Por Euan McKirdy
(CNN) — Pasajeros que tomaron el vuelo transatlántico del aeropuerto JFK de Nueva York al de Heathrow de Londres recibieron un impulso del viento más fuerte de lo normal, pues alcanzaron velocidades casi supersónicas y un ahorro de 90 minutos de viaje.
Un vuelo de un Boeing 777-200 de British Airways hizo la ruta Nueva York-Londres en cinco horas, 16 minutos el miércoles pasado, y alcanzó velocidades de desplazamiento de casi 1.200 kilómetros por hora (hasta 745 millas por hora), montados en una corriente en chorro de unos 322 km/h (200 mph).
La barrera sónica se divide a los 1.224 km/h (761 mph).
“Como surfear”
El expiloto de la aerolínea Alastair Rosenschein dijo a la prensa británica que montar la corriente en chorro era “solo como surfearr”.
“Es extraordinario lo rápido que puede ir”, dijo a The Daily Telegraph.
“Uno trata de sentarse en el núcleo del chorro donde no hay demasiada turbulencia y donde se pueden obtener millas libres. No es raro conseguir vientos de cola de 100 mph (160 km/h), pero (estos pilotos) han conseguido más que eso. Debe ser un récord.”
Otros vuelos hacia el este sobre el Atlántico también se beneficiaron de la intemperie, pero fue el vuelo BA114 el que llegó a los titulares por su tiempo récord.
¿Como el Concorde?
Solo el Concorde ya retirado, que fue operado por BA y Air France hasta que fue dado de baja en 2003, superó el tiempo del vuelo 114 de Nueva York a Londres. Un Concorde de British Airways hizo aquel viaje en 1996 en menos de dos horas y 53 minutos.
Para los pasajeros europeos que viajen hacia el oeste, sin embargo, la corriente de chorro significará tiempos de vuelo más largos de lo normal, pues los aviones necesitan que ir en contra de poderosos vientos.
Antes de las fuertes nevadas pronosticadas para esta semana, los vientos huracanados afectaron los viajes en Gran Bretaña.
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