(CNN Español) – Después de una jornada multitudinaria de protestas antigubernamentales este domingo en Brasil, la investigación por el escándalo de corrupción en torno a contratos de la estatal petrolera Petrobras volvió a poner a un exejecutivo de la empresa tras las rejas.
Se trata de Renato Duque, exdirector de servicios de Petrobras.
Entretanto, la presidenta Dilma Roussef se pronunció este lunes y dijo que los culpables en el escándalo de corrupción en Petrobras tienen que pagar, una declaración vista como un cortafuegos para calmar la creciente indignación social.
La justicia investiga a más de 50 políticos que habrían participado en este esquema de corrupción y ha denunciado formalmente a 27 personas, incluyendo el tesorero del partido de gobierno.
Rousseff dijo que con estos acontecimientos se puede demostrar que el gobierno no ha interferido en la investigación. Para la mandataria, las manifestaciones son muestra del buen estado de salud de la democracia brasileña.
La presidenta anunció un paquete de medidas para combatir la creciente corrupción y una reforma política que impida que las campañas electorales sean financiadas con fondos de empresas privadas.
Además, Rousseff hizo un llamado al diálogo y dijo que está dispuesta a conversar con quien sea sobre los errores de su gobierno.
En tanto, los organizadores de las manifestaciones dicen que seguirán con las protestas para conseguir un juicio político y el cambio de gobierno.
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