Por Antonio García
GUADALAJARA (CNNMéxico) — El escritor Gabriel García Márquez —fallecido en abril pasado— fue homenajeado el fin de semana por algunos de sus amigos dentro de las actividades del primer día de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2014.
Ángeles Mastreta, Pilar del Río, Jorge Franco, Senel Paz, María Cristina García, Rebeca Grynspan y Jaime Abello Banfi, fueron algunos de los escritores que compartieron anécdotas y facetas sobre la vida del Premio Nobel de Literatura.
La verdadera pasión de Márquez
Una voz autorizada para hablar de la labor del Gabo en el periodismo es la de Jaime Abello Banfil, cofundador y director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo, quien se refiriió a los ideales del colombiano en este oficio.
“La visión de Gabo como ciudadano la encontró en el periodismo. Él decía, ‘desde que me inicié como reportero he soñado con tener un periódico. No quiero que se me recuerde por Cien años de soledad ni por el Premio Nobel, sino por el periódico. Nací periodista y hoy me siento más reportero que nunca, lo llevo en la sangre, además quiero que hagamos el mejor diario de América Latina, el mejor informado, el más veraz, el más exacto.
Abello recordó que Márquez quería hacer un periódico en Colombia que llamaría El Otro, en 1982, en la que el escritor quería dar lecciones de ética por encima de la redacción: “la regla de oro será la de siempre: la caballerosidad y el respeto por la fuente”, según citó al novelista.
Un hombre sencillo
Ángeles Mastreta, escritora de la famosa obra Arráncame la vida, destacó la importancia de Márquez como un hombre sencillo que gustaba, entre otras cosas, de bailar ballenato donde se presentara la ocasión.
“La mesa era para dos, estaba en el fondo y daba a una ventanas donde la gente se asomaba como adivinando. Al rato se acercó un mesero, preguntó si se podía tomar una foto con una mujer y su hija, Gabo dijo que sí. Luego llegó un muchacho le dijo sí podía llevarle un libro para que le pusiera una firma y dijo que sí; al rato había en un lugar una peregrinación que terminó en la madrugada.
“Cuando salimos a la calle un músico empezó con estrépito a tocar La gota fría. Vuelto a nacer a las 3 de la mañana, se echó a bailar a media calle. Llevábamos toda la semana de premios y homenajes y de presidentes y de discursos, y de pronto ahí en medio de la calle dijo ‘esto es lo mío’”.
Saramago admirador de ‘Gabo’
La viuda de José Saramago, Pilar del Río, habló del impacto en el escritor portugués al tener entre sus manos la novela Cien años de soledad, que tuvo que dejar de leer al cabo de 50 páginas “pues necesitaba poner algún orden en mi cabeza, alguna disciplina en el corazón”.
“En mi vida de lector han sido pocas las ocasiones en que se me han presentado experiencias como esta, si la palabra traumatismo pudiera tener un significado positivo, de buen grado la aplicaría al caso”, citó Del Río las palabras de Saramago.
El gran amigo
Más allá del personaje construido a partir del mito literario en el escritor colombiano, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda, destacó lo que significaba para Gabo una amistad, “un tesoro compartido generosamente”.
“Uno de los aprendizajes más positivos que me enseñó Gabo fue que el cultivo y cuidado de una amistad puede ser también el origen de la capacidad de sentir que nos une con nuestros semejantes. Su andar por el mundo era un hermoso ejemplo, era amigo de la humanidad, de la cultura, del arte, de su tierra maravillosa, esa capacidad de fraternizar nació de su pasión por la vida”.
Para la funcionaria, García Márquez fue un hombre que nació “para abrazar y ser abrazado” y cuya sonrisa le sorprendió, al darle a sus gestos la calidad que siempre le transmitió.
Márquez el universal
Rebeca Grynspan, economista y exvicepresidenta de Costa Rica y actual dirigente de la Secretaría General de Iberoamérica, señaló que el escritor trasciendió fronteras como un “espeleólogo ejemplar” con personajes que evocan imágenes y sensaciones cercana a la historia personal o familiar de cada uno de sus lectores.
“Por ello García Márquez es costeño, colombiano, caribeño, latinoamericano, universal. Como decía Gabo, ‘somos muchas cosas al mismo tiempo donde una identidad no sustituye a la otra’”.
El gran maestro
Senes Paz, escritor cubano, fue alumno de García Márquez durante los cursos que impartió en la isla caribeña y así describió su experiencia.
“Su estrategia pedagógica era muy sencilla: consistía en hacer de sus talleres un striptease: trabajar sin pudor y sin secretos a la vista de todos, sin guardarse nada en la manga.
“Él abría su pico de oro con tanto entusiasmo que se saltaba el receso y no le alcanzaban las tres horas. Jamás le cedía la palabra a su profesor asistente. Era feliz en cada sesión, rodeado de muchachos que llegábamos de todas partes”.
Su paso por el cine
El escritor colombiano Jorge Franco se refirió a una de las facetas poco conocidas de Gabo: el cine y la pantalla.
“Ese fue un matrimonio, que a pesar de muchos intentos, de muchas terapias de parejas, no funcionó. Sin embargo, a pesar de su timidez se atrevió a participar en muchos proyectos y es que a pesar de su grandeza también era un ser humano”.