(CNN) — Documentos encontrados en el departamento del copiloto Andreas Lubitz, del vuelo 9525 de Germanwings, apuntan a que el joven de 28 años “mantuvo en secreto su enfermedad a su empleador y su entorno profesional”, dijo la oficina del fiscal de Dusseldorf este viernes.
Una nota que contenía una licencia médica para Lebitz, que incluía el día de la caída del avión, estaba entre los documentos encontrados en el departamento, según las autoridades.
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La oficina del fiscal de Dusseldorf no indicó si la nota de licencia médica estaba relacionada con algún problema físico o mental, pero dijo que Lubitz parecía haber estado bajo tratamiento médico durante algún tiempo.
Tanto el The New York Times como el Wall Street Journal reportan, citando fuentes que no nombran, que Lubitz sufría enfermedad mental.
El Centro Médico de la Universidad de Dusseldorf emitió un comunicado el viernes que dice que Lubitz fue visto allí en febrero de 2015 y el 10 de marzo de 2015. El comunicado especifica que los reportes de depresión que han aparecido en medios no son ciertos.
En la revisión de su departamento, las autoridades no encontraron alguna carta de despedida, y no hay evidencias de que haya sido motivado por alguna causa religiosa o política, según la fiscalía.
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Las notas médicas estaban en un bote de basura, dijo el fiscal Christoph Kumpa.
Los investigadores alemanes buscaron este viernes en dos casas vinculadas con el copiloto.
El accidente del vuelo 9525 de Germanwings, que partió desde Barcelona, España, con destino a Dusseldorf, Alemania, dejó 150 muertos.
Durante su búsqueda, las autoridades se llevaron varios objetos y documentos que pueden ser evidencia que revelará más información sobre por qué Andreas Lubitz “deliberadamente” llevó al avión contra la ladera de una montaña en los Alpes franceses, dijo la policía alemana.
Las autoridades registraron la casa de la familia de Lubitz en Montabaur y su apartamento en Dusseldorf.
Los objetos tomados serán examinados y “podrían llevar a más información”, dijo Marcel Siebig de policía de Dusseldorf.
El fiscal francés de Marsella, Brice Robin, quien está supervisando la investigación penal sobre el incidente, dijo que los documentos serán entregados a las autoridades francesas. Dos policías están en camino para recoger la evidencia de las autoridades alemanas, dijo.
Un día después de que Robin reveló que el audio de la cabina mostró que Lubitz quería destruir el avión intencionalmente, muchas preguntas siguen sin respuesta.
¿Planeó sus acciones? ¿Qué condujo al ciudadano alemán a hacerlo?
“Certificado de buena salud”
Cuestionado sobre los informes en la prensa sobre la presunta mala salud mental de Lubitz, un representante de Germanwings dijo a CNN que la empresa no podía entrar en detalles acerca de su historial médico por razones de confidencialidad.
“Los pilotos tuvieron un certificado de buena salud, y todos los datos médicos están sujetos a la confidencialidad médica”, dijo un representante. “No podemos confirmar o negar este informe debido a la confidencialidad”.
La Asociación Alemana de Pilotos de Líneas Aéreas, Vereinigung Cockpit, advirtió en una declaración lo negativo de sacar conclusiones con base en un “primer vistazo” del audio de cabina.
“No hay que apresurarse a conclusiones basadas en datos limitados. Las razones que llevaron a este trágico accidente solo serán determinados después de que todas las fuentes de datos hayan sido examinadas a fondo”, dijo Ilja Schulz, presidenta del grupo.
Pidió el análisis de la segunda “caja negra” del avión que registra los de datos de vuelo. Solo una vez que se complete la investigación debería haber nuevos procedimientos para evitar otra tragedia semejante, dijo.
En medio de todas las preguntas, algunas respuestas surgieron el jueves.
El fiscal Robin dijo que Lubitz aparentemente “quería destruir el avión”.
No se sabe si Lubitz planeó sus acciones, dijo Robin. Pero ” aprovechó” un momento en el que el piloto en jefe salió de la cabina y “activó el descenso”, que sólo puede ser hecho intencionalmente.
