de lo que hice… pero me sentaré la noche de mañana y recordaré”.