Por Ben Brumfield
(CNN) — Su gusto por los deportes de contacto pudo haber ayudado a Kosta Karageorge, de 22 años a tomar una determinación. Con 1,95 metros y 129 kilos, no sólo era defensa del equipo de fútbol americano de Ohio, sino también luchador.
La policía cree que se suicidó, pero todavía están investigando. Cerca de su cuerpo, encontrado en un basurero, había una pistola.
Pero Karageorge sufrió de conmociones cerebrales, dijo su madre, que pesaron en él durante el último mensaje de texto que envió desde su celular.
“Lo lamento si soy una vergüenza, pero estas conmociones tienen mi cabeza jodida”, escribió el miércoles temprano. Fue visto por última vez minutos después, de acuerdo con un tuit de su cuenta personal.
Karageorge fue a caminar la noche del martes; estaba molesto por algo, reportó Cleveland.com.
Cuando no se presentó a la práctica de fútbol la mañana del miércoles, fue reportado como desaparecido.
La policía lo buscó en el área cercana al campus. Los estudiantes se unieron, pusieron volantes con su foto en los parabrisas y en los postes de teléfono.
Encontraron su cuerpo mientras limpiaban
La tarde del domingo, una mujer y su hijo encontraron su cuerpo mientras limpiaban contenedores, informó el sargento Richard Weiner, de la policía de Colombus. La policía identificó a Karageorge por sus tatuajes.
El departamento de deportes de la universidad expresó su desconcierto y la tristeza por su muerte. “Nuestros pensamientos y oraciones se encuentran con la familia Karageorge, y con todos quienes lo conocían, durante este momento difícil”, dijeron en un comunicado.
El atleta estaba formándose como jugador profesional. Se unió al equipo Buckeye esta temporada, informó Cleveland.com. Había sido luchador para la escuela durante tres años.
El acondicionador físico del equipo, Jim Borchers, mencionó que el equipo no podía comentar nada sobre los cuidados médicos de Karageorge.
“Primero y más importante, nuestra preocupación es la salud, seguridad y bienestar de Kosta… Confiamos en nuestros procedimientos médicos y en las políticas para regresar a los atletas al campo luego de una herida o enfermedad”, apuntó Borchers.
Al caer la noche, cientos de estudiantes se reunieron en la estatua de la Universidad Estatal de Ohio para recordar a Karageorge. Se mantuvieron en silencio, con la cabeza baja.
Dana Ford y Joshua Berlinger contribuyeron en el reporte