Los datos del transpondedor mostraron que el piloto automático fue reprogramado por alguien en la cabina de mando para cambiar la altitud del avión de 38,000 pies a 100 pies, según Flightradar24, un sitio web que rastrea datos de la aviación.
“Nosotros en Lufthansa no tenemos comentarios de que este avión haya sido estrellado deliberadamente por el copiloto”, dijo Carsten Spohr, CEO de Lufthansa, a la que pertenece Germanwings.
Golpeando y gritando
La grabadora de audio de la cabina del avión capturó sonidos horribles. El capitán, que quedó fuera de la cabina, golpeó la puerta para que lo dejara entrar, dijo el fiscal.
La respiración de Lubitz era firme, y no hay indicios de que tenía un ataque al corazón u otro problema médico. Los gritos de pasajeros asustados se escuchan en la grabación de audio hasta los momentos finales del vuelo.
Antes en el vuelo, el piloto y el copiloto tenían intercambios verbales normales, dijo Robin. Cuando el piloto salió, probablemente para ir al baño, le pidió a Lubitz tomar el relevo.
No está claro si el piloto trató de introducir un código numérico para tratar de volver a la cabina, o si Lubitz “puso la palanca de bloqueo”, que habría impedido que el código funcionara, dijo Spohr.
La explicación más plausible es que Lubitz, “a través de la abstención deliberada, se negó a abrir la puerta de la cabina… al jefe de pilotos, y usó el botón” para hacer que el avión perdiera altura, dijo Robin.
El desastre no está siendo descrito como un “ataque terrorista”, y la muerte de 150 personas no puede ser tratada como un “suicidio” tampoco, dijo Robin. Si una persona se mata a sí misma y a otras 149, la palabra “suicidio” debe sustituirse por otra palabra, dijo Spohr.
Las autoridades dijeron que Lubitz no era conocido por estar en alguna lista de terrorismo, y su religión no ha sido determinada de inmediata.
La otra “caja negra”
Una vez encontrado, el registrador de datos de vuelo podría arrojar más luz sobre los minutos finales del avión. El gobierno francés ha pedido al FBI ayuda para investigar el accidente, dijo un funcionario.
Germanwings dijo que el avión llegó a su altitud de crucero de 38,000 pies, y luego cayó durante unos ocho minutos. El avión perdió contacto con el radar francés a una altura de unos 6,000 pies.
Los 144 pasajeros y seis miembros de la tripulación procedían de 18 países. Alrededor de la mitad procedían de Alemania, y 49 eran de España, según el secretario de Seguridad de España, Francisco Martínez.
Un pueblo abre sus hogares
Los familiares y amigos de las víctimas viajaron en vuelos especiales de Lufthansa a un área cerca del lugar donde sus seres queridos murieron.
Han realizado oraciones en Seyne les Alpes, un pueblo cercano que sirve como un punto de encuentro para la operación de recuperación. Flores y fotos fueron colocadas en el suelo, y las velas parpadeantes se apreciaban entre el aire frío de la noche del jueves.
Lufthansa está prestando “apoyo financiero” a los familiares de las víctimas, dijo Spohr.
“Nuestro enfoque en estas horas más oscuras es proporcionar asistencia psicológica a las familias y amigos de las víctimas”, dijo Thomas Winkelmann, vocero de la junta ejecutiva de Germanwings.
A los parientes españoles se les ha dicho que una vez que los cuerpos sean recuperados, serán enviados a París para que expertos inicien el proceso de identificación de ADN.
Las familias de los pilotos están separadas de los familiares de los pasajeros.
Mientras que algunos restos humanos han sido recuperados, muchos no. La tarea es traicionera para los equipos de búsqueda en pendientes pronunciadas con heladas.
Catherine E. Shoichet, Ashley Fantz, Richard Allen Greene, Jason Hanna, Greg Botelho, Claudia Rebaza, Frederik Pleitgen, Nic Robertson, Margot Haddad, Hala Gorani, Stephanie Halasz, Khushbu Shah, Bharati Naik, Ingrid Formanek, Sandrine Amiel y Erin McLaughlin contribuyeron con este reporte.