Por Daniel Burke
(CNN) — En política, lo llaman dar “el mensaje equivocado”. En la actuación, lo llaman “salirse del guión”. En la Iglesia Católica bajo el papa Francisco, se ha convertido en algo usual.
Coloca al pontífice de 77 años de edad frente a un micrófono y será noticia.
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Tomemos como ejemplo una breve conferencia de prensa el lunes, a bordo del avión papal, desde las Filipinas a Roma, cuando el papa Francisco despotricó, en su manera muy poco papal, sobre el control de la natalidad, la corrupción y dándoles una buena paliza a los estafadores.
Estos son algunos y muchos otros de esos comentarios reveladores que Francisco ha hecho durante sus casi dos años como papa.
Los padres católicos no deberían ser ‘conejos’
Al responder el lunes a una pregunta sobre el control de la natalidad, Francisco dijo que los padres no deberían procrear sin parar, confiando en Dios en que todo saldrá bien.
“Dios les da métodos para que sean responsables”, dijo el Francisco. “Algunos piensan que, perdón por usar esa palabra, para ser buenos católicos tenemos que ser como conejos. No. Paternidad responsable”.
Eso no quiere decir que ahora el papa apoye los métodos artificiales de control de la natalidad. Desde hace mucho tiempo, la iglesia ha permitido métodos naturales para prevenir embarazos.
Dándoles un puñetazo a los provocadores
Cuando iba de camino la semana pasada hacia las Filipinas, a Francisco le preguntaron sobre el ataque terrorista contra la revista francesa Charlie Hebdo. Aunque condena el terrorismo, el papa dijo que existen límites para la libertad de expresión.
“Si el Dr. Gasbarri, un gran amigo, dice una mala palabra en contra de mi madre, entonces le espera un puñetazo”, dijo Francisco, al referirse a Alberto Gasbarri, un hombre que organiza los viajes del papa y que en ese momento estaba de pie junto a él, en el avión.
“Es normal, es normal. Uno no puede provocar, no se puede insultar la fe de los demás, uno no puede burlarse de la fe”.
El lunes el papa dijo que, en teoría, la violencia contradice las enseñanzas de Jesús de “poner la otra mejilla”, pero en la práctica, las personas deben ser “prudentes” para no provocar innecesariamente a otros, a menos que quieran arriesgarse a una respuesta violenta.
Una patada donde no te da el sol
Según dijo Francisco el lunes, cuando él era obispo en Argentina, dos hombres sospechosos le ofrecieron 400.000 dólares para su vecindario pobre, pero con la condición de que él hiciera primero un depósito importante con ellos.
Si crees que eso parece la versión de la vida real de las estafas por medio de correo electrónico, el pontífice probablemente estaría de acuerdo.
“En ese momento, pensé en lo que me gustaría hacer: ya fuera insultarlos y darles una patada donde no te pega el sol o hacerme el tonto”.
Francisco dijo que se hizo el tonto, diciéndoles a los hombres que su oficina no tenía una cuenta bancaria, que tendría que consultar con expertos financieros de la iglesia en la cancillería.
El papa dijo que posteriormente se preguntaba si los dejó ir demasiado fácil, permitiendo así que se aprovecharan de otros.
‘¿Quién soy yo para juzgar’ a los sacerdotes homosexuales?
En 2013, al papa se le preguntó sobre el denominado “grupo de presión gay” en el Vaticano.
“Si alguien es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, dijo Francisco, una pregunta retórica que se disparó en todo el mundo.
A pesar de que estaba respondiendo a una pregunta sobre el denominado “grupo de presión gay” en el Vaticano, el papa marcó un cambio, si no en la enseñanza, en la postura de la iglesia hacia los gays y las lesbianas en general.
Hay un ‘grupo de presión gay’ dentro del Vaticano
En la reunión que tuvo el año pasado con los líderes católicos de su natal América Latina y el Caribe, el papa dijo que hay mucha gente santa en la Curia, la burocracia del catolicismo con sede en Roma.
Pero también existe una “corriente de corrupción”, dijo Francisco, incluyendo un “grupo de presión gay”.
“Tenemos que ver qué podemos hacer”, añadió, de forma un tanto enigmática.
