Por Nadia Kounang
(CNN) — “No puedo darme el lujo de quedar embarazada”, dijo Aisha Mukooza de 25 años. Así que cada mañana, durante los últimos dos años y medio, Aisha ha sido estricta con tomar su temperatura tan pronto como suena su alarma a las 06:00 horas.
“Tengo mi termómetro debajo de mi almohada. Lo tomo, y después veo la lectura y la pongo en Kindara”, dice Mukooza.
Kindara es una aplicación en su teléfono que la ayuda a trazar sus temperaturas. Como explicó Mukooza, “la temperatura, cuando ovulo, aumenta”.
Es parte de un movimiento creciente de mujeres que dicen no a los anticonceptivos hormonales y sí a un tipo de anticonceptivo que al principio suena como un retroceso real con un poco de alta tecnología.
Estas mujeres utilizan Planeación Familiar Natural, también conocida como Métodos de Concientización de Fertilidad (FAM, por sus siglas en inglés).
Muchos expertos advierten que este es uno de los métodos menos exitosos para utilizar, porque puede ser tan complicado hacerlo correctamente. Pero con la tecnología nueva, algunas mujeres creen que es la mejor opción para ellas.
Aunque muchas mujeres utilizan estos métodos para ayudarlas con la concepción, una mayor cantidad utiliza estos mismos métodos para evitar embarazarse.
Originados inicialmente en la iglesia católica, los FAM comienzan a perder su connotación religiosa a medida que más mujeres seculares acuden a estos. Muchas dicen que están preocupadas por los efectos de los anticonceptivos hormonales.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), solo entre el 1% y 3% de las mujeres utilizan FAM como una forma de anticoncepción. Sin embargo, en un estudio de la Universidad de Iowa se encontró que si más mujeres supieran de estos, una de cada cinco mujeres en realidad los consideraría como opción.
Cuando el entonces novio de Mukooza, y ahora esposo, le pidió que considerara utilizar la píldora o ponerse un implante, estuvo totalmente en contra de esto.
“No me lo pondría”, dice. “Literalmente estaba aterrada por los anticonceptivos hormonales. No me gustaban los efectos secundarios potenciales”.
“Soy una persona saludable. Intento comer alimentos saludables, así que la idea de me pusieran hormonas sintéticas no me atraía, de hecho, era aterradora”, dice Mukooza.
La píldora es la forma más común de anticonceptivos farmacológicos. En los estudios se muestra que aproximadamente cuatro de cada cinco mujeres estadounidenses los utilizan. Sin embargo, casi el 30% de todas las usuarios dejan de utilizar la píldora debido a los efectos secundarios que incluyen náusea, aumento de peso, pechos adoloridos o inflamados, manchas y cambios de humor, según la investigación de los CDC.
Una de las usuarias que dejó de tomar la píldora es Kacey de 29 años (pidió que no utilizáramos su apellido).
Kacey ha tomado anticonceptivos basados en estrógeno desde que cumplió 19 años.
Cuando tenía 25 años, los médicos encontraron que tenía un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares y la cambiaron a un anticonceptivo basado en progesterona.
“Fue un desastre. Durante dos semanas al mes era un completo desastre”, dice.
Además de sentirse emocionalmente de mal humor, Kacey tenía entre dos y tres periodos al mes y le salían granos en la piel constantemente.
Al pensar que un DIU sería una mejor opción, cambió a este el año pasado.
“Cada síntoma que tenía se amplificó más”, dice. Estaba cansada, y hace tres meses comenzó con los FAM. El mes pasado, Kacey hizo que le sacaran el DIU. “Vale la pena no sentirse como una chica de 16 años todo el tiempo”.
Los FAM son referidos frecuentemente como el método del ritmo; un sistema en el que las mujeres predicen sus días fértiles probables con base en la duración de sus ciclos. Sin embargo, los defensores de los FAM dicen que hay una distinción clara. El método es mucho más cuidadoso.
