Por Thom Patterson, CNN

(CNN) – La raza humana está a punto de entrar a una nueva era del transporte que hace tan solo unas cuantas generaciones, hubiera parecido milagrosa.

Los autos están aprendiendo a conducir por sí solos.

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Se espera que los trenes que flotan por encima de los carriles trasladen a los pasajeros a una velocidad de cientos de kilómetros por hora.

Los ingenieros están desarrollando aviones espaciales que nos llevarán al otro lado del planeta, en una o dos horas.

El último avance: los seres humanos están un paso más cerca de aterrizar en Marte.

El viernes, la NASA lanzó su primer vuelo no tripulado de una nave espacial diseñada para llevar a la gente al Planeta Rojo. La cápsula Orion salió disparada a más de 4.828 kilómetros en el espacio y rodeó la Tierra dos veces antes de amerizar en el océano Pacífico.

El empresario multimillonario Elon Musk ya tiene un plan para construir una colonia marciana.

Recuerda, Musk es el tipo que inventó esa original idea del medio de transporte Hyperloop que llamó la atención de todo el mundo en 2013.

Mudarse a Marte, dice, podría implicar miles de cohetes a un asombroso bajo costo: menos de 500.000 dólares. Tengamos en cuenta que el lanzamiento del Apolo a la Luna tuvo un costo de alrededor de 110.000 millones de dólares actuales.

Autos  

El transporte es importante. Los expertos dicen que buscar formas más inteligentes para viajar generará más negocios y mejorará la calidad de vida de más personas.

Se espera que más y más personas vivan en ciudades en las próximas décadas. Más gente significa más embotellamientos. Más embotellamientos significa más contaminación del aire procedente del escape de los vehículos.

Este tipo de cosas está haciendo que los expertos se replanteen la manera en la que usamos los autos para movernos por la ciudad. En un futuro próximo, “el automóvil prestará más servicio que el que hoy”, dice Maggie Hendrie del Art Center College of Design en Pasadena, California. “El auto podrá ir a buscarte. Estará personalizado según tus preferencias. El vehículo estará interconectado a un ecosistema de dispositivos digitales”.

Aeropuertos  

¿Qué sucederá con los vuelos?

Se están planificando nuevos aeropuertos en todo el mundo. Estos harán uso de tecnología que hará que entremos y salgamos de los aviones de manera más rápida y segura. Las consignas de los aeropuertos del siglo XXI serán mayores y más eficientes, dicen los expertos.

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Se tiene programado que las nuevas instalaciones de Ciudad de México se terminen en 2020. Están diseñadas para hacer que los viajes sean mejores tanto para los pasajeros como para el medio ambiente.

Aviones espaciales  

¡Imagina volar de Londres a Singapur en una hora!

La llamada tecnología scramjet podría hacer de ese sueño una realidad. Según la NASA, los motores scramjet podrían propulsar aeronaves a más de 15 veces la velocidad del sonido. A diferencia de los motores a reacción convencionales, los motores scramjet prácticamente no tienen ninguna parte móvil. Y a diferencia de los cohetes, los motores scramjet quemarían el oxígeno de la atmósfera en lugar de tener que llevar sus propios y pesados tanques ​​llenos de oxígeno.

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Un equipo con sede en el Reino Unido, llamado Reaction Engines, ha estado trabajando en una aeronave de pasajeros llamada A2, que volaría a 5 veces la velocidad el sonido.

Trenes  

Los trenes están en camino de desplazarse con una rapidez de locura.

A finales de 2015, se espera que un tren Eurostar súper rápido llamado e320, transporte a las personas desde Londres a la velocidad de un cohete –debajo del Canal de la Mancha– hasta Bruselas y París, a velocidades alrededor de 200 mph (320 kilómetros por hora).

Será impresionante.

En Estados Unidos, algunos inversionistas privados han gastado 40 millones de dólares y han solicitado permisos para construir un tren que se desplazará a 482,8 kilómetros por hora y que flotará sobre sus rieles utilizando la energía de los imanes.

La llamada tecnología ‘maglev’ (de levitación magnética), utiliza potentes imanes con carga eléctrica para suspender al tren en el aire dentro de un carril guía en forma de U, construido a ambos lados de la pista   Los imanes elevan el tren y lo impulsan hacia adelante, y su fricción reducida es la responsable de la súper velocidad del tren.

En la primera etapa del plan tienen prevista la construcción de una línea ferroviaria de 61,2 kilómetros desde el aeropuerto de Baltimore hasta el centro de Washington en los próximos 10 años. Los patrocinadores visualizan al tren movilizándose desde D.C. durante todo el recorrido hasta Manhattan.

Compara esto con el Acela Express de Amtrak –un servicio ferroviario capaz de alcanzar velocidades hasta de 241,40 kilómetros por hora, que trasladará a los pasajeros desde Nueva York hasta Washington en aproximadamente 96 minutos.

En el estado de la estrella solitaria, la compañía Texas Central Railway tiene un plan para construir un tren de alta velocidad que recorrería los 386,24 kilómetros entre Dallas y Houston en 90 minutos. Velocidad máxima: alrededor de 354,1 km/h.

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Según los organizadores, si todo sale de acuerdo a lo previsto, el tren estaría funcionando en 2020.

El ‘transportador’ de Star Trek

Ahora, solo por diversión, consideremos algunas ideas descabelladas.

Una se llama “Shweeb”.

Es un sistema de cápsulas de monorriel personales e impulsadas por pedales, las cuales son diseñadas como una forma alternativa al transporte urbano.

Con Shweeb, las cápsulas cuelgan de una vía elevada que, teóricamente, alcanzaría varios destinos a través de toda una ciudad.

¿Suena demasiado tonto para tomarlo en serio? No para Google, que otorgó a Shweeb 1 millón de dólares para su investigación y desarrollo.

¿Quieres pensar en algo todavía MÁS original? Lo creas o no, los científicos han estado hablando acerca de tecnología que suena como el transportador de la serie de televisión “Viaje a las estrellas”.

En 2007, los científicos le indicaron a CNN que algún día podría ser posible escanear a una persona utilizando alguna forma avanzada de la tecnología que se usa para realizar resonancias magnéticas, y transmitir esa información escaneada a algún otro lugar –usando señales eléctricas o de sonido normales–, en donde podría ser reensamblada para obtener una imagen aproximada del original.

Pero siempre habrá escépticos como Valerie Jamieson, editora de física de la revista New Scientist Magazine. “Realmente no creo que eso alguna vez ocurra”, dice. “Por otra parte, algo que he aprendido es a nunca subestimar el ingenio de los físicos, por lo que nunca debes decir nunca”.