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Por Todd Leopold

(CNN) — En 1992, el Servicio Postal de Estados Unidos votó para determinar qué imagen de Elvis Presley debía ir en una estampilla: un recuerdo del joven rey de la década de 1950 o la versión un poco más rechoncha de principios de la década de 1970.

El ganador fue el Elvis joven. Permanece como una de las estampillas más populares de todos los tiempos.

Pero en estos días, parece que el Elvis de la década de 1970; también conocido como “Elvis Gordo”, fue el mayor ganador, con percepciones comunes del cantante enfocadas en el artista brilloso con un traje mono que se volvió en un modelo para miles de imitadores en Las Vegas: una autoparodia.

Eso es una lástima, porque la música de Elvis Aron Presley, quien cumpliría 80 años este jueves, sigue siendo tan cruda, directa e inmediata como siempre.

“Lo que está aquí es la calidez, la particularidad de la comunicación”, dice Peter Guralnick, cuya biografía de Elvis de dos volúmenes; Last Train to Memphis y Careless Love, permanecen como la crónica definitiva del cantante. “Tiene que ver con ese talento único para la comunicación que Elvis tuvo desde el principio, y que las personas reconoieron mucho antes de que lo vieran o tuvieran una imagen de él. Fue algo en su voz que proclamó que es diferente”.

No hay duda de que el Elvis del principio; el ídolo antes del ejército, mantiene una fuerza primitiva e inclasificable. Canciones como That’s All Right, Mama, Hound Dog y All Shook Up no encajan en ninguna fórmula; todas todavía parecen tan frescas y eléctricas como en el día en que salieron.

Pero incluso las últimas, material más sobreproducido; Suspicious Minds, Kentucky Rain, Way Down, demuestran a un artista que, simplemente está conectado. (Y no era como si el Elvis del principio no estuviera igual de perfeccionado. Hound Dog, esos 1:50 minutos de furia precipitada, tardó 31 tomas; ¡31 tomas!, antes de que Elvis estuviera satisfecho).

“No sueno como nadie”, dijo famosamente, y era verdad.

Parte de la tragedia de Elvis es que nunca tuvo la oportunidad de recuperarse de su caída de la década de 1970, en la que se encontró en problemas por el consumo de drogas y aumento de peso. Es fácil olvidar que solo tenía 42 años cuando murió en 1977. Parecía una generación mayor.

El cumpleaños 80 de Elvis no pasará inadvertido, por supuesto, y es celebrado al estilo siglo XXI. Hay un nuevo sitio web,www.elvisthemusic.com, y Spotify pidió a los fanáticos que nominen sus canciones favoritas de Elvis para crear una lista de reproducción #Elvis80. Los libros de Guralnick recientemente fueron estrenados en un formato mejorado de libro electrónico con adiciones multimedia.

No hay razón para que un Elvis de 80 años no permaneciera fuerte, listo para ser producido por un T-Bone Burnett o Rick Rubin. Willie Nelson cumplió 80 el año pasado y lanzó dos álbumes; Tony Bennett, quien tiene 88 años, colaboró con Lady Gaga y está nominado a un Grammy.

Guralnick cree que, si Elvis viviera, habría regresado a su primer amor: el gospel.

“Estaba tan apasionado por la música gospel”, dice. “Creo que encontraría una enorme satisfacción en explorar la música gospel, tanto tradicional como progresiva”.

Simplemente nos tendremos que conformar con lo que tenemos: un cuerpo rico de trabajo de un artista brillante.

“A lo que quieres estar abierto es al arte. La inmediatez del arte. Y creo que eso es lo que permanece en la música de Elvis”, dice Guralnick.

Esa es una gran estampilla.