Lance Armstrong, exciclista profesional.

Por Timothy Rapp

(Bleacher Report) –  Por primera vez en más de un año, el ciclista Lance Armstrong ha hablado públicamente sobre el dopaje y las consecuencias del escándalo que acabó con sus siete títulos del Tour de Francia.

Él habló con Dan Roan de BBC Sport, quien le preguntó directamente si se doparía otra vez.

“Es una pregunta complicada, y mi respuesta no es una respuesta popular”, dijo Armstrong. “Si estuviera compitiendo en 2015, no, no volvería a hacerlo, porque no pienso que tengas que hacerlo. Si me llevas de vuelta a 1995, donde era algo completa y absolutamente generalizado, probablemente lo haría de nuevo. A la gente no le gusta escuchar eso”.

También habló sobre las frustraciones que han surgido debido a la prohibición que tiene de por vida del deporte e incluso de otros deportes, como correr maratones:

“Pero lo que es realmente frustrante, y probablemente el 80 por ciento de ello, es que si a mi mamá le diera [esclerosis múltiple] mañana —y gracias a Dios no ha sido así— y yo quisiera correr la Maratón de Boston para recaudar 100.000 dólares (66.500 libras esterlinas) para la Asociación de Esclerosis Múltiple, no podría hacerlo. Y no solo correr, no podría caminar, correr un poco, pasar por los centros de asistencia y terminar en cuatro horas 15 minutos, pero recaudar 100.000 dólares…. no puedo hacerlo”.

Armstrong y Roan abordaron varios temas; uno de ellos fue la sorpresa de Armstrong ante qué tan serias fueron las consecuencias luego de que en enero de 2013 le admitiera a Oprah que se dopaba (“ha sido difícil, ha sido una prueba, ha requerido de paciencia”). También hablaron sobre su deseo de que el público lo perdone por sus acciones algún día, sobre su creencia de que sus siete títulos del Tour de Francia que le fueron despojados deberían tener un ganador, independientemente de quién sea, y sobre su tristeza por el hecho de que su fundación Livestrong ha sido olvidada en gran medida.

Sin embargo, la mayoría de personas probablemente se enfocará en su respuesta a la pregunta de si se doparía de nuevo o no. Gran parte de las repercusiones para Armstrong llegaron como resultado de su renuencia a revelar por completo qué había ocurrido en los días en los que se dopaba, y muchos creyeron que él simplemente no lamentaba sus acciones.

El periodista David Walsh compartió su reacción a los comentarios de Armstrong:

“Solo siento que este sujeto no ha cambiado un ápice”, dice David Walsh, quien fue el primero en generar preguntas sobre Lance Armstrong.

A pesar de que en su entrevista con Roan, Armstrong admitió en más de una ocasión haber cometido errores —errores de los cuales se arrepiente— incluso admitió que su opinión sobre el dopaje probablemente no era una opinión popular.

En los años venideros, el público podría perdonar a Armstrong. Quizá le permitan que compita en eventos futuros de algún tipo, como maratones. Quizá la historia algún día juzgue a toda su generación de ciclistas y no solamente a él, y le restituyan sus títulos del Tour de Francia.

Sin embargo, un año después de que admitiera que se dopaba parece ser demasiado pronto como para que algo de eso suceda.

Lee el artículo en inglés en Bleacher Report