(CNN Español) – Este miércoles se lleva a cabo la marcha organizada por un grupo de fiscales al conmemorarse de un mes de la muerte de Alberto Nisman. Hay una amplia convocatoria, incluida la propia familia del fiscal fallecido el 18 de enero en causas que aún se investigan.
Más de 200.000 personas participan en la manifestación balo la lluvia, según medios locales que citan a la Policía Metropolitana de Buenos Aires. Además, hay concentraciones en Rosario, Córdoba, Santa Fe y Mar del Plata.
Entretanto, se esperan resultados de segunda prueba toxicológica realizada al cuerpo del fiscal Nisman.
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La exmujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, dijo la familia participa de la marcha “respetando el original propósito con el que fue concebida, esto es: rendir, silenciosamente, un homenaje en su memoria”.
Aunque los fiscales argentinos dicen que la marcha es apolítica, la movilización contará con la presencia de la oposición en su recorrido entre el Congreso y la casa de gobierno.
Los fiscales y los familiares de Nisman marchan con una bandera negra con la leyenda “Marcha del silencio 18F. Homenaje a Alberto Nisman”.
La Secretaría de Seguridad Nacional ha dispuesto a más de 450 efectivos de fuerzas de seguridad para la marcha, no armados.
Además de los fiscales convocantes, llamaron a participar de la marcha los representantes de la comunidad judía -AMIA y DAIA- , el Episcopado argentino y la Sociedad Rural, la entidad que está fuertemente enfrentada al gobierno nacional por su política agraria.
Quienes no estarán son algunos de los familiares de las víctimas del atentado a la mutual judía AMIA, que en 1994 causó 85 muertes, era investigado por Nisman y aún se encuentra impune, parte de los organismos de derechos humanos y el oficialismo.
Desde el gobierno, varias voces criticaron la marcha. “Si los que están participando de la marcha es la gente de AMIA y la gente de DAIA junto con fiscales que hicieron lo imposible para que la causa se frenara y no prosperará nunca la causa de AMIA y no son conscientes de ello bueno la verdad estamos en presencia de algo que duele y que preocupa”, sostuvo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernandez, uno de los voceros gubernamentales habituales.