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Por Max Foster

(CNN) — No hay cómo negar el hecho de que algunos adolescentes occidentales están siendo radicalizados por la propaganda de ISIS. En el último año, 22 mujeres y niñas han sido reportadas a la policía británica por familiares que temían que hubieran viajado a Siria para unirse a ISIS.

Sus familias están devastadas y desconcertadas. ¿Por qué se fueron sus hijos? ¿Por qué no lo discutieron? ¿Por qué la policía no sabía nada, ni la escuela? ¿Por qué nadie se dio cuenta de las señales? ¿Quién tiene la culpa?

Pues la culpa,  primero que nada, tiene que recaer en las manos de los yihadistas. Ellos son quienes están convenciendo, reclutando… matando.Pero el argumento que se está discutiendo en público es, quién es responsable o al menos, quién tiene la mejor posibilidad de notar las primeras señas de la radicalización.

En el Reino Unido, esto se debate principalmente entre la policía metropolitana y las familias de tres estudiantes, dos de 15 y una de 16 años que se piensa se unieron a ISIS en Siria.

El domingo pasado, día de las madres en el Reino Unido, las familias de las niñas emitieron una declaración: “con respecto a la desaparición de nuestras hijas, estamos decepcionados por el manejo de la escuela, la policía y las autoridades locales, sobre este asunto, todos ellos fallaron en actuar apropiadamente y compartir información vital para nosotros o incluso entre ellos.”

El comisionado de la Policía Metropolitana se disculpó con las familias pues no recibieron una carta dirigida a ellos. La carta era sobre una amiga de las niñas que fue a Siria en el 2014. Se la dieron a los alumnos en la escuela para que la recibieran. Bernard Hogan-Howe dijo a la policía que sentía que la carta “no llegara.”

Las familias aceptaron la disculpa pero agregaron: “como padres, esperamos que la seguridad de nuestros hijos sea la mayor prioridad de las escuelas y de las autoridades locales mientras nuestros hijos están bajo su cuidado. Si nos hubieran hecho conscientes de las circunstancias previamente, nosotros hubiéramos podido tomar medidas para prevenir que las niñas se fueran del Reino Unido”.

Pero, ¿es el trabajo de las autoridades el alertar a las familias, o son las familias quienes deben alertar a las autoridades? La realidad es que ISIS habita el mismo mundo digital que los adolescentes impresionables que quieren reclutar. Es, por su naturaleza, una red subterránea fuera del alcance de los padres.

La policía, las agencias de inteligencia y los políticos se han quejado porque las empresas de redes sociales no les permiten el acceso que requieren para espiar estas redes. Las empresas dicen que cooperan con respecto a la ley.

Esta semana, la policía metropolitana puso la carga parcialmente en los padres al lanzar una campaña de concientización “diseñada para llegar a las familias para que eviten que los jóvenes viajen a Siria.” El esfuerzo se dirigirá a medios de minorías étnicas y resaltará “el nexo entre madres e hijas.”

La policía metropolitana dijo: “Al alentar a las madres a tener un diálogo abierto con sus hijas, se espera que el interés potencial de ir a Siria pueda ser notado tempranamente y que la madre podrá ser capaz de actuar al respecto, ya sea desafiando la concepción de sus hijas o buscando ayuda de otras agencias, incluyendo la policía”.

Así que, ¿la carga está en los padres para detectar los signos de la radicalización y alertar a la policía, o es el trabajo de la policía el notar los cambios y avisar a los padres? Sin duda es una responsabilidad mutua, una fuerza unida en contra de un enemigo común: los terroristas.