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Por Nadia Kounang

(CNN) –– Hay cada vez más evidencia de que la exposición de los niños al humo de tabaco aumenta su riesgo de padecer enfermedades del corazón cuando sean adultos.

Los investigadores de un estudio publicado esta semana en la revista Circulation encontraron que simplemente tener un padre que fumaba, aunque tratara de limitar la exposición de su hijo al humo, aumentaba casi el doble el riesgo del niño de padecer enfermedades cardíacas en su edad adulta, en comparación con un niño cuyos padres no fumaban en absoluto.

En el caso de los niños cuyos padres fumaban frente a ellos, y realmente no limitaban su exposición, el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca era cuatro veces mayor que los hijos de padres que no fumaban.

Los investigadores le dieron seguimiento a 1.500 niños finlandeses en el transcurso de 20 años. Primero, recopilaron datos entre 1980 y 1983 y midieron el nivel de cotinina en su sangre. La cotinina queda en la sangre luego de la exposición a la nicotina. Los investigadores les dieron seguimiento de nuevo en 2001 y en 2007 para medir el nivel de placa carotídea en quienes ya eran adultos. Aquellos niños que habían registrado mayores niveles de cotinina también tenían mayores niveles de placa carotídea cuando ya eran adultos. Una acumulación de la placa puede ocasionar enfermedades cardíacas.

“Este estudio se suma a la base de evidencia respecto a que la exposición al humo de segunda mano durante la niñez aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas de adultos”, dijo Stanton Glanz, un profesor en el Centro para la Investigación y Educación sobre el Control del Tabaco de la Universidad de California en San Francisco.

Según los Centros para el Control de Enfermedades, casi el 60% de los niños en edades de 3 a 11 años son expuestos al humo de segunda mano, y son más propensos a que está exposición sea en casa.

Para reducir la exposición de los niños al humo de segunda mano, no fumes frente a los niños, elige niñeras y personas que los cuiden que no fumen frente a ellos, e incluso si no fumas delante de ellos, asegúrate de cambiarte de camisa después de fumar, especialmente si vas a estar cerca de niños o bebés.