Por Jacopo Prisco, para CNN
(CNN) – En 2013, un hombre de Illinois convenció a varios inversionistas para financiar un dispositivo médico revolucionario por una suma de más de 25 millones de dólares.
Él lo llamó el “McCoy Home Health Tablet” y prometió que instantáneamente les proporcionaría datos de los pacientes a los médicos.
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En otras palabras, él estaba lanzando el legendario Tricorder de Star Trek, incluso le puso el nombre en honor al Dr. Leonard “Bones” McCoy, el muy irritable funcionario médico vestido de azul de la serie de 1960.
Era una estafa. El dispositivo no existía y el hombre fue capturado y condenado por sus crímenes. Pero como testimonio de la rapidez con la que la realidad se pone al día con la fantasía actual, menos de dos años después ahora el Tricorder existe… y funciona.
El médico Bluetooth
Se llama “Scanadu Scout” —bautizado en honor a Xanadu, una antigua ciudad de gran esplendor y progreso científico, que se hizo famosa por el poeta inglés S. T. Coleridge— y lo más importante de todo es que no es un concepto de diseño ni un prototipo de un millón de dólares, sino que es un producto real. Después de una exitosa ronda de financiación masiva a través de Indiegogo, desde finales de enero, sus patrocinadores empezaron a recibirlo.
Se trata de un dispositivo pequeño, redondo y rigurosamente blanco —a pesar de que se tiene programado crear una versión en negro— y funciona al colocarla en la frente de la persona.
A través de su sensor, y en cuestión de segundos, el Scanadu mide la frecuencia cardíaca, la temperatura, la presión arterial, el nivel de oxígeno, además de que proporciona un electrocardiograma completo.
Justo igual que “Bones”
El dispositivo es una idea original de Walter De Brouwer, un empresario belga que tuvo que aprender cómo funcionan los hospitales —y cómo no funcionan— de la manera difícil después de que su hijo sufrió daños cerebrales como consecuencia de una caída.
Su inspiración viene directamente de la ciencia ficción: “Star Trek era algo más que solamente una película, era un plan de negocios”, le dijo a Nick Glass de CNN.
En Star Trek, un médico era el que manejaba el Tricorder, pero De Brouwer cree que el aspecto más revolucionario del Scanadu es que puede ser utilizado por cualquier persona: “Hemos medicalizado tu teléfono inteligente. Ahora puedes comprobar tu estado de salud tan fácilmente como tu correo electrónico. La gente ya no preguntará si hay un médico en el avión, sino que si hay un Tricorder”.
Pruebas en el mundo real
Scanadu opera desde el Parque de Investigación de la NASA en California: “Ahora, cada uno de nosotros tiene más potencia computacional en su bolsillo que la que tenía toda la NASA en la década de 1960 cuando lanzó el Apolo”, señala De Brouwer.
El dispositivo aún no está disponible para la compra, está pendiente la aprobación de la FDA, pero quienes contribuyeron a la campaña Indiegogo ya lo están recibiendo y proporcionando pruebas “en el campo”:
La comparación con la Tricorder, incluso en la forma de una réplica de juguete, es obvia:
Scanadu también está trabajando en otro producto, llamado el Scanaflo, que es un kit de prueba de orina completa que se puede utilizar en casa.
Salud a través de los láseres
La visión de De Brouwer para el futuro va aún más allá de sus logros actuales: “Creo que dentro de diez años a partir de ahora vamos a depender fuertemente en los láseres de silicio”, dice.
¿Por qué razón disparamos un rayo láser a un paciente? “Tenemos que pensar en los pacientes como personas que no cooperan, porque somos perezosos y se nos olvida ir al médico. Con el láser, nuestros datos médicos pueden ser tomados cuando pasamos frente a uno de los láseres de nuestra casa o de nuestro auto. No nos daremos cuenta, pero viviremos más saludables”.