Por Meera Senthilingam
(CNN) — Una vez que los consumes, pueden moverse por el cuerpo; los ojos, tejidos y más comúnmente el cerebro. Dejan confundidos a los médicos a medida que migran y se establecen para alimentarse del cuerpo que invaden; un parásito clásico, pero este puede meterse en tu cabeza.
“Se había movido de un lado del cerebro al otro… muy pocas cosas se mueven en el cerebro”, dice la médico Effrossyni Gkrania-Klotsas sobre un hombre británico que tenía una tenia moviéndose en su cerebro en 2013. Esta forma de tenia nunca se había visto antes en Reino Unido.
El paciente, quien era de ascendencia china, recientemente había visitado China, que junto con Corea del Sur, Japón y Tailandia, tenía más ocurrencias regulares del parásito conocido como Spirometra erinaceieuropaei. Cuatro años antes el hombre experimentó síntomas por primera vez, como dolores de cabeza, que el equipo de médicos en el Hospital Addenbrookes en Cambridge, trató como tuberculosis. Pero entonces regresó.
“Cuando reapareció, tenía síntomas nuevos”, dice Gkrania-Klotsas. El gusano ahora empujaba una nueva parte de su cerebro, causando convulsiones y debilidad en las piernas. La condición asociada con su infección era Sparganosis. No hay medicamento conocido para tratar efectivamente la infección, lo que significa que con el diagnóstico, los médicos tenían que ser rápidos para remover el gusano quirúrgicamente.
Solo 300 infecciones de la tenia Spirometra se registraron entre 1953 y 2013, pero se cree que son más comunes en algunas zonas de Asia. La naturaleza rural de las poblaciones más afectadas significa que las cifras se desconocen ampliamente y se conoce muy poco sobre los gusanos.
“Estos gusanos son bastante misteriosos”, dice la genetista Hayley Bennett del Instituto Wellcome Trust Sanger, en Cambridge, cuyo equipo secuenció recientemente el genoma del raro gusano. “Sabemos que tiene un ciclo de vida muy complicado”.
El adulto de la tenia Spirometra solo se presenta en los intestinos de los gatos y perros pero cuando estos animales desechan los huevos de los gusanos en sus heces, los huevos pueden entrar, y contaminar, el agua. La forma juvenil resultante de la tenia; conocida como larva, puede permanecer en el agua dentro de ciertos crustáceos pequeños o terminar en las ranas y serpientes. Como larvas, pueden invadir a los humanos a través de la ingestión o contacto directo con animales infectados.
El paciente en Cambridge creyó que accidentalmente bebió agua mientras nadaba en un lago infectado, de acuerdo con Gkrania-Klotsas. El gusano entonces se aferró.
“La larva puede enquistarse en el cerebro o en otro lugar”, dice Bennett. Las consecuencias de estos quistes pueden ser daño de tejidos, ceguera, parálisis o incluso la muerte. Al secuenciar los genes del gusano, Bennett esperaba entender los funcionamientos internos de los gusanos para ayudar con el futuro diagnóstico y tratamiento.
“Debido a que es una infección tan rara, no es económicamente viable crear un medicamento solo para este gusano”, explica. “Pero al compararlo con otras tenias podemos ver qué otros medicamentos podrían aplicar”.
El equipo obtuvo pequeñas muestras del gusano, extraídas del paciente con la infección, y su secuenciación identificó un genoma excepcionalmente grande, y lo más importante, genes que podrían ayudar a reconocer la resistencia a los medicamentos al igual que actuar como futuros blancos de medicamentos. “También podrías desarrollar una prueba diagnóstico”, añade Bennett.
Tenias de cerdo
Hay muchas formas de tenia, tres de las cuales pueden infectar fácilmente el cerebro. Desde una perspectiva de salud pública, hay una en particular con la que hay que tener cuidado. “Principalmente es la tenia de cerdo la que es la principal en el cerebro”, dice Helena Helmby de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
La especie de cerdo, conocida como Taenia Solium, puede infectar a los humanos en dos formas:
1. Al comer carne mal cocida de un cerdo infectado, lo que resulta en teniasis; un gusano adulto que reside en el intestino.
2. A través de una larva que se encuentra en las heces de un cerdo o humano infectado, que puede infectar muchos tejidos. Si el gusano de larva entra al sistema nervioso, incluido el cerebro, puede resultar en una condición conocida como neurocisticercosis. La infección de este tipo a menudo puede causar epilepsia una vez dentro del cerebro.
Casi una tercera parte de los casos de epilepsia en países donde la enfermedad es nativa, son personas que previamente tuvieron neurocisticercosis, según la Organización Mundial de la Salud.
La infección de neurocisticercosis surge de falta de saneamiento e higiene. “En realidad puedes infectarte tú mismo”, dice Helmby, ya que la mala higiene, como no lavar las manos, podría resultar en que comas los huevos de un gusano adulto que vive en tu intestino. “La autoinfección es común”.
La distribución global de tenias de cerdo es muy amplia con cifras altas en Latinoamérica, África y Asia, según la Organización Mundial de la Salud. Como resultado de su mayor prevalencia y debido a un mayor viaje internacional, Gkrania-Klotsas tiene a tres pacientes en su cuidado en Cambridge, quienes previamente experimentaron neurocisticercosis.
¿Causa de preocupación?
Las infecciones con tenias de cerdo son comunes pero tratables con medicamentos antihelmínticos que atacan el gusano. Hasta ahora, el tratamiento para Spirometra ha sido quirúrgico, pero la reciente visión genética del equipo de Bennett en Cambridge encontró que algunos medicamentos, como el praziqantil, que se utiliza contra esquistosomiasis (fiebre del caracol), podría tener un efecto. Ciertos medicamentos utilizados contra el cáncer también fueron identificados como tratamientos potenciales.
Tanto Helmby como Gkrania-Klotsas están preocupados por los riesgos de un mayor viaje internacional y el comercio global de comida. “La importación y exportación de alimentos aumenta y también los mayores riesgos de consumir alimentos infectados”, dice Helmby, quien siente que hay una necesidad de más vigilancia con la inspección de alimentos. Predice que más casos ocurrirán en lugares como Reino Unido donde esas infecciones fueron eliminadas virtualmente.
“Estoy segura de que habrá más de esto en el futuro”, concuerda Gkrania-Klotsas, quien ha visto a pacientes con la infección sin haber viajado al extranjero. “Las personas contraen infecciones sin ir a ningún lado”.
Sin embargo, aquellos que viajan también necesitan mayor conciencia cuando visitan regiones donde las infecciones son comunes. Pero si los equipos de salud están listos para las consecuencias, este aumento puede controlarse.
“Necesitamos poder tratar estas infecciones”, dice Helmby. “Ese es el reto en este momento”. Un reto donde los investigadores de genérica podrían ser invaluables, ya que su secuenciación continúa revelando los secretos de estos parásitos.