Por Laura Smith-Spark
(CNN) — Una investigación pública del Reino Unido sobre la muerte en 2006 del espía ruso Alexander Litvinenko fue abierta este martes en la Corte Real de Justicia de Londres, después de años de discusiones sobre qué pruebas se pueden escuchar públicamente.
En un mensaje en su lecho de muerte, Litvinenko acusó al presidente ruso Vladimir Putin de ordenar su envenenamiento en el té en un hotel de Londres. El Kremlin siempre ha negado rotundamente la acusación.
Sir Robert Owen, quien es presidente de la investigación, dijo este martes que el material sensible relativo a la posible participación del Estado ruso en la muerte de Litvinenko se oiría a puerta cerrada.
El gobierno británico rechazó inicialmente las solicitudes de celebrar una consulta pública, pero la decisión fue revocada el pasado verano después de que la viuda de Litvinenko, Marina Litvinenko, lo impugnara en los tribunales.
Argumentó que una investigación pública permitiría una indagatoria a fondo.
Una investigación forense, que se abre como una cuestión de rutina en el caso de las muertes no naturales en Inglaterra, se había abierto después de la muerte de su marido. Pero a diferencia de una investigación pública, no se podían oír las indagatorias.
En el caso de Alexander Litvinenko, tal evidencia podría incluir asuntos de seguridad nacional.
“Los problemas a los que su muerte da lugar son de suma gravedad y han despertado el interés y preocupación en todo el mundo”, dijo Owen.
Un informante
Litvinenko, exagente de la KGB y feroz crítico de Putin, llegó a Gran Bretaña en 2000 después de proporcionar informes de la FSB, la sucesora de la KGB.
Murió en un hospital de Londres el 23 de noviembre de 2006 después de ser envenenado por el material radiactivo polonio-210, mientras que bebía té en el hotel Millennium de Grosvenor Square, en Londres.
Los fiscales del Reino Unido han solicitado la extradición de dos hombres, Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun, procedentes de Rusia en relación con el asesinato de Litvinenko.
Pero Moscú ha negado la petición, diciendo que la Constitución rusa no permite la extradición de ciudadanos rusos. Ambos hombres niegan implicación en la muerte de Litvinenko.
Owen dijo que Lugovoi y Kovtun habían sido invitados a declarar en la consulta por videoconferencia desde Rusia y que esperaba que lo hicieran.
La investigación pública verá la posible participación del Estado ruso en la muerte de Litvinenko. Sin embargo, no se abordará la cuestión de si el gobierno del Reino Unido podría, o debería, haber tomado medidas para evitar el asesinato.
La viuda de Litvinenko dice que él fue un agente británico, con entrada en el MI6, el servicio de seguridad exterior de Gran Bretaña.
En 2012, el consejero de la investigación, Hugh Davies, dijo que la evidencia proporcionada por el gobierno del Reino Unido mostró la participación de Rusia y “establece una presunción en cuanto a la culpabilidad del Estado ruso en la muerte de Alexander Litvinenko”.
Testimonios forenses
La investigación se ha puesto en espera mientras la investigación pública se lleva a cabo.
Owen, el médico forense en la investigación, dijo que las audiencias abiertas en la investigación deben concluir antes de la Pascua; es decir, a principios de abril.
Más de 70 testigos deben ser llamados en las próximas semanas, incluyendo amigos de Litvinenko y la familia, los que han trabajado con él antes de su muerte, el personal médico que lo trató después que cayó enfermo y los patólogos que realizaron la autopsia.
Los patólogos testificarán el miércoles en los resultados post mortem. La presencia de la radiación en el cuerpo de Litvinenko complica la autopsia, según se escuchó en la audiencia.
Un científico nuclear también presentará pruebas este miércoles sobre el polonio-210, sus cualidades, dónde se puede encontrar y qué efecto tiene una vez que entra al cuerpo.
En el curso de la investigación, la evidencia también puede hacer frente al riesgo de contaminación que representa para el público en general por la transferencia de este tipo de material altamente radiactivo.
Owen dijo que el polonio podría haber sido utilizado para “matar a un gran número de personas o sembrar el pánico general y la histeria entre el público”.