Solo el papa sabe exactamente lo que quiere decir. El Vaticano no ha dicho nada y se ha negado a dar explicaciones.
Los expertos católicos creen que Francisco se refería a un expediente secreto presentado a su predecesor, el papa Benedicto XVI, quien investigó una serie de filtraciones de información vergonzosa que personas con información privilegiada del Vaticano le proporcionaron a periodistas italianos.
Según informes italianos, el expediente se refería a una red del Vaticano del clero gay sexualmente activo que podía haber sido objeto de chantaje.
El Internet es un regalo de Dios, pero debes tener cuidado
“El Internet, en particular, ofrece inmensas posibilidades de encuentros y solidaridad”, dijo Francisco el año pasado. “Esto es algo realmente bueno, un don de Dios”.
Sin embargo, al mismo tiempo, todos esos tuits, textos y corrientes de comentarios pueden hacernos “perder el rumbo”, dijo el pontífice.
“La velocidad con la que se comunica la información supera nuestra capacidad de reflexión y juicio, y esto no propicia formas más equilibradas y adecuadas de auto-expresión”.
¿Todos los ateos van al cielo?
Durante una homilía en Roma el pasado mes de mayo, Francisco dijo que Dios redime a todo el mundo –no solo a los cristianos, también a los ateos.
“Tenemos que conocernos unos a otros haciendo el bien”, dijo el papa. Para aquellos que dicen: “’¡Pero padre, yo no creo, soy ateo!’”, el papa dijo: “Pero hagan el bien: Nos reuniremos todos allá”.
Así que… ¿acaso el papa estaba diciendo que las personas pueden ir al cielo, aun cuando no creen en Dios?
Probablemente no, dicen los expertos de la iglesia.
El catolicismo ha sostenido durante mucho tiempo que la salvación está abierta para todo el mundo –pero con una advertencia realmente importante: si conoces acerca de la iglesia y no te conviertes en un miembro, la puerta de los cielos probablemente está cerrada, dijo un portavoz católico.
Muchos ateos estadounidenses dicen que, por muy confusas que puedan haber sido las palabras del papa, ellos aprecian la rama de olivo que les está ofreciendo.
‘Yo no quería ser papa’
En un encuentro con estudiantes católicos de Italia y Albania en junio pasado, Francisco dejó a un lado su “aburrido” discurso y, en cambio, respondió a las preguntas de los niños.
Un pequeño pelirrojo con una bufanda azul provocó risas preguntando sin rodeos: “Francisco, ¿por qué quería convertirse en papa?”
“Yo no quería”, respondió Francisco. De hecho, “una persona que quiere convertirse en papa no se ama a sí misma. Y Dios no lo bendice”, dijo el pontífice.
Los cristianos deben ocuparse de sus propios asuntos
En algunos de sus comentarios más afilados como papa, Francisco ha criticado a los cristianos entrometidos.
“Todos platicamos en la iglesia”, dijo el papa. “Como cristianos, charlamos”.
“Es como si quisiéramos ponernos en mal unos a otros”, continuó Francisco. “En lugar de crecer, uno hace que el otro se sienta mal, mientras que yo me siento genial. Eso no está bien”.
El chisme, dijo el papa, es como la miel. Tiene un sabor dulce al principio, pero en grandes cantidades, te da dolores de estómago.
Tirar la comida es robarle al pobre
El primer papa latinoamericano ha convertido la lucha contra la pobreza en una prioridad de su papado. Tanto sus discursos como las homilías, rara vez terminan sin hacer mención de los pobres y marginados.
En junio pasado, Francisco arremetió contra una “cultura de derroche” en la que el consumismo triunfa sobre la compasión, la gente se convierte en tan solo otro objeto desechable y en donde se les presta poca atención a quienes necesitan ayuda.
“Esta cultura de derroche nos ha hecho insensibles incluso hacia el desperdicio y la eliminación de los alimentos, lo cual es todavía más despreciable cuando alrededor del mundo muchas personas y familias están sufriendo hambre y desnutrición”, dijo Francisco. “Sin embargo, todos debemos recordar que tirar la comida es como robar de las mesas de los pobres, de los hambrientos”.