(CNN Español) – El papa Francisco se refirió este jueves a las “muchas lágrimas” que se vierten en esta Navidad, con la persecución a los cristianos perseguidos en Irak y Siria, los conflictos en todo el mundo, la epidemia del Ébola y el sufrimiento especialmente de los niños.
Asomado en el balcón de la Logia central de la basílica para la tradicional bendición ‘Urbi et Orbi’ (A la ciudad y al mundo), ante las decenas de miles de fieles que abarrotaban la plaza, Francisco pidió a Dios por los lugares azotados por las guerras y comenzó por las poblaciones de “Irak y de Siria, que padecen desde hace demasiado tiempo los efectos del conflicto que aún perdura y, junto con los pertenecientes a otros grupos étnicos y religiosos, sufren una persecución brutal”.
“Hay verdaderamente muchas lágrimas en esta Navidad junto con las lágrimas del Niño Jesús”, exclamó.
“¡Qué la Navidad les traiga esperanza, así como a tantos desplazados, prófugos y refugiados, niños, adultos y ancianos, de aquella región y de todo el mundo”, agregó. Instó a que éstos “reciban la ayuda humanitaria necesaria para sobrevivir a los rigores del invierno, puedan regresar a sus países y vivir con dignidad”.
Continuó recordando el conflicto en Tierra Santa y también Ucrania, las guerras en el continente africano.
En el mensaje de la segunda Navidad de su pontificado, mencionó a “los niños víctimas de la violencia, objeto de tráfico ilícito y trata de personas, o forzados a convertirse en soldados, y a los niños abusados”.
También pidió la intercesión del “Niño Jesús para los niños asesinados y maltratados antes de ver la luz, privados del amor de sus padres y excluidos por una cultura que no ama la vida”.