Por Sandee LaMotte, para CNN
(CNN) - “La leche materna es lo mejor”… podrías decir que es una especie de mantra que resume gran parte de la investigación actual sobre la lactancia materna.
La lactancia materna no solo tiene beneficios claros a corto plazo, como la protección contra las enfermedades infecciosas y la reducción de la mortalidad, sino que también se ha demostrado que está vinculada con un aumento en la inteligencia.
Estudios anteriores han demostrado que existe un incremento de hasta 7,5 puntos de coeficiente intelectual en los niños de edad escolar primaria que fueron amamantados, así como un aumento en el coeficiente intelectual verbal, de rendimiento e integral de los adultos.
La última contribución a esta perspectiva es un estudio a largo plazo realizado con niños nacidos en Pelotas, Brasil, en 1982. Publicado en The Lancet, el estudio incluyó entrevistas hechas a 5.914 madres primerizas sobre sus planes para la lactancia materna y luego les dio seguimiento para observar cómo les fue.
“La información sobre la duración de la lactancia materna fue recabada muy cerca del momento en que ocurrió el destete, así que contábamos con información muy precisa sobre la duración de la lactancia materna”, dijo el autor del estudio, el Dr. Bernardo Lessa Horta, en un podcast de Lancet.
Lo que hace que este estudio sea único es el hecho de que le dio seguimiento a las personas hasta que cumplieron 30 años de edad.
“Pudimos darle seguimiento más o menos al 68% de los participantes, la cual es una muy buena tasa de seguimiento”, dijo Lessa Horta. “Observamos que la lactancia materna estaba relacionada de forma fehaciente con el rendimiento y la inteligencia a los 30 años de edad, así como con la educación, el rendimiento escolar y los ingresos mensuales más altos”.
De hecho, Lessa Horta dijo que los sujetos que habían sido amamantados durante 12 meses o más tenían un coeficiente intelectual más alto (alrededor de 3,7 puntos), más años de educación y ganaban más o menos 20% más que el nivel promedio de ingresos.
“Esto sugiere que el efecto positivo de la lactancia materna en el coeficiente intelectual lleva a un ingreso más alto”, dijo. “En este momento, este es nuestro principal hallazgo”.
Una posible razón de la ventaja de la leche materna, añadió Lessa Horta, es que es “rica en ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, los cuales son importantes para el crecimiento y desarrollo del cerebro”. Estos ácidos grasos esenciales, conocidos como LCPUFA (por sus siglas en inglés) se encuentran en el salmón y los mariscos, y se han añadido a las fórmulas infantiles desde la década de 1990. Sin embargo, no se sabe con certeza cuál es el beneficio para el desarrollo mental o psicomotor que tiene el hecho de añadir LCPUFA a la fórmula infantil.
Debido a que el estudio no midió la vida en el hogar, la estimulación intelectual o los vínculos afectivos entre madre e hijo, no se pudo determinar si estos factores también han contribuido al aumento del coeficiente intelectual. Eso lo deja abierto a los críticos como Joan Wolf, profesora de la Universidad Texas A&M; y autora de “Is Breast Best?”
“Este estudio no aborda la posibilidad muy real de que las madres que deciden amamantar, independientemente de los ingresos o la educación, se distinguen de aquellas que alimentan a sus hijos con biberón en una diversidad de formas que posiblemente promuevan la inteligencia”, le escribió Wolf a CNN.
Para Lessa Horta, las implicaciones de su estudio son claras: “El hallazgo apoya el fomento de la lactancia materna. Es más evidencia de que además de los claros beneficios a corto plazo, la lactancia materna también tiene consecuencias a largo plazo en términos del potencial humano”.