Por Atika Shubert y Nick Thompson, CNN
(CNN) — Ellos oraron por lo mejor pero temían lo peor cuando un hombre armado irrumpió en una tienda judía en el este de París y desató el terror apenas unas horas antes del Shabat.
Ahora, cuatro días después de que Yoav Hattab, de 21 años de edad, Yohan Cohen, de 22, Philippe Braham, de 45, y François-Michel Saada, de 63, fueron asesinados a tiros en el supermercado kosher Hyper Cacher —el trágico capítulo final de los ataques terroristas contra Charlie Hebdo en la capital francesa— sus familias devastadas los llevaron a descansar en el cementerio de Givat Shaul en Jerusalén.
Miembros de la familias, envueltos en capas para protegerse del frío en una soleada mañana este martes, se abrazaron y lloraron mientras los cuerpos de sus seres queridos llegaron.
A ellos se sumaron cientos de personas, muchos de los cuales viajaron desde Francia, a llorar el ataque más mortífero en la comunidad judía de ese país desde 2012.
Algunos se envolvieron en la bandera de Israel; otros llevaban pancartas con los rostros de los muertos y palabras, en francés, que decían: “estoy muerto porque soy judío”, y “Yo Soy Charlie, soy judío, soy israelí, soy francés, y he tenido suficiente”.
La esposa de Braham agradeció a las multitudes que se reunieron para rendir homenaje a los caídos. “¿Qué puedo decir? Philippe, mi querido amor. Él era una persona perfecta, siempre un marido, un padre que vivía para sus hijos. Hoy, él está con mi hijo. Estoy llorando, pero yo sé que todos ustedes lloran conmigo, y les agradezco a todos ustedes por todo esto. Philippe, protégete, protégeme”.
Helicópteros sobrevolaban la zona y soldados montaban guardias entre las lápidas mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu se dirigió a las familias en un discurso.
“Cuando te abracé en París, te dije que yo conozco tu dolor. El dolor de los padres, de los parientes, de los niños y niñas, de hijos e hijas, de hermanos y hermanas, que han perdido a su más querido”, dijo.
“Y por eso, el pueblo de Israel, el Estado de Israel, te abraza con amor en este día oscuro cuando cuatro almas vinieron a Jerusalén… el lugar de descanso final de Philippe, Yohan, Yoav y François-Michel. Que sus almas descansen en paz”.
Netanyahu también pidió una respuesta unificada frente a los ataques terroristas de la semana pasada: “Estos no son sólo los enemigos de Israel, sino que son los enemigos del mundo, y ha llegado el momento de que todos los pueblos civilizados se unan y arranquen a estos enemigos de entre nosotros”.
Los cuerpos de los cuatro hombres, todos judíos franceses, fueron trasladados a Ben Gurion en Israel este martes por la mañana, donde un convoy de ambulancias llevó sus ataúdes a las multitudes de dolientes en Jerusalén.
El gran rabino Sefardí Yitzhak Yosef encabezó la ceremonia del Estado con una lectura del Libro de los Salmos, antes de la rasgadura de vestiduras, un acto simbólico en los entierros judíos donde dolientes cortan su propia ropa.
Familiares llorosos recitaban el Kadish de duelo mientras dignatarios israelíes y franceses les ayudaron a encender velas en honor de los muertos.
Jonathan Saada encendió una vela para su padre con Nir Barkat, el alcalde de Jerusalén. La viuda de Braham encendió otra con Nathan Sharansky, el presidente de la Agencia Judía. El padre de Hattab —el jefe rabino de Túnez— encendió una vela con Joel Mergui, el presidente del Consistorio Central Israelita. La hermana de Cohen se unió a Haïm Korsia, el gran rabino de Francia, en el encendido de otra en memoria de su hermano.
El presidente israelí Reuven Rivlin pidió a los líderes europeos tomar medidas para acabar con el antisemitismo en un emotivo discurso.
“No podemos escapar al hecho de que este terror es particularmente duro con el pueblo judío”, dijo. “Sería peligroso escapar del hecho de que existe el antisemitismo, viejo antisemitismo o nuevo antisemitismo. No importa lo que piensan los terroristas.
“Los líderes de Europa tienen que tomar parte activa y con mano fuerte tienen que garantizar la seguridad del pueblo judío en Europa. Es inaceptable que en el año 2015 la gente de Israel no sea capaz de llevar el solideo en las calles de Europa, y que los cementerios y sinagogas tengan que ser protegidos y que no podamos alejarnos de ellos.”
Los asesinatos de los cuatro rehenes cometidos por Amedy Coulibaly llegaron dos días después del ataque terrorista que masacró a 12 personas en una acción en contra de la revista satírica francesa Charlie Hebdo en París.
Hattab, uno de siete hijos, era un estudiante en París que viajó a menudo a ver a su familia en Túnez, de acuerdo con su perfil de Facebook. “Tú eres el magnífico tunecino que vamos a atesorar para siempre. Descanse en paz”, escribió Fatma Ben Hamouda en la página.
Cohen era un estudiante que estaba trabajando en el mercado de Hyper Cacher en el momento del ataque. Sus padres eran de Argelia y se establecieron en Sarcelles en la década de 1960, de acuerdo con reportes de RTL y AFP. Su página de Facebook tiene una traducción francesa de su cita preferida de Shakespeare: “Somos de la misma materia con la que están hechos los sueños”.
François-Michel Saada fue un alto ejecutivo jubilado cuyos hijos viven en Israel. Llevaba casado 30 años con Laurence Saada, una terapista psicomotora, según RTL y AFP.
Braham oraba en una sinagoga en el suburbio parisino de Montrouge, y sus hijos iban a una escuela judía no lejos de donde una policía fue asesinada el jueves, el día previo al que su propia vida fue tomada, al parecer por el mismo hombre, en el ataque al supermercado.
Michael Martinez, Dominique Debucquoy-Dodley y Ray Sanchez contribuyeron con este reporte.