Ilene Richman, directora del Centro de Concientización de Fertilidad de Estados Unidos, los describe de esta forma, “es un proceso de volverse consciente de las señales que tu cuerpo te da y rastrearlas”.
Richman explicó que después que una mujer ovula, su temperatura corporal basal, la menor temperatura del cuerpo en el día, aumentaría. Además, “una mujer que tiene un ciclo natural, va a experimentar una humedad alrededor del tiempo de ovulación”, dice Richman.
Cuando las mujeres se vuelven más fértiles, sus cuerpos producen fluidos que ayudan a darle al esperma su mejor oportunidad para fertilizar el óvulo. Una vez que una mujer ovula, la consistencia de ese fluido cambia. El cuello uterino de una mujer también cambiará de posición, con base en si ovuló o no.
Trazar las temperaturas, notar la consistencia del fluido y revisar la posición del cuello uterino pueden parecer abrumadoras al principio. “Creo que puede ser un poco difícil recordar todo al principio, pero realmente no es tan difícil”, explicó Kacey. “Una vez que lo entiendes, entras en ritmo”.
Los CDC y el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos son rápidos en señalar que los FAM son uno de los métodos menos efectivos de anticoncepción.
“Escuchas que aproximadamente el 25%, una de cada cuatro, que lo usa correctamente pude esperar embarazarse”, dice el médico Nathaniel DeNicola, un obstetra y ginecólogo con el Sistema de Salud de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos.
Pero las partidarias de los FAM, como Sarah Bly, una instructora de concientización de fertilidad, dice que esa cifra necesita analizarse más.
“La tasa perfecta de uso es entre 99.6% y 99.4%, que es realmente buena”, dice Bly. Lo que significa mujeres que son muy particulares en mantener sus estadísticas de salud y no perderse ni un solo día. “Muchas estadísticas que (los escépticos citan) son de uso típico, que incluyen mujeres que toman riesgos”, dice Bly.
En un estudio alemán de 2007 que rastreó a 900 mujeres en más de 20 años que consistentemente utilizan métodos FAM se encontró que solo el 2% de esas mujeres tuvieron un embarazo no intencionado.
DeNicola concuerda en que puede funcionar para algunos.
“Para la paciente adecuada, que realmente está dispuesta a rastrear los días y está dispuesta a rastrear su temperatura”, dice.
Pero, los FAM pueden ser una mala opción para mujeres con sangrado más irregular o fuentes frecuentes de infección o fiebre que hacen que la temperatura corporal sea difícil de rastrear.
“Incluso un solo día (mal calculado) puede resultar en embarazo”, dice DeNicola.
Registrar estrictamente las temperaturas y notar fluidos puede ser complicado. Pero un número creciente de nuevas aplicaciones, como Kindara, Glow y Ovuline; pueden facilitarlo mucho. De hecho, las aplicaciones de salud de la mujeres tienen algunas de las mayores cantidades de suscriptores de todas las aplicaciones de salud.
Mukooza, quien utiliza Kindra, dice que este método ha facilitado mucho mantener registro de las temperaturas y su historial. También le da una comunidad de otras mujeres que utilizan la aplicación para el mismo propósito.
Tener ese tipo de comunidad es importante porque muchas de estas mujeres dicen que no se sienten apoyadas por su familia o amigos en su elección de anticonceptivo.
“Mi madre y hermana piensan que estoy completamente loca. Al igual que todas mis amigas”, dice Kacey.
Will Sachs, el fundador de Kindra, dice que el aspecto de comunidad de la aplicación es importante para muchas clientas. “Ayuda a normalizarlo. Sienten, ‘estoy aquí con miles de otras mujeres, y puedo hacer preguntas’”, dice Sachs.
Mantener registros tan detallados de tu propia fertilidad puede no ser la mejor opción para todos, pero ha hecho que una cantidad mayor de mujeres al menos sienta que tienen más opciones.
“Estoy a punto de llegar a mis 30 y pienso en tener hijos. Es aterrador no saber cómo funciona tu cuerpo y su fertilidad”, dijo Kacey. “Me gustaría que (FAM) fuera presentada como una opción más viable”.