(CNN Español) – Andreas Lubitz, el copiloto del vuelo de Germnanwings que se estrelló en los Alpes franceses, provocó el siniestro “voluntariamente”, según el fiscal que investiga la tragedia.

El copiloto estaba solo al mando del avión siniestrado cuando activó voluntariamente el botón de descenso.”Hubo un intento deliberado de destruir el avión”, dijo el fiscal Brice Robin sobre el movimiento que realizó el copiloto alemán de 28 años.

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Lubitz “rehúso abrir la puerta de entrada a la cabina al piloto y maniobró la palanca del avión para descender mil metros por minuto, como si estuviera aterrizando en un área donde no había ningún aeropuerto que pudiera recibir un Airbus”, según el fiscal.

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03:19 - Fuente: CNN

“No hubo ningún contacto entre el copiloto y la torre de control de Marsella”, indicó Robin. “Los controladores trataron de comunicarse con el avión, pero no hubo ninguna respuesta”.

El copiloto estuvo vivo hasta el impacto, dijo Robin, citando el sonido de la respiración constante en la cabina.

No obstante, el fiscal francés precisó que “en este momento con base en los resultados de la investigación no hay nada que nos permita afirmar que fue un atentado terrorista”.

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02:47 - Fuente: CNN

Las declaraciones fueron dadas en una conferencia de prensa en Marsella, donde el fiscal citó la información que se desprendió de las grabaciones de la caja negra.

Según la Fiscalía de Marsella, queda así demostrada la abstención voluntaria para abrir la puerta de la cabina al comandante, y que fue el copiloto, Andreas Lubitz, el que accionó el botón que ordenaba la perdida de altitud.

De acuerdo con la grabadora de voz en el avión, se escuchan gritos solo en los últimos minutos. La muerte de las 150 personas a bordo fue instantánea, pues la aeronave se estrelló a más de 700 kilómetros por hora.

El copiloto llevaba desde septiembre de 2013 en la compañía y tenía 630 horas de vuelo.

No había cómo prevenir esto: Lufthansa

El CEO de Lufthansa, el grupo de aviación al que pertenece Germanwings, aseguró este jueves que pese a que la compañía sigue los procedimientos más estrictos sobre sistemas y capacitación de pilotos, no había cómo prevenir un caso como el del vuelo 9525.

“Lo que sucedió aquí es un evento excepcional trágico, quiero subrayar eso”, dijo Carsten Spohr a la prensa en Alemania.

“No importa qué tipo de seguridad tenga uno, cuánta importancia le demos a las seguridad, y nuestros estándares son de los más altos, pero no hay sistema que pueda prevenir un caso trágico como este”, agregó.

Spohr aseguró que no hay ninguna violación a los códigos de seguridad en el hecho de que el piloto en jefe haya dejado la cabina. Además señaló que una señal de alarma solo puede enviarse desde su interior, y no desde alguna parte de la aeronave.

Lufthansa no tiene “ninguna pista” acerca de por qué el copiloto estrelló el avión, pero Spohr consideró que “si una persona se mata a sí misma y mata a otras 149 personas más, se podría usar otra palabra pero no suicidio”.

El copiloto Lubitz cumplió al 100% con sus exámenes médicos, y la compañía no aplica pruebas psicológicas al no ser política de la empresa ni requerimiento, dijo el CEO de Lufthansa.

Una serie de teorías

Las posibilidades van desde una emergencia médica, a algo más nefasto, como una misión suicida, dijeron analistas de aviación de CNN.

Los informes de lo ocurrido tienen un “matiz muy siniestro” debido a la forma en que el sistema de bloqueo de la puerta de cabina del A320 de Airbus está configurado, dijo Geoffrey Thomas, editor en jefe de airlineratings.com.

La puerta de la cabina tiene tres posiciones, dijo, citando a capitanes de A320 y el manual de la aeronave: desbloqueado, normal y bloqueado.

La puerta suele estar en la posición “normal”, pero parece que en este caso, una vez que el piloto en jefe salió, el copiloto cambió la posición a “bajo llave”. Esto evita que el piloto pueda usar un teclado y un código de emergencia para entrar desde el exterior, dijo.

Waber Joerg, un vocero de Lufthansa, dijo que no es inusual que un piloto quede solo en la cabina.

“Las autoridades y los reglamentos estipulan que un piloto puede estar en la cabina solo”, dijo. “Se recomienda que esto ocurra al mínimo. Cumplimos con todas las autoridades de la aviación alemana y europea”.

La segunda “caja negra”

Encontrar la segunda “caja negra” del avión también será fundamental para comprender el misterio de lo que sucedía en el interior del avión.

Esa caja, la grabadora de datos de vuelo, no se ha encontrado todavía, pero el CEO de Lufthansa, Carsten Spohr, dijo el miércoles que hay una alta probabilidad de que la hallen.

La oficina de prensa de Germanwings dijo a CNN que el capitán del vuelo 9525 tenía más de 6,000 horas de vuelo. Había estado con Germanwings desde mayo de 2014 y trabajó en Lufthansa y Condor antes de esa fecha.

El copiloto ha estado con Germanwings desde septiembre de 2013 y había completado 630 horas de tiempo de vuelo, dijo la oficina de prensa. El copiloto había entrenado en el centro de formación de Lufthansa en Bremen, Alemania.

Una peligrosa búsqueda

Los familiares y amigos de las víctimas emprendieron un viaje emocional este jueves: llegar al lugar montañoso donde sus seres queridos murieron.

Vuelos especiales de Lufthansa de Alemania y España llevaron a los familiares y amigos de las víctimas hasta el sur de Francia. La aerolínea ha ofrecido transportarlos al lugar más cercano del accidente “dentro de los parámetros de seguridad de la investigación”, dijo Lufthansa.

Se espera que la primera parada sea en la ciudad de Le Vernet para un “momento de reverencia”, dijo el alcalde de Seyne les Alpes, Francis Hermitte.

Se prevé que entre 200 y 300 personas lleguen a la región este jueves, no solo los familiares de las víctimas, sino también a personas cercanas a las familias.

Mientras que algunos restos humanos se han recuperado de la escena del accidente, muchos no. Y la tarea es traicionera para los equipos de búsqueda.

Las víctimas de 18 países

El fatídico vuelo viajaba de Barcelona, España, a Dusseldorf, Alemania, cuando se estrelló el martes.

Germanwings dijo que el avión llegó a su altitud de crucero de 38.000 pies, y luego cayó durante unos ocho minutos. El avión perdió contacto con el radar francés a una altura de unos 6.000 pies. Luego se estrelló.

Había 150 personas de 18 países a bordo.

Los equipos han comenzado la difícil tarea de identificación de los cuerpos de las víctimas, pero advierten de que podría tomar tiempo el completarse.

Las pistas en los escombros

Los investigadores todavía están tratando de reconstruir el momento final del avión.

Remi Jouty, jefe de la BEA, la oficina de aviación francesa que investiga el accidente, dijo que los escombros que se han visto sugieren que el avión se estrelló contra el suelo y luego se partió, en lugar de la explosión en pleno vuelo.

El radar siguió al avión “casi hasta el punto de impacto”, dijo Jouty.

Agentes del FBI con sede en Francia, Alemania y España están buscando en fuentes de inteligencia y referencias cruzadas sobre  la lista de pasajeros, dijeron dos funcionarios de alto rango.

Frederik Pleitgen, Nic Robertson, Pierre Meilhan, Richard Quest, Hala Gorani, Stephanie Halasz, Khushbu Shah, Bharati Naik, Ingrid Formanek, Sandrine Amiel y Erin McLaughlin contribuyeron con este reporte.