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CNNMoney (San Francisco) — Este bolígrafo de gel crea tatuajes temporales que funcionan como sensores químicos. En la tienda local de suministros de oficina, un bolígrafo de gel te costará más o menos 50 centavos de dólar. Con algunos pequeños ajustes, los investigadores han tomado ese mismo bolígrafo y lo están usando para medir los niveles de glucosa.

Los nano ingenieros de la Universidad de California en San Diego han inventado una técnica que convierte los bolígrafos económicos en sensores que puedes hacer tú mismo. Ellos reemplazan el gel regular con una tinta bioquímica personalizada que puede medir químicos específicos.

Cuando se dibuja en el cuerpo, la tinta se adhiere de manera muy similar a un tatuaje temporal. Puede detectar cosas como las cantidades de sodio, lactato y glucosa en tu sudor. Para interpretar las mediciones, el grupo está creando un dispositivo eléctrico con Bluetooth que extraerá la información del sensor que haya sido dibujado y la transferirá a un teléfono inteligente o a una computadora portátil.

Para los diabéticos que necesitan monitorear sus niveles de glucosa en sangre todos los días, esta podría ser una alternativa más económica a las tiras de glucosa prefabricadas. (Anteriormente este año, otro grupo de investigadores examinó un tatuaje temporal de papel que medía los niveles de glucosa utilizando una pequeña descarga eléctrica).

Actualmente, los tatuajes solo pueden brindar una única medición, pero a los investigadores con el tiempo les gustaría hacer que un único tatuaje funcione para realizar un monitoreo de todo el día. El bolígrafo fomenta los garabatos creativos, lo cual podría ser atractivo para los niños.

“El objetivo principal era disponer de un sistema que pueda ser utilizado fácilmente por cualquier usuario que no cuente con capacitación, a fin de que puedan desarrollar los sensores ellos mismos”, dijo Amay Brandodkar, un estudiante de cuarto año de postgrado de la Universidad de California en San Diego, quien creó el bolígrafo. El trabajo fue dirigido por el profesor Joseph Wang del Departamento de Nanoingeniería.

Las aplicaciones no están limitadas al cuerpo humano. Para medir toxinas en el aire, como el fenol, el grupo hizo dibujos en las hojas de plantas. La tinta no es tóxica y no daña el follaje.

Aunque aún están en las primeras fases del desarrollo de la tecnología, los investigadores están analizando la posibilidad de ampliar el número de químicos que el bolígrafo puede detectar.

Bandokar piensa que la tecnología, llamada sensores enzimáticos, puede servir para una amplia gama de usos en el mundo real. Por ejemplo, un soldado podría dibujar una línea en una pared para detectar explosivos o residuos de disparos. En algunas situaciones, el dibujo se podría mezclar en su entorno sin levantar sospechas.